¿Ambiente bueno o malo? Esa es la pregunta

Mendiburu, Joana

Elhuyar Zientziaren Komunikazioa

El día de la meteorología se celebra todos los años el 23 de marzo, fecha en la que se creó la Organización Internacional de la Meteorología (OMM). Esta celebración no es una mala excusa para tomar conciencia de la importancia de la meteorología y conocer los métodos y materiales que se utilizan para hacer predicciones meteorológicas. La meteorología es un tema que hay que analizar desde diferentes puntos de vista, ya que además de ser una ciencia con una larga historia, condiciona muchas actividades. Además, como el tiempo no conoce fronteras, los meteorólogos deben trabajar con una visión global, pero sin olvidar las características de su ámbito de trabajo. Es necesario unificar todo esto. Prueba de ello es la estación meteorológica de Météo France en Biarritz. Trabajan a la vez con modelos matemáticos y materiales automáticos, pero sin olvidar nunca lo aprendido por los expertos gracias al trabajo de los años.
La evaporación del agua oceánica es el 86% de la evaporación total.

La meteorología es una ciencia que estudia los fenómenos atmosféricos, y el trabajo del meteorólogo consiste en predecir el tiempo que va a realizar en un lugar determinado a partir de la termodinámica y la hidrodinámica. A lo largo del día sólo hay que ver el número de veces que se menciona el tiempo para ver a qué gente le interesa la información que ofrece el meteorólogo. En palabras del responsable de la estación meteorológica de Biarritz, Sr. Laffite, "la mayoría de las personas que llaman a la estación de Biarritz para hacer planes de fin de semana. También hay oficinas de turismo y hoteles que pagan diariamente para recibir esta información". El usuario principal de los datos meteorológicos es, por tanto, el público en general, pero también es útil para la aeronáutica, la agricultura y la pesca, como lo demuestra su relación con el aeropuerto de Biarritz y los productores de vino de Irulegi.

... De hecho, para las actividades diarias de los aeropuertos es evidente que es imprescindible conocer información detallada sobre el viento y la visión. Pero además de esta información, también se les informa de la humedad, entre otras cosas porque si el aire es húmedo, la fuerza ascendente del principio de Arquímedes ayudará a despegar el avión. Esto permitirá cargar más el avión. Esta información horaria es costeada por los aeropuertos, por lo que a los aviones que aterrizan se les aplica un impuesto especial.

En la agricultura también es importante conocer la información meteorológica. La estación de Biarritz ofrece información a los productores de vino de Irulegi, entre otros. De hecho, un hongo que aparece en las vid se produce únicamente a determinadas condiciones de humedad y temperatura, siendo imprescindible esta información para un correcto tratamiento.

Antena de recepción de señal satélite.

Por otro lado, a pesar de que en nuestro entorno no se producen grandes desgracias por la tormenta, en muchos lugares es importante predecir vientos fuertes y tormentas peligrosas. Se calcula que 250.000 personas mueren cada año como consecuencia de catástrofes naturales de origen meteorológico o hidrológico. La colaboración de los meteorólogos depende del estado dinámico, térmico e higrométrico del fluido atmosférico que rodea el lugar y el tiempo atmosférico. En definitiva, predecir el tiempo es determinar previamente el estado de algunos elementos homogéneos que varían en función de la presión, temperatura, humedad y viento. Para ello, cada país dispone de su propia red meteorológica.

Sin embargo, aunque cada país coordina y gestiona su red meteorológica, el tiempo no conoce fronteras políticas y económicas, por lo que el meteorólogo debe trabajar por encima de todas las fronteras. Por ello, es imprescindible que todas las mediciones se realicen en las mismas condiciones y que exista una red mundial de intercambio de información. Según el responsable de la estación meteorológica de Biarritz, Laffite, "la red meteorológica ha sido una de las primeras redes de comunicación a nivel mundial. Toda la información meteorológica que se utiliza en esta red está codificada y estos códigos están traducidos a todas las lenguas".

Esta colaboración comenzó en 1873 en Viena con la creación de la Organización Internacional de la Meteorología. No nació como organización gubernamental, pero tras una larga trayectoria, en 1950, se convirtió en una organización intergubernamental. Fue entonces cuando se le denominó Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el año siguiente fue nombrado agencia especializada de las Naciones Unidas. La colaboración se inició con la organización MNE, pero fue en XX. Gracias a los avances tecnológicos del siglo XX se ha incrementado.

Para actividades como la agricultura y la pesca son necesarios los pronósticos meteorológicos. Pero sobre todo, el objetivo de los meteorólogos es reducir los efectos de las catástrofes meteorológicas e hidrológicas.

Así, desde 1996 existe una red meteorológica internacional formada por cinco satélites geoestacionarios (dos estadounidenses, el Meteosat Europeo, un japonés y un ruso). Estos satélites están situados a 36.000 km del ecuador y ocupan cada uno de ellos un tercio de la tierra.

Las imágenes y la información que ofrecen estos satélites son necesarias para conocer el tiempo que hay en cada lugar, pero la simulación digital se realiza a través de modelos matemáticos. Cada país tiene su propio modelo matemático, pero los más utilizados son los de Europa central, Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Japón y el Reino Unido.

Modelo digital francés

Hoy en día la meteorología se realiza en gran medida con el software que realizan las simulaciones digitales de la atmósfera. El modelo utilizado en el estado francés, llamado Arpège, se puso en marcha en 1993 y emite diariamente dos pronósticos.

Lo primero que hace este modelo es dividir la atmósfera en pequeños cuadrados. El principal avance de este sistema es la posibilidad de modificar la resolución, es decir, el tamaño de las casillas pequeñas. Así, para tener una gran precisión, en el Estado francés se trabaja a una resolución de 20 km y en las antípodas a 250 km. Además, por ejemplo, si por la existencia de una guerra se quiere obtener una precisión mayor de la habitual en una determinada región, se puede adaptar la resolución. A continuación, a partir de la información recibida vía satélite en ese momento, se calculan las diferentes evoluciones que puede tener cada punto. Estas evoluciones se consiguen modificando ligeramente las condiciones iniciales. Al meteorólogo le queda identificar la ruta más probable y, por supuesto, se basa en su experiencia.

Foto tomada por Meteosat.

Todas estas informaciones se recogen en Tolosa, en Francia, y a cada uno de los centros de la red meteorológica sólo le llega la información que le interesa. Una vez obtenida esta información, en el centro de Biarritz, teniendo en cuenta el relieve del País Vasco y la influencia del mar, anuncian con mayor precisión el tiempo atmosférico. Y es que, a pesar de ser un buen ejemplo para trabajar a gran escala, le falta precisión para trabajar a escala de Euskal Herria. Por ejemplo, para el modelo, Larrun tiene un relieve de entre 100 y 200 metros y en realidad tiene unos 900 metros. El Sr. Laffite ha subrayado que "en el País Vasco existen contrastes importantes debido, por un lado, a la influencia del mar y, por otro, a la importancia del relieve".

Por el momento, aunque los avances tecnológicos han sido espectaculares, para hacer predicciones meteorológicas es imprescindible tener en cuenta el conocimiento de los meteorólogos

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