Mil y uno Sahara

Rementeria Argote, Nagore

Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

El Sahara tiene una imagen romántica. Para algunos es el paisaje más bonito del mundo. Y, además de hermoso, es un ejemplo de todos los desiertos del mundo. Por eso no es de extrañar que nada más oír la palabra desierto, lleguen a la memoria las zonas áridas saharauis y el mar de arena. Pero el Sahara es más que un mar de arena interminable. El Sahara tiene mil y una caras.
Mil y uno Sahara
01/06/2006 | Rementeria Argote, Nagore | Elhuyar Zientzia Komunikazioa
(Foto: G. Lasa)

El Sahara es un gran desierto. En todos los sentidos es enorme: es el desierto más grande del mundo, el más caliente, el más seco... Para adentrarse en él hay que ser muy valiente. Lo mejor es ir en caravana. Y es que para adentrarse en el territorio de la sed, así se denominan a las zonas alejadas de pozos y oasis, mejor en grupo.

La caravana ha sido la forma más frecuente y segura de transporte en el desierto. Sé cuántos esclavos, oro y temas de lujo han atravesado la caravana del Sahara. Siempre ha sido la base del comercio. Y el comercio es muy antiguo en el desierto.

Primeras caravanas grandes VIII. Los historiadores creen que fueron hacia el siglo XX. Pero no está claro cuándo se abrieron las vías comerciales en el Sahara, ya que las huellas son escasas. Por ejemplo, algunos de los elementos decorativos encontrados en las ciudades subsaharianas han sido elaborados con cobre procedente de las minas marroquíes. En función de la datación, estos adornos van a C. Corresponden al año 400. Y también son escritos de aquella época. El herodoto romano, por ejemplo, realizó una expedición en el desierto con la ayuda de los bereberes y describió, entre otras cosas, el comercio entre varios grupos humanos.

La tradición comercial es muy importante en el Sahara y en todo su entorno. Dicen que antiguamente llegaban a formar caravanas de doce mil camellos. Y por cierto, el propio camello llegó al Sahara gracias al comercio. De hecho, no es de origen, sino de Arabia. A. C. VI. Fue introducida en Egipto en el siglo XX, pero en la C. III. Hasta el siglo XX no se extendió a todo el Sahara. Pero esas grandes caravanas de camellos son viejos. El comercio ha sufrido un declive y, en la actualidad, las caravanas son más pequeñas y escasas. Y poco a poco la caravana de camellos ha sido sustituida por el camión cargamento.

Más que arena y caldo vivo

Han sido grandes civilizaciones en torno al Sahara, señal de que los hombres y mujeres se han adaptado a esta zona tan dura.
A. Lasa

En cualquier caso, los medios utilizados por los nómadas del desierto tanto para el comercio como para el desplazamiento son los mismos que se han utilizado en los últimos miles de años. Las vías de mayor tráfico se denominan autopistas del desierto. Estos caminos atraviesan el desierto de un lado a otro, de un oasis o pozo a otro. En estos lugares, el comerciante, el viajero o el nómada tienen la oportunidad de tomar agua y descansar.

Área recreativa y vial Oasia de arena. El paisaje que viene a la mente cuando se imagina una caravana es un territorio interminable cubierto de arena. Pero en la realidad el paisaje es más rico. Existen estructuras geomorfológicas muy diferentes en el Sahara: líneas montañosas como Atlas, Tibesti y Ahaggar, cuencas fluviales secas, lagos de poca profundidad, llanuras rocosas reg, dunas de arena erg, mesetas... Y es que nombres como erg, reg y hammada tienen su origen en el Sahara.

Los erg y reg son las estructuras más conocidas del desierto. Se originan por la acción del viento y el agua y proceden de los llamados hammadas, mesetas rocosas en torno al puerto desnuda por la erosión. Cuando hay lluvia intensa (típicas del desierto), el agua se extiende por la llanura recorriendo las rendijas. La inundación arrastra piedras y barro hacia los territorios más bajos, dando lugar al regs, una zona casi plana de piedra.

A medida que el rega se erosiona, sobre todo debido al viento, se desprende arena. Esta arena es fácilmente transportada por el viento y acumulada en depresiones cerradas. La actividad milenaria ha ido acumulando arena formando amplias zonas de dunas arenosas, erg. El mayor erg del Sahara es el desierto de Libia --subido a la cima de una duna, parece que este mar de arena no tiene su fin -.

Normalmente en el desierto no hay ríos con caudal durante todo el año, pero las cuencas fluviales son zonas relativamente húmedas.
A. Lasa

Territorio de contrastes

Pues el desierto de Libia es el lugar más cálido del mundo. La temperatura más alta de la historia se ha medido en el erg de Libia, concretamente en Azizija: 58ºC en las sombras. En general, la temperatura media diaria en el Sahara supera los 30ºC. Por la noche, sin embargo, la temperatura baja mucho, sobre todo en invierno. Nada más esconder el sol la tierra empieza a perder calor, y como no hay nubes en el cielo para retener ese calor, también hay temperaturas bajo cero. Esta incidencia térmica no es de broma. La incidencia ha sido de treinta y ocho grados en pocas horas (-0,5 ºC por la noche y 37,5 ºC por el día).

Sin embargo, el clima no es homogéneo en todo el desierto del Sahara, y se suelen diferenciar dos zonas climáticas. Así, en el sur se dice que el clima es tropical seco y en el norte, subtropical seco. Esta diferenciación se debe principalmente a la temperatura y a las lluvias. El norte es muy seco. En el Sur, sin embargo, llueve más a menudo: El Sahel es un territorio de transición entre el desierto y la sabana.

Los camellos se introdujeron primero en Egipto y luego se extendieron a todo el Sahara.
MEC

A diferencia de Sabana, en el Sahara no hay una época de lluvias limpias y en general llueve poco. Debido a su ubicación y orografía, las nubes de lluvia son escasas. Desde el sur de África, por la llamada convergencia intercontinental, llega un poco al sur del Sahara. El Sahara Septentrional presenta un mayor inconveniente: Los Atlas sirven de barrera a las nubes procedentes del océano. Así, es muy difícil que lleguen las nubes al centro del desierto. Por eso es el territorio más seco. Pueden transcurrir años sin gotear y la media anual oscila entre 0 y 25 mm.

A pesar de las escasas lluvias, se cree que en casi todo el fondo del desierto hay agua. Esta agua llega a la superficie en determinadas zonas y gracias a ella, por ejemplo, hay oasis. Sin embargo, en la zona media del Sahara son abundantes los extensos territorios sin agua, denominados tanezfouft, que son los territorios de la sed.

De sabana abundante a zona árida

El Sahara es, sin duda, un territorio seco. Pero no siempre ha sido así. Este clima sólo tiene cinco mil años. En la última época de hielo, por ejemplo, gran parte del Sahara era una ventresca sabana, la mayoría de las que hoy son hammadas. Los grupos humanos dejaron testimonio de esta riqueza. En los petroglifos de Tassili n'Ajjer de Argelia se pueden ver imágenes de cocodrilos, de grandes conjuntos de jirafas y de otros animales que viven habitualmente en ríos y sabanas.

Oasis tiene sombra, comida y agua, es un paraíso en el árido desierto.
A. Lasa

El actual Sahara está lejos de la prosperidad representada por aquellos hombres y mujeres prehistóricos. La tierra es árida, con muy poca materia orgánica y escasez de lluvias. Por ello, hay poca gente que vive. Al margen de la cuenca del Nilo, vive aproximadamente 0,4 personas por kilómetro cuadrado. La gente no vive dispersa por todo el desierto. Se acumula en lugares donde hay agua, sobre todo en los alrededores de los ríos y oasis.

Dicen que el ser humano ha tenido algo que ver con la escasez de agua y que la tierra no es productiva, no sólo por la incidencia del clima. Ha explotado demasiado los acuíferos, el regadío de los siglos ha salado las tierras y el ganado ha comido plantas. Esto ha supuesto la expansión del desierto. Muchos creen que el Sahara ha llegado al sur de España. ¿Llegará a Euskal Herria?

Límites del Sahara
Por extensión, ocupa aproximadamente nueve millones de kilómetros cuadrados del norte de África, creciendo año tras año. Por ello, no es fácil conocer el dato concreto. Además depende en gran medida del parámetro utilizado para la medición. Sin embargo, en las fronteras geográficas todos están de acuerdo, aunque sea por encima. Limita al norte con la cordillera del Atlas y, sobre todo, con el mar Mediterráneo, al este con el océano Atlántico, al sur con el valle del Niger y Sudán, y al este con el Mar Rojo.
Abarcan en mayor o menor medida Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Mauritania, Niger, el Sahara Occidental, Chad y Libia. Y dos grandes ríos: Niger y Nilo, fuente de ricos valles.
No la aventura sino la supervivencia
Si los Tuareg son una visión romántica del pueblo, aparte de eso, caminar por el desierto es una gran aventura. Pero la realidad es que para este pueblo caminar a un lado y a otro es costumbre y, sobre todo, necesidad. Y es que viven sobre todo del comercio: comprar en uno y vender en el otro. Han vivido así durante siglos y gracias a ello conocen mejor que nadie el desierto.
(Foto: P. Sereno)
Sin embargo, conocer el lugar no exime del peligro. En el desierto hay pocas referencias que orientar y, en general, siguen las estrellas. Sin embargo, se quedan sin esta referencia cuando detecta tormentas de lluvia o arena. En estos casos tampoco se ve a escasos metros. Perderse en el desierto es un grave peligro, ya que transportan la cantidad de agua bien medida. En general, sólo llevan el agua que necesitan de un pozo o de un oasis a otro.
Los tuaregs han aprendido a vivir en el desierto. Tampoco tienen sentido orientador. Pero ninguno de los dos ha muerto en el desierto.
Sahel, desierto húmedo
Alrededor del Sahara hay un territorio denominado Sahel. En realidad ocupa todo el entorno del desierto, pero sobre todo se utiliza para representar el territorio situado al sur del Sahara.
En Sahel se precipitan entre 150 y 500 milímetros en época de lluvias (verano), un poco más que en el desierto bruto. Sin embargo, está en grave peligro de desertización. Esto es debido, al menos a un lado, al clima, que es el territorio de transición entre el desierto y las zonas tropicales. Y las sequías de los últimos años han puesto la balanza a favor del desierto. Sin embargo, dicen que el ser humano tiene mucho que ver en este peligro.
Se dice que los médicos llegaron al Sahel antes que los agrónomos. Las vacunas aumentaron considerablemente la población. Pero aquella gente tenía que alimentarse y cultivaron más tierras, crecieron más ganado, perforaron pozos, talaron árboles... En definitiva: sobreexplotación.
La situación es tan grave que la UNESCO ha creado un observatorio especial: Observatorio Sahara-Sahel. Es un espacio de encuentro que aúna el trabajo de personas multidisciplinares. El objetivo es que los países del desierto del Sahara y más al sur trabajen uniendo fuerzas para, entre otras cosas, gestionar los recursos naturales de forma sostenible.
Rementeria Argote, Nagore
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