El diagnóstico precoz del glaucoma, fundamental

Kortabitarte Egiguren, Irati

Elhuyar Zientzia

¿Cuándo realizó su última revisión visual? ¿No te acuerdas? Bueno, puede que nuestros ojos necesiten más atención. De hecho, el glaucoma es una de las enfermedades más frecuentes en el ojo, y si no se trata adecuadamente y a tiempo se puede perder total o parcialmente la vista. Un grupo de investigación de la UPV está trabajando para impedirlo y recientemente ha recibido un premio.

El prestigioso American Glaucoma Foundation ha premiado el proyecto de la Facultad de Medicina de la UPV. Esta organización ha premiado por primera vez una investigación europea.

El objetivo del proyecto es crear modelos animales con glaucoma en los que se puedan investigar los mecanismos celulares y moleculares causantes de la enfermedad. Este grupo trabaja con cerdos.

Pretenden definir metodologías que permitan prevenir la enfermedad o, al menos, permitir un diagnóstico rápido y desarrollar terapias para frenar la ceguera causada por la enfermedad. Gracias al premio, los investigadores recibirán un total de 120.000 dólares en dos años.

El equipo dirigido por Elena Barrio, que cuenta con ocho investigadores, ha recibido recientemente el primer premio de la ONCE en la 3ª edición de los Premios Internacionales a la Biomedicina, la I+D y las Nuevas Tecnologías para Ciegos.

Glaucoma

La enfermedad que sufre el globo ocular se caracteriza por un daño irreversible en las fibras del nervio óptico. Esto es debido al aumento de la presión interna del ojo.

Glaukoma proviene del griego y hace referencia al color verde que toma la pupila (glaukos = verdel).

Operación de un cerdo con glaucoma.
R. Vecino

¿Pero por qué se forma el glaucoma? La estructura del globo ocular alimenta al humor en el interior del ojo. El humor es un líquido totalmente transparente o fluido que es atravesado por la luz. Así, la luz incide en la retina sin interferencias. El humor líquido se forma en el cuerpo ciliar y se mueve a través de la pupila hasta llegar a la cámara delantera del ojo. Allí alimenta la superficie anterior del cristalino y la córnea. Es un tráfico muy simple. Pero cuando se altera pueden surgir graves problemas.

Si a la cámara delantera del ojo entra más líquido de lo que puede salir, la presión aumenta y esta presión es soportada por las fibras del nervio óptico. La presión del humor intraocular varía de una persona a otra, generalmente entre 12 y 21 mmHg.

El glaucoma es una de las enfermedades más frecuentes en el ojo; cada año se diagnostican dos millones de casos nuevos en el mundo. La existencia de antecedentes familiares, la edad y la raza son algunos de los factores determinantes de la enfermedad. En la mayoría de los casos del glaucoma, la presión ocular aumenta provocando la muerte de las células de la retina hasta que el enfermo se queda ciego.

Además, los especialistas que tratan el glaucoma se enfrentan a un grave problema: no aparecen síntomas hasta que la enfermedad está muy avanzada y, por el momento, no se sabe por qué mueren las células.

Cuanto antes se detecta el glaucoma, más eficaz es la posibilidad de tratamiento. Sin embargo, en enfermedades que inicialmente no presentan síntomas, la única forma de diagnosticarlas es mediante un examen del oftalmólogo.

Por lo tanto, teniendo en cuenta que la detección temprana es fundamental para evitar la pérdida de visión, conviene realizar una revisión visual periódica. Además, una vez alcanzada una determinada edad, unos 50 ó 60 años, todos deberíamos analizar la vista con cierta frecuencia (medir la presión interna del ojo, etc.), ya que la misma edad es un factor de riesgo.

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Tipos de glaucoma

Fotos: R. Vecino

Aunque los oftalmólogos distinguen decenas de tipos, los más básicos son sólo tres:

    Glaucoma congénito: pasa de padres a hijos. Inmediatamente después de nacer, el niño, además de emitir numerosas lágrimas y fotofobia, tiene un gran globo ocular.
    Glaucoma crónico de ángulo abierto: es el más frecuente y produce fallos en el sistema de eliminación del líquido. Poco a poco y sin que aparezcan síntomas, la detección temprana no es fácil. Sólo se puede diagnosticar midiendo la presión interna del ojo.
  • Glaucoma agudo o de ángulo cerrado: aparece de forma brusca y produce mucho dolor como si estuviera clavado en el ojo. La visión disminuye bruscamente, el paciente la ve borrosa.

Los síntomas del glaucoma congénito y del glaucoma agudo son bien conocidos desde los inicios de la enfermedad, a diferencia del glaucoma crónico. En este último, al principio no se perciben síntomas y cuando aparecen, como el nervio óptico suele estar dañado, se pierde la vista: sólo se ven bien las cosas que están delante, mientras que las laterales o las que se miran por el contorno del ojo son difícilmente visibles. Esta pérdida de visión es cada vez más grave si no se da solución.

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