En Zumaia, la semana pasada, se reconoció a cien lugares del mundo que han sido fundamentales para el desarrollo de la geología. Uno de esos lugares es el Flysch de Zumaia, que se reunió en torno a él, en un congreso de cuatro días, geólogos de todo el mundo. Celebraron el 60 aniversario de la Asociación Internacional de Ciencias Geológicas (IUGS). Asier Hilario Orus es director del Comité Internacional del Patrimonio Geológico de esta organización.
En resumen, perfecto. Todo el congreso fue redondo. Y, en particular, el acto final que celebramos en Itzurun con la lectura de la declaración de Zumaia y el anuncio oficial de las 100 plazas. Todo salió a la perfección, y prueba de ello es la gran cantidad de mensajes que estamos recibiendo en los últimos días desde cualquier parte del mundo.
Es una de las mayores instituciones científicas del mundo. Cuenta con representantes de 121 territorios y más de un millón de científicos adscritos. Hace sesenta años se creó con el objetivo claro de marcar estándares en las ciencias geológicas. De hecho, la geología se estaba desarrollando en distintos lugares del mundo de forma diferente, y muchas veces llamando de forma diferente a cosas iguales. Entonces se vio la necesidad de dar una unión a través de una organización internacional.
En las diferentes comisiones del IUGS (International Union of Geological Sciences) se decide cómo se divide el tiempo geológico, cómo llamar a los elementos geológicos, cómo clasificar las rocas, etc. Pues bien, en 2016 se creó la Comisión de Patrimonio Geológico, y hace dos años asumí mi coordinación. Vimos la necesidad de un programa que proteja a toda la comunidad de geólogos y que reconozca a los lugares que han servido para construir nuestra ciencia.
Son los entornos que posean elementos y/o procesos geológicos de relevancia científica internacional, pero en particular los que representen una contribución significativa al desarrollo de las ciencias geológicas a lo largo de la historia. Es decir, son uno de los mejores ejemplos de su tipo a nivel mundial y han abierto las puertas al desarrollo de nuevas ideas. Son lugares que nos han permitido desarrollar nuestra ciencia.
En este caso sólo se valora el aspecto científico. No, por ejemplo, su potencial educativo, o turístico, o su belleza, que también pueden ser valorados a la hora de reconocer el patrimonio. En este caso no, sólo desde el punto de vista científico es la Comunidad Geológica Internacional la que les da valor.
Sí, Zumaia es uno de los afloramientos geológicos más estudiados del mundo. A lo largo de muchos años, muchos científicos han venido de diferentes sitios a buscar información, porque es un lugar con mucha información. En los 200-300 m de Zumaia sólo existen más de 200 artículos científicos de alto nivel y tesis doctorales a más de 20.
Hay mucha información recogida en las capas del flysch. La historia de la Tierra entre hace 100 y 50 millones de años, y especialmente entre hace 70 y 50 millones de años, se puede leer con el mayor detalle desconocido. Y en ese tiempo hubo cosas interesantes, como la desaparición de los dinosaurios hace 66 millones de años. O, hace 56 millones de años, uno de los episodios climáticos de calor más importantes de la Tierra: Máximo térmico de paleozeno-eoceno. Todas estas cosas se escribieron con gran detalle en estos sedimentos marinos, por lo que han venido tantas personas a estudiarlos. Y de ahí su reconocimiento, que ha sido imprescindible para investigar esta parte importante de la historia de la Tierra.
El reconocimiento por la comunidad de ciencias de esos lugares que han sido fundamentales para la construcción de su ciencia, en este caso las ciencias geológicas. No hay más, es muy sencillo en este sentido.
Después, esperamos que este reconocimiento sirva para proteger las zonas no protegidas o para fomentar las no incentivadas.
En estos tejidos hay muchos lugares muy conocidos, parques nacionales, patrimonio mundial de la Unesco, El Gran Cañón, Kilimanjaro, Iguazu… Pero hay muchos otros que son desconocidos para el público en general. Por ejemplo, las rocas más antiguas del mundo o los restos de vida más antiguos del mundo. Hay unos 15 lugares que son los mejores afloramientos de los momentos más importantes de la historia de la vida. Algunos están protegidos, pero otros no. Esperamos que este reconocimiento sea un buen argumento para proteger estos lugares.
Cabe destacar la asistencia de unas 140 personas, pero más que eso, destacaría la presencia de representantes de 42 territorios diferentes. Al igual que para Zumaia, para el resto de lugares ha sido un honor recibir este reconocimiento. 64 de las 100 plazas han sido presentadas en el mismo lugar. Para cualquier geólogo, la verdad es que para un niño ha sido como ir a Disneyland. El geólogo principal del Gran Cañón explica qué es ese lugar y por qué es tan importante, después el de Perito el Moreno, luego el del volcán Poas, y así sucesivamente. Hemos tenido la oportunidad de conocer en primera persona estos superlugares. Ver el programa parecía sólo vértigo.
Y ha sido muy interesante reunir a científicos de todas las disciplinas. Aquí estaban los paleontólogos, los mineralogos, los estratígrafos, los geomorfólogos... Ha sido muy enriquecedor. Todo el proceso ha sido, en realidad, muy enriquecedor. Ir construyendo la red que hemos tenido que completar desde que pusimos en marcha hace un año. En este proceso destaca el interés mostrado por la participación y la colaboración.
Sí, son los primeros tejidos, no son los mejores. Hemos tenido claro desde el principio que es un proyecto que vamos a desarrollar varios años, y vamos a ir reconociendo poco a poco más lugares. No sabemos cuántos serán.
Pero teníamos claro que teníamos que empezar con un número gordo para empezar con fuerza el proyecto. Y lo hemos conseguido. Ya han escrito desde varios países, manifestando su deseo de proponer nuevos lugares.
Nos dimos cuenta de que con este proyecto estábamos teniendo una adhesión muy amplia. El proyecto cuenta con otras diez organizaciones geológicas a nivel mundial, apoyadas por la mayoría de la comunidad geológica mundial. Entonces vimos que era una buena oportunidad para hacer una declaración. La declaración tendrá como única finalidad la geología.
Y tiene tres ideas principales. En primer lugar, subrayar el papel de las ciencias de la tierra frente a los retos ambientales, sociales y económicos que tendremos en los próximos años. Cambio climático, agua, minerales, energías renovables y fósiles. En todas estas cosas la geología es fundamental, porque tenemos que conocer bien las posibilidades que nos brinda el sistema terrestre.
Segundo, fomentar la investigación básica. Es imprescindible conocer cómo funciona el sistema para entender cómo puede reaccionar en cualquier momento.
Y, en tercer lugar, la apuesta por la protección o el reconocimiento del patrimonio geológico. Es decir, comprender que, al igual que algunas plantas, animales o monumentos son patrimonio, existen elementos geológicos que poseen un valor intrínseco. Y su reconocimiento y gestión.
Estos son los tres pilares sobre los que se asienta la Declaración de Zumaia: la geología para la sociedad, la geología como ciencia básica y el patrimonio.