Existen mapas de diferentes tamaños, precisiones, colores, información y escalas. Y es que, en función del viaje que se quiera realizar, se elegirá un mapa en el que se localicen albergues y zonas espectaculares, o una carretera más pequeña, o recorridos de montaña, etc.
En general, se distinguen dos tipos de mapas: mapas topográficos que ofrecen una representación exacta de un determinado terreno, y mapas especializados o temáticos que muestran todo tipo de fenómenos cuantitativos y cualitativos.
Sin embargo, los primeros pasos para completar todos estos mapas son similares, aunque existen varias técnicas. La técnica más antigua se basa en mediciones topográficas locales, pero al igual que otras áreas, la cartografía ha estado impulsada por avances tecnológicos.
En la actualidad, los cartógrafos se basan en fotografías tomadas de los aviones para realizar mapas o en imágenes obtenidas vía satélite. De esta forma, y para felicitar al viajero con poca orientación, todos los mapas se actualizan fácilmente. En ese sentido, al menos, no hay excusa para perderse.
La topografía se basa en medidas de ángulos y distancias para la representación sobre papel de los terrenos. La primera función del topógrafo consiste en situar en el plano los puntos conocidos, es decir, los vértices geodésicos. Después, midiendo distancias y ángulos, deberá situar el resto de puntos en función de esos puntos.
Por supuesto, es una técnica que requiere mucho tiempo y que además tiene un grado de error en función del material y de la precisión del topógrafo. Por ello, en la actualidad la topografía se utiliza para medir zonas privadas, obras públicas y, en general, mediciones a gran escala. También son los topógrafos los que seleccionan la información adicional que aparecerá en el mapa.
Para la realización de mapas a escala inferior a 1/20.000, es decir, para la aparición de ámbitos territoriales mayores, es más habitual basarse en fotografías tomadas del avión o imágenes tomadas vía satélite.
La fotogrametría se basa en fotografías tomadas del avión para realizar mapas. Claro, las fotos no se hacen de cualquier manera, el avión sigue un recorrido concreto y la cámara de fotos utilizada es automática.
Es muy importante que el avión vuela a altura constante y haga estas fotos con la máxima precisión. Gracias a estas fotografías se deducirá, entre otras cosas, la escala y el relieve.
La escala depende de la distancia focal del objetivo de la cámara de fotos y de la altura del avión en el momento de sacar la foto. Y cuanto menor es la escala, mayor es la parcela que aparece. Por ejemplo, si la escala es 1/25.000, un centímetro en papel representa 250 metros. El
relieve también está relacionado con la precisión de las fotografías. De hecho, si el terreno fotografiado es plano no es necesario deducir el relieve, pero ¿qué ocurre en las zonas montañosas? Si se toman las fotos con el eje vertical respecto al suelo, ¿cómo se deduce la altura de las cumbres?
En ello tiene mucho que ver la similitud entre dos fotos consecutivas. No es casualidad que sean muy similares en dos fotos. Normalmente, la diferencia de una foto a otra es de sólo un tercio del terreno que fotografía.
El puzzle se compone de fotografías superpuestas y se deduce la altura de cada punto del suelo. Para ello, los técnicos se basan en los principios de la estereogrametría y se dice que dos fotografías consecutivas forman un par estereoscópico.
Una vez tomadas todas las fotos, comienza el trabajo de laboratorio. Para empezar, en función de los puntos geodésicos y de nivel, hay que marcar los puntos de referencia en la foto.
A continuación se procede a la restauración. Es decir, es hora de completar mapas desde las fotos y, entre otras cosas, de precisar el relieve. Para ello se basan en los principios de visión biocular o estereoscopia.
Por lo tanto, el trabajo más complicado está hecho. No obstante, dado que el documento obtenido o estereominutado es un mapa mudo, los topógrafos que actuarán sobre el terreno deberán completarlo.
También se dice que esas fotos son trampas, oscuros y mudos. De hecho, es fácil confundir un montón de paja con una chabola, es imposible ver los caminos forestales y de túneles y no aparecen los caminos peatonales de los montes o las limitaciones administrativas.
La nueva cartografía surge al sustituir las imágenes por satélite por fotografías de los aviones. Esto ocurrió cuando el satélite americano Landsat, puesto en órbita en 1970, ofreció una nueva visión de la Tierra. Además, el modelo digital y los sistemas de información geográfica (SIG) han contribuido de forma importante a la cartografía.
Las imágenes permanentes tomadas por satélite permiten actualizar los mapas con gran facilidad y precisión. Además, la evolución de la vegetación, el desarrollo industrial, las nuevas carreteras... todo se mide y controla gracias a imágenes vía satélite.
Una de las mayores aportaciones de los satélites a la cartografía ha sido proporcionar información de gran precisión. Para ello, la Tierra se representa mediante radiaciones de diferentes longitudes de onda.
Para deducir el relieve de la Tierra se basan tanto en el flujo de ondas de radar como láser. Es decir, el satélite mide el flujo de las ondas reflejadas en la superficie terrestre. Es evidente que cuanto mayor sea el relieve, más rápido será el recorrido de la onda satelite-terra-satélite. Para poder llevar a cabo esta técnica, los satélites están provistos de radares y láser.
Una de las principales diferencias entre radar y láser se manifiesta en los estudios oceánicos. Los radares emiten ondas de radio que, al no ser muy penetrantes, reflejan las superficies del mar. En los láseres, por el contrario, se utilizan ondas muy penetrantes que no se reflejan hasta tocar el fondo. Así, es recomendable utilizar el radar para medir las fluctuaciones de las mareas, pero por el momento el único medio para conocer el relieve del fondo marino es el láser.
Fotos aéreas, información vía satélite, mediciones locales… cada vez hay más información en manos de topógrafos y geólogos, pero para avanzar en la cartografía no basta con tener más información. Además de la elaboración de mapas detallados y su fácil actualización, toda esta información debe estar disponible y organizada para una adecuada ordenación del territorio.
En la actualidad, los sistemas de información geográfica constituyen una fuente de información imprescindible para los profesionales que trabajan en estas áreas. Estos sistemas están constituidos por una serie de datos detectados en el espacio que contienen información sobre las zonas terrestres. Son de gran utilidad para actualizar la información sobre ámbitos que se repiten y así orientar la adecuada ordenación del territorio.
Y es que además de informar sobre geología, clima, agricultura, agua, etc., estos datos se entrecruzan. Esto permite, por ejemplo, conocer de antemano el impacto de la construcción de un nuevo centro comercial en cada uno de estos ámbitos.
La cartografía ha pasado de ser una representación simple del espacio a nuevos retos. En este sentido, un importante proyecto de futuro es el atlas electrónico de las carreteras. Este atlas dibujará, según el vehículo, el recorrido más corto, rápido o económico entre dos puntos.
Principio de estereogrametría
Los mapas basados en fotografías tomadas de los aviones se basan en la estereoscopia.
Para entender qué es esta técnica, pensemos que hemos sacado fotos alrededor del monte Larrun y que la cima del monte aparece en dos fotos consecutivas. Como el avión ha avanzado en su recorrido, la cima se presenta desde distintas perspectivas.
(Fuente: CCRS/CCT).Ahora dibujemos una línea recta que va desde la primera y segunda posición del avión hasta la cima. La altura de la cima depende de la distancia entre los dos puntos en los que estas líneas se encuentran con el terreno, que se denomina paralaje. A mayor paralaje mayor relieve (ver esquema).
Por supuesto, para basarse en este principio es imprescindible conocer la distancia entre las fotos y el vuelo del avión a altura constante.
No pensemos, sin embargo, que los topógrafos y técnicos calculan punto por punto la altura. Para ello se utilizan aparatos complejos basados en estos principios.