Se llama hipertensión a una cifra elevada de tensión sanguínea. Pero, claro, eso requiere que previamente sepamos cuándo las cifras son “normales”, porque no todas las personas tienen las mismas cifras de tensión dentro de la normalidad.
Arbitrariamente, la Organización Mundial de la Salud exige dos condiciones para la definición de la hipertensión: presión sistólica Ž160 mm Hg y presión diastólica Ž95 mm Hg, siempre en personas adultas.
¿Y qué son esas cifras?
La presión sistólica (o alta, como dice la gente sencilla) corresponde a la contracción del ventrículo izquierdo. Esta cifra nos indica el momento en el que la sangre comienza a pasar por la arteria comprimida.
La presión diastólica (o baXua) corresponde al descanso cardiaco. Cuando empezamos a vaciar el aparato de toma de tensión, la arteria vuelve a su estado normal y la sangre comienza a circular con normalidad hasta no oír ningún ruido. A este momento corresponde la cifra diastólica.
En este punto podríamos decir casi tantas opiniones. Es decir, un montón de ideas, creencias o creencias erróneas o falsas sobre estas cifras es enorme. Mencionaré dos de ellos. Son aquellos que no tienen en su base grandes razones científicas, pero que en la práctica se cumplen bastante bien.
Por lo tanto, según las dos leyes falsas anteriores, la tensión normal de la persona de 28 años sería 12/7 y la de la persona de 67 años 16/9.
El hipertenso representa entre un 15-19% de la población, es decir, una de cada 5-6 personas tiene una tensión elevada. Sin embargo, el 40% no sabe que es hipertenso. De los 60% que saben que son hipertenses, la mitad no acude al médico. Por tanto, no toma medicación ni tratamiento. Y por último, sólo la mitad de las personas que acuden al médico están correctamente tratadas.
El paciente debe estar completamente tranquilo (tanto física como psíquicamente). Si es posible, debería estar tumbado sobre una camilla 5 minutos antes, en una habitación tranquila, sin fumar. (Es evidente que esto prácticamente nunca se cumple).
Coloca el brazo sin ropa hasta el hombro para que la manguita pueda colocarse bien y la ropa no presione sobre la arteria del brazo. El brazo debe estar apoyado.
Normalmente la tensión se toma en la arteria humeral. Por ello, la bolsa de goma de la manguera se colocará sobre la parte delantera del brazo, quedando su borde inferior por encima del codo a una distancia mínima de 2 cm.
La tensión sistólica se determina primero por palpación. Para ello la manguita se hincha rápidamente hasta que desaparece el pulso de la arteria radial. A continuación se vacía lentamente (10 mm Hg cada 2-3 segundos) hasta que el pulso vuelve a aparecer, momento en el que nos da máxima tensión arterial.
A continuación se vacía completamente la manguera y se vuelve a tomar la tensión, esta vez por auscultación. El latido de la arteria humeral se localiza en el pliegue del codo y es ahí donde se coloca el estetoscopio sin excesiva presión. Se vuelve a encender la manguito hasta una presión de 20-30 mm más Hg que la presión sistólica encontrada previamente con el método de palpación. A continuación comienza a desalojarse lentamente hasta oír el primer sonido (tensión arterial sistólica) y se continúa vaciando para determinar la tensión arterial diastólica (cuando se deja de oír los sonidos).
El punto a tener en cuenta es el brazo en el que, normalmente en el brazo derecho, se obtienen cifras de 2-10 mm Hg más altas.
Por último, no olvides los posibles fallos en la toma de tensión (debidos al aparato, ruido en el ambiente, etc., producidos por la persona que toma la tensión, estado de nerviosismo del paciente, etc. ).
Los síntomas son escasos y escasos, y no hay razón para llamar a la hipertensión arterial “asesino en silencio”.
Por otro lado, los síntomas no son excesivamente específicos: dolores de cabeza (55%), mareos (50%), calambres (44%), nerviosismo (40%), palpitaciones (37%), problemas de visión (36%), fatiga (30%), compresión precordial (26%) o sudoración (13%) son los más habituales.
Sus cifras de tensión sean superiores a 160 mm Hg y 95 mm Hg en tres tomas consecutivas, dejando un plazo de una semana entre ellas. Ver imagen adjunta.
Ojo con presión arterial diastólica o baja y mm en Hg
El tratamiento debe ser:
Se pueden plantear medidas muy variadas, pero antes de todo es necesario que el enfermo tenga clara la importancia del cambio de vida en la mente.
Tratamiento | Edad 40 años | Edad 40-59 años | Edad 60 años |
Imprescindible Recomendable Opcional Inútil | 130-110 105-100 95 90 | 130-115 110-105 100-95 90 | 130-120 115-110 105-100 95 |