Cebolla

En la familia de los liliáceos predomina el género Allium. Muchas especies de este género forman bulbo bajo tierra (tallo engrosado) y todas son ricas en aceites esenciales con azufre. Estas sustancias ayudan a las plantas del género Allium a prevenir el cáncer y a reducir los niveles de colesterol en sangre. Son de este género la cebolla, la cebolleta, el puerro, el ajo y el espárrago. En esta ocasión nos centraremos sobre todo en la cebolla y el ajo.

La cebolla es el bulbo de la planta que lleva el mismo nombre (Allium cepa). Este bulbo no es una raíz, como muchos creen, sino un tallo engrosado bajo el suelo. La verdadera raíz está formada por filamentos que nacen por debajo del bulbo. Se siembra en climas templados y los principales países productores del mundo son China, India, Estados Unidos, Rusia, Japón y España.

Desde la época egipcia se conocen las propiedades medicinales de la cebolla. Hace 3.500-4.000 años, los participantes en la construcción de las pirámides comían la cebolla, y no por sus kilocalorías, sino para curar las bronquitis y las neumonías que se capturaban trabajando.

La cebolla tiene muy pocas kilocalorías: 38 kcal/100 g. La mayor parte de la energía proviene de los carbohidratos: glucosa, sacarosa y otros, que suponen el 6,83% de la cebolla. Su contenido en proteínas es bajo (1,16%) y prácticamente nulo (0,16%).

Contiene prácticamente la totalidad de las sales minerales y vitaminas, aunque en pequeñas cantidades, a excepción de la vitamina B12, destacando su contenido en potasio (157 mg/100 g) y azufre.

Pero las más destacadas son las sustancias no nutritivas que provocan una importante actividad fisiológica en el cuerpo. Por ejemplo, los aceites esenciales, responsables de ese olor característico de la cebolla. Es un aceite muy volátil y de composición compleja. Contiene más de cien sustancias diferentes, entre ellas el disulfuro de alilo y el tiosulfinato. Los flabonoides son sustancias glucosídicas que facilitan la circulación de la sangre. Evitan los coáculos y evitan la oxidación de las lipoproteínas de baja densidad causantes de la arterosclerosis. El flabonoide más activo es la queritrina.

De hecho, se atribuyen las propiedades más importantes de la cebolla a los aceites esenciales y a los flabonoides, que la convierten en antibiótico, antiasmático, diurético, antitumoral y protector de corazones y arterias.

Debido a que este aceite esencial es muy volátil, impregna rápidamente los tejidos del cuerpo, por lo que afecta a varios órganos. A continuación se citan los efectos científicamente constatados hasta el momento:

Problemas respiratorios

Los componentes con azufre de aceite esencial pasan inmediatamente al estómago a la sangre y son expulsados de los pulmones. Por eso, a los pocos minutos de comer la cebolla, el aliento adquiere un olor característico. La cebolla mucolítica (deshace la gruesa mucosidad), el expectante (facilita la expulsión de la mucosidad bronquial) y el antibiótico. Todas las infecciones respiratorias (sinusitis, bronquitis, neumonía...) mejoran con la administración de la cebolla y el propio asma gracias al tiosulfinato.

Arterosclerosis y problemas arteriales

Diversos estudios demuestran que la quercina de la cebolla evita la arterosclerosis y la trombosis, ya que mejora la circulación sanguínea.

Problemas renales

Aumenta el volumen de orina y facilita la eliminación de residuos ácidos. Por eso se dice que tiene un efecto alcalinizador. Se recomienda comer mucha cebolla a personas con piedras o infección en los riñones.

Trastornos hepáticos

Favorece la función decotoxicante de este órgano. En caso de hepatitis crónica o cirrosis es muy recomendable.

Cáncer

Un estudio realizado en China reveló que los que comían mucha cebolla y ajo tienen menos riesgo de sufrir un cáncer de estómago.

Para conseguirlo, lo ideal es comer cebolla cruda, a excepción de los que tienen ulva gástrica o gastritis. Estos últimos deben comer cebolla cocida o asada. Para comer en crudo es conveniente añadir unas gotas de limón. La cocción facilita el consumo, pero reduce los efectos medicinales. Conviene cocerla en muy poco tiempo (menos de un minuto) para evitar en la medida de lo posible los efectos y tomar caldo para aprovechar también sus propiedades. La quema también es dulce, pero cuanto más tiempo arda menos efectos medicinales.

Cebolleta (Allium fistulosum)

Especie situada entre la cebolla y el puerro. La cebolla es más tierna que la normal y, además de bulbo, se consumen hojas y tallo. Contiene los mismos nutrientes y sustancias medicinales que la cebolla, pero a menor concentración. Se puede tomar en ensalada crudo o con otras comidas (tortilla...).


Ajo

El ajo (Allium sativum) es el mejor amigo de la cebolla, ya que normalmente se utilizan juntos en la cocina, y se considera curativo contra siete enfermedades.

Se ha utilizado como medicinal durante más de cinco mil años. Tiene su origen en Asia y se siembra principalmente en tierras calientes.

Al ser del género Allium, es rico en aceites esenciales con azufre y se utiliza contra diversas enfermedades: antibacterias, regulación de la tensión arterial, disminución de los niveles de colesterol y azúcar en sangre, mejora de la circulación sanguínea, cáncer, etc.

Por todo lo expuesto, os invitamos a utilizar la cebolla y el ajo en la preparación de cualquier comida (ensaladas, verduras, legumbres, carne, pescado, tortillas...). Que esos dos no falten en nuestras cocinas en beneficio de la salud.

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