Nosotros podemos disfrutarlas. En ellos podemos coincidir con la naturaleza y dominar la naturaleza. ¿Nuestros hijos y nietos tendrán la misma oportunidad? Está en nuestras manos. Si a la naturaleza le merecemos el debido respeto y cuidamos el medio ambiente, podremos alargar el patrimonio que tenemos entre manos, que no es el nuestro, a nuestros herederos.
La naturaleza ha sufrido numerosos ataques entre nosotros. El País Vasco es pequeño y tiene una población relativamente elevada. En consecuencia, la presión humana sobre la naturaleza aumenta. El ataque se manifiesta sobre todo en la vertiente cantábrica. Los bosques se han derribado y plantado con especies extrañas, los animales han sido atacados (en muchos casos caducados), los ríos y arroyos están manchados, los montes han sido cubiertos de tierras y rellenos por la causa de las pistas realizadas sin sentido y las marismas y zonas húmedas. Los antiguos ecosistemas de Euskal Herria se encuentran alterados y degradados, permaneciendo en su estado original en pocos lugares.
Educar a nuestra sociedad en el respeto a la naturaleza. Pero eso no es suficiente. Además de educar a la sociedad en el respeto a la naturaleza, debemos protegerla de los ataques que pueden sufrir estos espacios naturales singulares. Para ello es necesario elaborar y aplicar la legislación adecuada. Los medios y territorios protegidos son una forma (no la única) de asegurar la conservación del patrimonio natural de los vascos. ¿En qué situación se encuentran los espacios protegidos en Euskal Herria?
A la hora de analizar el grado de protección de la naturaleza en el País Vasco, nos limitaremos al País Vasco peninsular al no haber podido recoger datos sobre el País Vasco Norte. A pesar de ser lamentable, muchas veces no podemos tomar Euskal Herria en su totalidad.
Antes de analizar la situación de los medios protegidos en el País Vasco peninsular, se mencionan las posibilidades de protección del medio ambiente que ofrece la legislación española. En el Estado existe un amplio abanico de leyes que velan por la protección del medio ambiente. Destacan: Ley de Espacios Naturales Protegidos, Ley de Montes, Ley de Pesca Fluvial, Ley del Agua y Ley del Suelo. La Ley de Espacios Naturales Protegidos, directamente vinculada a la protección, clasifica los territorios protegidos en cuatro categorías: Reservas Integrales de Interés Científico, Parques Nacionales, Parajes Naturales de Interés Nacional y Parques Naturales.
Vamos a analizar cada uno de estos niveles.
El nivel de protección más alto corresponde a las Reservas Totales de Interés Científico. Normalmente las zonas de gran superficie no son, además, de gran interés científico. Estos entornos protegidos se limitan a la investigación científica. Su objetivo es doble. Por un lado, se trata de proteger, preservar y mejorar completamente estos medios y, por otro, de evitar las acciones que impliquen su modificación, perturbación, deterioro y transformación. No existen lugares de este nivel en el País Vasco, si bien las Reservas Totales a las que hace referencia la legislación publicada por el Gobierno de Navarra son muy similares. En esta categoría se encuentra la Reserva Biológica del Parque Nacional de Doñana.
Los Parques Nacionales, por su parte, se implantan en territorios de gran extensión y su principal objetivo es proteger los ecosistemas que aún no han sido tocados por el hombre para que permanezcan en ellos. Normalmente se encuentran en un paraje muy bonito. No hay parque nacional en el País Vasco, pero son muchos los que visitan el Ordesa de Huesca.
Los Parajes Naturales son, por su parte, zonas de especial interés con una superficie reducida.
Por último, los Parques Naturales tienen como objetivo principal, al margen de la protección, facilitar las relaciones del ser humano con la naturaleza. En definitiva, tienen un objetivo educativo. En Euskal Herria tenemos un parque natural: Bertiz Jaurreria, situada en la falda del Bidasoa en Navarra (Ver Elhuyar. Ciencia y técnica nº 3)
En los tres últimos niveles descritos es posible utilizar recursos naturales, como estar abiertos al visitante, y mantener el objetivo de protección. En la primera no es posible. Estos medios deben dejarse en el mismo lugar y sin contacto.
Administrativamente el País Vasco peninsular está dividido en dos comunidades autónomas. Esta división es también aplicable a las medidas de protección de la naturaleza adoptadas y al estado de conservación. Hay dos situaciones muy diferentes en este campo. Ambas comunidades tienen un eje común que les otorga la legislación. Y esto no es un punto de broma si hay voluntad de usarlo correctamente. Sin embargo, el ejercicio de este derecho por parte de ambas comunidades es diferente.
La Comunidad Foral de Navarra y la Comunidad Autónoma del País Vasco pueden, por un lado, desarrollar la legislación en materia de medio ambiente que se realiza a nivel estatal. Por otro lado, tienen competencias exclusivas para el manejo de los montes y la planificación del suelo, como la capacidad de establecer normas urbanísticas. Esta última posibilidad es una herramienta muy poderosa, ya que permite diseñar, clasificar, escalar e implantar entornos protegidos. En Navarra, por ejemplo, se ha utilizado esta vía para clasificar el uso del suelo y definir los diferentes espacios protegidos.
La situación de la Comunidad Autónoma de Euskadi es lamentable. Por un lado, no ha aplicado la legislación existente en el Estado y por otro, no ha creado legislación propia. En Navarra, por el contrario, se ha aplicado la legislación estatal y se ha creado la propia para cubrir sus lagunas.
Cabe destacar la actitud del Gobierno de Navarra hasta la fecha. Por un lado, ha utilizado las posibilidades que le otorga la ley estatal y, por otro, ha promulgado leyes forales propias para completarlas.
Como consecuencia de la aplicación del primero, desde 1984 el Señorío de Bértiz es el Parque Natural, que comprende 2000 Has.
Por otra parte, la Ley Foral de Normas Urbanísticas de Uso y Protección del Territorio desarrolla determinados aspectos no contemplados en la legislación estatal. La presente Ley Foral clasifica las zonas protegidas en cuatro niveles: Reservas Integrales, Reservas Naturales, Asentamientos Naturales y Áreas Naturales de Esparcimiento. El primero tiene el mayor nivel de protección y el último el menor.
En virtud de esta Ley Foral existen actualmente 3 Reservas Totales y 38 Reservas Naturales en Navarra. Las Reservas Totales se encuentran en Isaba (Ukerdi y Aztaparreta) y en Ochagavía (Lizardoia). 38 Entre las Reservas Naturales destacan los Lagos de Pitillas, las Foces de Arbaiun y Lumbier, Olleta y Putxerri.
Las 41 zonas protegidas por la ley navarra parecen ser muchas. Sin embargo, no es mucho si nos fijamos en la superficie total que ocupan: 9 500 Ha, lo que supone el 1% de la superficie de Navarra. Si comparamos esta superficie con la superficie protegida en el Estado (0,39%) y la media europea (0,62%), se observa que es bastante mayor. Sin embargo, a nuestro juicio, esta superficie no es suficiente y debería ampliarse hasta el máximo posible.
Dejamos la situación en Navarra para ver cuál es la situación de protección de la Comunidad Autónoma. Sin analizar mucho nos daremos cuenta de lo lamentable de las tres provincias. Los alaveses, vizcaínos y guipuzcoanos deberíamos estar avergonzados ante la indefensión de nuestro medio ambiente. No se ha aplicado la legislación estatal y no ha sido promulgada por el Gobierno Vasco. En la Comunidad Autónoma se puede afirmar que no existe un entorno suficientemente protegido. Por un lado están los Refugios de Caza y las Vedas de Caza. La única medida de protección en estas zonas es la no práctica de la caza o su realización en condiciones especiales. Por otro lado, hay unos Parques Comarcales. Su principal objetivo es la organización de espacios especiales en los que el hombre pueda entrar en contacto con la naturaleza, limitando los lugares de ocio de la gente.
En la Comunidad Autónoma se quiso avanzar por el camino emprendido en Navarra y con ese propósito se diseñó en la Consejería de Medio Ambiente un LOTURA (Ley de Ordenación del Territorio y Urbanismo). Esta proposición de ley fue remitida a la Asamblea Legislativa para su debate en la misma, pero fue retirada de Lege-Bitzar cuando en marzo de 1987 se constituyó el nuevo gobierno de coalición. La intención, en nuestra opinión, ha sido meritoria, como la tos de la cabra.
El medio ambiente de la Comunidad Autónoma no está protegido. Más aún, diríamos que existe una falta total de protección y si no se adoptan medidas de protección más pronto que en breve, nuestros herederos recibirán un patrimonio natural degradado.
Sin duda, para que los espacios naturales permanezcan en su estado natural deberán adoptarse medidas de protección y declararse, en mayor o menor medida, extensos territorios. Sin embargo, todos los esfuerzos realizados en esta vía pueden resultar banales si no se adoptan otras medidas de acompañamiento. Lo importante es educar a la sociedad en el amor y el respeto a la naturaleza. La protección de amplios territorios es una tarea inútil si no se conciencia a la sociedad sobre sus significados, funciones y obligaciones. Nos gustaría que las zonas protegidas fueran como islas vírgenes en el mar de la barbarie y la catástrofe. Los espacios protegidos son una imagen de respeto a la naturaleza, pero el respeto no debería limitarse a ellos. ¿Para qué serviría, por ejemplo, que en un tramo de río protegido las aguas fueran lo suficientemente limpias como para que las nutrias vivieran, si el río no pudiese mantener la vida fuera de esa zona?
La sociedad vasca, desgraciadamente y desgraciadamente, no está educada en el amor de la naturaleza y aunque sea lamentable, debemos reconocer que es así. En nuestro país se hacen disparates perversos y la responsabilidad es de todos. En buena parte es la de las autoridades que hemos elegido, porque no toman las medidas adecuadas por un lado y porque no muestran mucha voluntad por otro. Pero en otra parte es nuestra, porque nuestras acciones lo demuestran. ¿Cuántos son, por ejemplo, los que se consideran naturalistas y acuden al monte: los que depositan sus residuos?