Este otoño, Elhuyar ha organizado unas jornadas sobre Ciencia Abierta y RRI en las que hemos recogido las reflexiones de dos investigadores. Han identificado los pasos necesarios para avanzar en esta forma de entender la ciencia.
Todos nos hemos dado cuenta de que en Europa no somos capaces de innovar desde los avances científicos y decimos que vivimos una “paradoja europea”. Para dar respuesta a este grave problema, los Estados miembros europeos y la UE han puesto en marcha una serie de iniciativas políticas que no encajan en sus prioridades.
Una de estas políticas impulsadas por la UE fue denominada inicialmente como Investigación e Innovación Responsable (RRI) y posteriormente asociada al concepto de Ciencia Abierta e Innovación Abierta. Una de las medidas que impulsan estas iniciativas es compartir la responsabilidad en la toma de decisiones en materia de investigación e innovación con un amplio conjunto de agentes sociales. La identificación de estos agentes debe tener en cuenta a científicos de diferentes disciplinas, agentes decisorios de políticas y representantes de organizaciones de la sociedad civil y de la comunidad educativa y de la industria. En algunas experiencias se ha comprobado que dedicar más tiempo a este tipo de entrevistas puede aportar mejoras en la gobernanza de la investigación y la innovación, lo que puede contribuir a mejorar su impacto social y a resolver nuestra paradoja.
Los días 10 y 17 de octubre me gustó participar en dos sesiones de reflexión sobre Ciencia Abierta y RRI de la mano de Elhuyar y dentro del proyecto Zientziakide*. Los participantes coincidieron en la idea de que tenemos que avanzar en el camino hacia este cambio transformador y elaboraron una lista de recomendaciones. Además, próximamente se hará llegar el listado al Gobierno Vasco. Las recomendaciones aún se están consensuando pero, entre otras cosas, destacaría la propuesta de un cambio en la forma de evaluar a los investigadores y la necesidad de financiar proyectos de I+D+i enfocados a los retos sociales para impulsar un trabajo más sistémico y menos compartimentado. El proceso de cambio de paradigma en la forma de investigar no ha hecho más que empezar.
Pensemos en las demencias y, concretamente, en el alzheimer. O la electromovilidad sostenible, la alimentación, la protección del medio marino y otros muchos retos complejos. Imaginemos una edición genética y nanochips para manipular el cerebro. Para fomentar el conocimiento y la innovación es cada vez más frecuente la responsabilidad de integrar agentes, puntos de vista y cuestiones. Y es que es imprescindible fomentar la cooperación entre conocimientos, el respeto a los puntos de vista y la corresponsabilidad; es imprescindible imaginar con anticipación futuros, deseados, nocivos, marginados, si se quiere realizar investigación, desarrollo e innovación de forma responsable.
Uno de los objetivos e ideales de la ciencia siempre ha sido actuar con responsabilidad, claro está. Sin embargo, con el tiempo, las formas de entender lo que es ser ciencia y científico responsable están cambiando. En los talleres del proyecto Zientziakide* hemos comprobado que los científicos tienen muchos puntos de vista sobre la responsabilidad; la libertad científica, la motivación para la investigación, las formas de entender la responsabilidad no son unívocas. Con todo, los participantes han valorado como opcional el RRI (Investigación e Innovación Responsable) como respuesta a grandes retos en general.
Sin embargo, según se ha confirmado en los talleres, la trayectoria del RRI -y otros enfoques similares- está condicionada por el lugar y peso que tienen en las prioridades de las políticas de investigación e innovación (programas estratégicos, líneas de financiación, sistemas de evaluación, incentivos), la formación y formación que recibimos en la educación científica y en el itinerario de investigación, la comprensión de la ciencia y de las relaciones de la ciencia con la sociedad, la definición del tema, el diseño y los procedimientos de la calidad del proyecto y la ejecución, los métodos de experimentación. Su combinación explica qué entendemos por investigación responsable.
*El proyecto Zientziakide se ha realizado en colaboración con: Departamento de Educación del Gobierno Vasco, Diputación Foral de Gipuzkoa, Fundación Kutxa, Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades del Gobierno español.