Peary no llegó al polo

Robert Edwin Peary ha sido hasta ahora un hito en la historia de las exploraciones polares, a quien se acusaba de ser el primer hombre en llegar al Polo Norte. Ahora se está cuestionando la llegada y la palabra estafa va de la palabra a la palabra.

El explorador británico de polos, Wally Herbert, hace meses, ha vuelto a revisar el diario y los documentos de la expedición de Peary y ha descubierto que el diario de navegación de Peary no es muy exacto y está lleno de grandes lagunas. Por ejemplo, el periódico no dice qué hizo Peary en las 30 horas que estuvo en el Polo Norte y ¡por fin el Polo escrito en una aguja insertada en páginas blancas! nada más.

La primera vez que el logro de Peary se pone en cuarentena no es ésta. El escepticismo de Hebert no altera a nadie. Dennis Rawlins, otro explorador, afirma que nunca tomaba datos astronómicos limitables por Peary.

Esto no quiere decir que Peary fuera estafado. Si por error de navegación no llegó exactamente al Polo Norte geográfico, podía circular dentro de un radio de 100 km. Esto no quitaría méritos a Peary.

Sin embargo, a la vista de los archivos de Peary, Rawlins ha encontrado unos documentos ocultos por Peary, según los cuales Peary sabía, según mediciones de sexo, que el punto más alejado había llegado a 195 km del Polo Norte. Peary, por tanto, miente cuando volvió.

¿Por qué estuvo tan cerca? Porque no tenía suficiente alimento por un lado y el hielo por otro estaba muy peligroso (recuerda que el Polo Norte está sobre el mar y que si se rompe el hielo hay peligro de caer al agua). Sin embargo, Peary no era el único culpable de esta estafa. De hecho, Isaiah Bowman, directora de la American Geographical Society, tras la muerte de Peary analizó todos sus papeles y no dijo ninguna ficha.

Para terminar, hay que culpar a Roald Amunsende, que conquistó el Polo Sur la conquista del Polo Norte, al que llegó en zeppelín.

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