2001/06/01
166. zenbakia
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Cerezas
Texto generado por el traductor automático Elia sin revisión posterior por traductores.
Elia Elhuyar
En esta época se ven estos pequeños frutos rojos dándoles color los primeros días de verano.
Las cerezas se consumen en Europa desde la época romana y griega. Aunque no tienen muchas posibilidades de desarrollarse en las regiones tropicales, por su suave sabor, son muy aceptadas y gustadas en los cinco continentes.
En su composición se encuentran todos los alimentos en pequeñas cantidades. El componente mayoritario, al igual que en otros frutos, es el agua (80,8%), seguido de los hidratos de carbono de tipo azúcar (14,3%), siendo la más importante la fructosa, por lo que los diabéticos pueden consumir cerezas con mayor tranquilidad que otros frutos. Las grasas, al igual que las proteínas, suponen el 1% de la composición de las cerezas. Las vitaminas A, B, C y E se encuentran en cantidades muy pequeñas, así como las sales minerales y oligoelementos: calcio, fósforo, magnesio, hierro, sodio, potasio (el más abundante), zinc, cobre y manganeso.
Las cerezas contienen además otros ingredientes no nutritivos pero que nos protegen de ciertas enfermedades:
- Ácidos orgánicos (málico, cítrico…): estimulan las glándulas digestivas y limpian la sangre. Las cerezas de color rojo claro son más ricas que las oscuras en este tipo de ácidos.
- Fibra vegetal soluble, principalmente pectina: Con 100 g de cerezas se obtiene el 10% de la fibra diaria recomendada. Esto explica sus funciones laxantes e hipolipemiantes y su capacidad para reducir los niveles de colesterol en sangre.
- Flabonoides: gracias a ellos la cereza posee propiedades diuréticas, antioxidantes y anticancerígenas. Entre los flavonoides de la cereza destaca el ácido elágico. Las últimas investigaciones han demostrado que este ácido neutraliza sustancias potencialmente cancerígenas.
- Ácido salicílico: precursor natural de una aspirina con efectos antiinflamatorios y reumáticos. En cerezas es sólo 2 mg/kg, pero suficiente para resaltar sus efectos.
Por todas estas razones, para que comamos en esta época del año siempre que podamos, teniendo en cuenta que hay que tomar entre 3 y 4 piezas de fruta al día y que, dependiendo de su tamaño, entre 10 y 15 piezas de fruta forman un grano de fruta.