¿Seda? ¡Qué va!

Irazabalbeitia, Inaki

kimikaria eta zientzia-dibulgatzailea

Elhuyar Fundazioa

“¡Qué buen pañuelo! Te queda muy elegante. ¿De seda no?” te entra un nuevo amigo. “¡Te lo pagarías caro!” le llamas “¡No te lo pienses!”. Mientras sonríes para tu golfo, porque sabes que la “seda” del pañuelo no está hecha por gusanos, sino por una máquina.

La producción mundial de fibras naturales es todavía superior a la de fibras químicas, con un 56% y un 44% respectivamente, según datos de 1994. Sin embargo, la producción de fibras químicas puede superar a la más natural si, antes de tiempo, atendemos a las opiniones de los expertos. Por ejemplo, la producción de algodón, la principal fibra desde el punto de vista productivo, no ha aumentado en los últimos diez años.

Y es que, además de ofrecer unas características que las fibras químicas no pueden ofrecer los naturales, son baratas y no dejan de depender de la fertilidad. Por otro lado, en el uso de fibras químicas también ha influido la moda y, por ejemplo, el lema “la arruga es elegante” ha hecho un gran favor a la producción de fibras de poliamida, ya que permite fabricar productos más arrugados. Por ello, gracias a las fibras químicas, los diseñadores de moda disponen de materias primas suficientes para satisfacer sus preferencias estéticas (tacto, textura, caída, etc.). pueden adaptarse como quieran.

Hablamos constantemente de fibras químicas y todavía no hemos explicado qué son. Está claro qué son las fibras naturales, que se obtienen de la naturaleza sólo por transformación mecánica, como por ejemplo el hilado: algodón, seda, yute, etc. Las fibras químicas pueden ser artificiales o sintéticas. Las fibras artificiales se obtienen mediante la transformación de fibras naturales mediante agentes químicos, como el rayón, que se obtiene mediante el tratamiento de la celulosa.

Las fibras sintéticas son materiales poliméricos, compuestos en sentido amplio por síntesis química. Se utilizan procesos de polimerización en los que las moléculas pequeñas, monómeros, se unen entre sí para obtener moléculas grandes, polímeros, con diferentes propiedades físicas y químicas.

Miembros individuales

Si comparamos las fibras químicas con las naturales, las similitudes se ven rápidamente. Además, todas las fibras naturales tienen su componente químico, una fibra química de características similares. En el uso de fibras, al menos, queda patente esta afinidad: se sustituye la lana por fibras acrílicas, la seda por poliamidas o poliésteres, el algodón por poliésteres y el componente de yute es polipropileno.

Así mismo, la afinidad no sólo se refiere a las características sino que existen otras relaciones, generalmente económicas, entre fibras naturales y químicas. Supongamos que los sastres han extendido la moda de la ropa de punto y que la lana es escasa. Esto supondrá un incremento sostenido de la producción de fibras acrílicas.

Por otro lado, los expertos no consideran que se creen nuevas familias de fibras químicas y, además, no consideran que se incremente notablemente la producción de acrílicos, poliamidas, poliésteres y otras familias de fibras conocidas además del polipropileno. Estos cuatro tipos de fibras, además de ofrecer un espectro de características muy amplio, pueden superar sus carencias mediante procesos de copolimerización (mediante la polimerización simultánea de dos o más tipos de monómeros), mezcla de polímeros o tratamiento térmico y mecánico.

Filtros de cigarrillos

Cuando le damos un chupón al cigarrillo, el filtro de acetato de celulosa “limpiará” el humo que llega a los pulmones, ya que se utiliza hilo de este compuesto celulósico para realizar los filtros de cigarrillos. No creas que es una cuestión de una vez, ya que la producción de hilo de acetato de celulosa es la quinta parte de todas las fibras celulósicas.

Las fibras sintéticas son materiales poliméricos, compuestos en sentido amplio por síntesis química. Tienes un vestido de lino y rayón.

Las fibras de celulosa se obtienen mediante el tratamiento químico de la celulosa a través de un proceso denominado “altercado”, que da lugar al conocido tejido conocido como “rayón”. En un proceso conflictivo una masa de madera de pino es tratada en primer lugar con hidróxido sódico. A continuación se añade sulfuro de carbono y se deja macerar la masa formando un xantato de celulosa. La solución de celulosa xantato es una solución conflictiva que se diluye “en húmedo”. La disolución se hace pasar por los orificios de la máquina de hilar y la fibra se obtiene por la coagulación de una solución diluida de celulosa ácido sulfúrico. El proceso es muy contaminante y la industria está trabajando por hacerlo más ecológico.

La producción de estas fibras ha disminuido en los últimos quince a dieciséis años, situándose la producción en 1994 en tan sólo dos tercios de la de 1980. Además, si la producción no ha disminuido más, se debe a la forma informal de vestir que se ha extendido en los últimos años. Los tejidos celulósicos son cómodos y de toque suave.

Más diversidad

Entre las fibras químicas destacan los poliésteres. Por un lado, su diversidad permite la fabricación de fibras en poliéster con características físicas y mecánicas muy diferentes. Por ejemplo, se pueden imitar características de fibras diferentes como la seda y el algodón. Esta diversidad, por su parte, afecta a la producción, siendo la producción de poliésteres el 55% de la producción de fibras químicas en 1994. Además, entre 1980 y 1994 la producción de poliésteres se ha duplicado.

El principal de los poliésteres es el denominado poli (etilen tereftalato) (PET), que recientemente se propone como sustituto del PVC en botellas y recipientes de contenido. La producción de PET se distribuía en 1994 en un 73% de fibras, un 15% de envases de contenido, un 7% de películas y un 5% de las restantes. El PET se sintetiza mediante la reacción del ácido tereftálico y el etileno glicol.

Una de las características más destacadas de las fibras de poliéster es que su componente amorfo está más orientado que en otras fibras, lo que se traduce en una serie de ventajas y desventajas. Entre las ventajas destaca la ligera tendencia a arrugar y entre las desventajas la necesidad de altas temperaturas de teñido.

Las fibras de poliéster están en continuo proceso de investigación y desarrollo. En los últimos tiempos se está realizando un gran esfuerzo en la obtención de poliésteres biodegradables. Lógicamente, estos poliésteres biodegradables tendrían aplicaciones textiles muy especiales. Los biopoliésteres actuales se obtienen por fermentación, por lo que su producción y uso son limitados. Sin embargo, el desarrollo de plantas genéticamente diseñadas puede abrir nuevas ventanas al mercado de biopoliésteres.

El rayón utilizado para la realización de la camisa de la foto se obtiene a través de un proceso denominado “altercado”.

Los poliésteres han hecho un largo camino para conseguir fibras como la seda. La primera generación apareció en la década de 1960 y imitaba su brillo. Las fibras de segunda generación, desarrolladas en los años 70, eran mucho mejores que las anteriores, con un aspecto adecuado, suave y de volumen. Estas dos últimas características se obtenían mezclando filamentos de distinta contracción en la fibra.

La tercera generación de productos similares a Seda apareció en 1988. En estos productos también se utilizan filamentos de distinta contracción, pero los filamentos tienen tratamientos superficiales para obtener estructuras porosas o secciones no circulares (ver figura). Sin embargo, la realización de estos productos es un proceso complejo, en el que hay que prestar atención en todos los pasos: polimerización, hilatura, estiramiento, mezcla de fibras, tricotado, tintado y acabado. Por tanto, tras todos estos procesos se obtienen productos de alta calidad.

En definitiva, los poliésteres se utilizan para fabricar tejidos de casi cualquier naturaleza, estando la clave al idear un proceso adecuado. Por ejemplo, para conseguir tejidos con caída adecuada se añaden partículas orgánicas o inorgánicas a la fibra.

Poliamida o nylon, decirlo como quieras

Las fibras de poliamida o, si eres más nuestra, el nylon constituyen el segundo gran grupo de fibras químicas, aunque en la última década han perdido peso relativo debido al avance de los poliésteres. Sin embargo, su producción ha subido una cuarta parte entre 1980 y 1994 y se espera que siga creciendo.

Las poliamidas se sintetizaron en la década de 1930 y fueron pioneras de las fibras sintéticas. Son fáciles de sintetizar y sus materias primas son económicas. Nylon revolucionó la industria textil y de la moda, abriendo la era de prendas más baratas y variadas.

Hay dos tipos principales de nylon: nylon 6 y nylon 66. Aunque estos dos nylon son intercambiables en casi todas las aplicaciones, la producción de Nylon 6 es mayor que la de nylon 66, sobre todo en aplicaciones textiles, donde es tres veces mayor. Las razones que se esconden son: que el caprolactama sea más barato y asequible, que la tecnología sea más accesible, que el consumo energético sea menor, etc. En el caso del Nylon 6 el monómero es el kaprolactama y en el de Nylon 66 el ácido adípico y la hexametilendiamina.

El daño que supone no darlo

Los poliésteres se utilizan para fabricar tejidos de casi cualquier naturaleza, estando la clave al idear un proceso adecuado.

Las fibras acrílicas que nuestras madres o abuelas iban punteando o dolotando en casa tenían la materia prima diaria. De hecho, la “lana” de la trikitixa era en muchos casos unas fibras acrílicas especiales, denominadas “high bulk”. Pensad que la importancia del punto de casa era que el 40% de la producción de ciertas plantas de producción era de fibra “high bulk”.

En la actualidad, el hecho de estar tan extendido el hábito de la trikitixa en el hogar ha ocasionado cierto daño a la producción de fibras acrílicas, que se encuentra estabilizada en los últimos diez años. Como consecuencia, las fibras acrílicas han perdido peso en el mundo de las fibras químicas.

Las fibras acrílicas se sintetizan mediante la polimerización del acrilonitrilo y otro u otros monómeros. El segundo componente tiene un peso aproximado del 8% y normalmente es uno de los siguientes: metacrilato de metilo, acrilato de etilo o acetatos de vinilo. Los commonómeros son bastante intercambiables y se pueden obtener fibras de características similares en ambos casos. Por ejemplo, en los últimos 15 años un productor europeo ha modificado tres veces su comonomero en función de su precio de mercado.

El polipropileno no es moda

Si miras la etiqueta de tu ropa, encontrarás poliéster, poliamida, algodón o seda escrita, pero nunca encontrarás polipropileno, ya que las fibras de polipropileno no son un objeto de las costuras.

En el caso del alta, la producción de fibras de polipropileno está creciendo en los últimos años, más que en cualquier otra fibra química. Está de moda, pero no es moda. Por ejemplo, los expertos en textil rechazan la palabra “testil” en el caso del polipropileno, ya que detrás de este adjetivo se entiende habitualmente “tejidos para ropa”.

Por otra parte, la fibra de polipropileno tiene un gran uso industrial. Los tejidos técnicos de polipropileno se encuentran por doquier, como revestimientos o redes de pavimentos. Sin embargo, los expertos no descartan que en el futuro el polipropileno pueda ser utilizado en la confección de prendas de vestir. Mientras tanto, si tienes que lidiar con la moda del polipropileno, tendrás que vestirte de buceo o surfista en el mundo. ¿Por qué? Las fibras de polipropileno son muy hidrófobas, es decir, no absorben fácilmente el agua y no dejan de filtrarse. Por tanto, sólo en aquellos casos en los que se pretende evitar el contacto con el agua se utiliza el polipropileno para la confección de prendas de vestir.

Era sabido que los tejidos químicos nos rodean. Sin embargo, si nos fijamos en la etiqueta de esta camisa de algodón liso y vemos que en el remate dice “poli(eztakit zer)”, nos parecerá que no nos rodean y nos comen. Sin embargo, no es una cuestión de angustia, sobre todo teniendo en cuenta lo bien que te tocan estos nuevos pantalones.

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