El doctor Gema Frühbeck, responsable del Laboratorio de Investigación Metabólica de la Clínica Universitaria de Navarra, publicó un comentario en el número de noviembre de la revista Nature. En este trabajo presentaba la acuapproteína como nuevo modulador de la biología del adipocito. Es un nuevo concepto. Según esto, la permeabilidad a la glicerol en las células grasas permite modular el tamaño del adipocito, lo que ayuda a controlar la obesidad.
Las investigaciones realizadas hasta el momento se han llevado a cabo en ratones de diferentes familias y genes. A todos ellos se les ha dado de comer de la misma manera y han visto que unos ratones se han cebado y otros no. De estos resultados se extraen las principales conclusiones.
Ya se sabía que las acuaporinas transportan agua a través de las membranas, pero ahora han visto que tienen que ver también con el peso corporal y la adiposidad. De hecho, una subfamilia de acuaporinas, la familia de las acuagliceroporinas, además del agua, transporta pequeños solutos como el glicerol. Por tanto, en el caso de varias moléculas, las acuaglizeriporinas, por decirlo de alguna manera, sirven de puente. Además, se ha detectado que la eliminación de la quiebra residual del tejido adiposo, que es propia de la glicerola, que es la causa de su destrucción, no es capaz de salir de la célula grasa y que se acumula progresivamente en el interior. Es decir, se produce una hipertrofia del adipocito. Si todo esto es largo y se da en más de un adivenito, la tendencia es a engordar.
Además, se ha comprobado que la incidencia de la incidencia de la incidencia de la incidencia de la incidencia de la incidencia de la incidencia de la incidencia de la incidencia de la incidencia de la incidencia en la insulina es elevada. Sin embargo, en el ser humano, la pérdida de esta función no está relacionada con la obesidad o la diabetes. Se ha estudiado el único caso en el que se produce una pérdida de acuapicultura 7 en humanos, y esta persona no presenta síntomas de obesidad o diabetes; el único síntoma que se ha detectado es un ligero aumento del nivel de glicerol en sangre.
Aproximadamente 400 genes participan en la regulación del peso corporal. Hace unos años se pensaba que la obesidad tenía una base genética importante, es decir, se consideraba que los enfermos eran obesos porque sus genes lo condicionaban. Por ello, el Laboratorio de Investigación Metabólica ha analizado el perfil de expresión de los genes asociados a esta enfermedad. Y han visto que algunos genes tienen en algunos casos una mayor propensión a engordar, ya que hay genes que tienden a ahorrar energía y otros tienden a liberar energía. Sin embargo, existen varias razones para el mismo fenotipo de la obesidad. La actual epidemia de obesidad se debe en gran medida a la vida sedentaria y al cambio de hábitos de vida, y no tanto al cambio genético. Sin duda, el desarrollo de la obesidad se debe a la combinación de agentes externos y diferentes genes.
El doctor Gema Frühbeck ha recibido la medalla Sir David Cuthbertson por esta investigación. Esta medalla la otorga la Nutrition Society. La Nutrition Society es la organización científica más prestigiosa de Europa dedicada a la investigación alimentaria. El doctor Frühbeck, por su parte, es el primer investigador del Estado español en recibir esta medalla. Es más, es la primera vez que premian a un investigador que está investigando fuera de Estados Unidos.
A partir de ahora, los investigadores de la Clínica Universitaria de Navarra tendrán como objetivo analizar en profundidad el estado fisiopatológico de la obesidad humana y valorar la modulación de estos canales.