ESA: Europa en el espacio

Al hablar de los proyectos espaciales más importantes en décadas anteriores, en general, había que mencionar los programas organizados por Estados Unidos o la Unión Soviética. Hasta hace pocos años estas dos potencias han sido la vanguardia de la investigación en vuelo espacial. Sin embargo, en los próximos años la situación va a cambiar bastante.

Los once Estados miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA), Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Eire, Reino Unido, España, Francia, Países Bajos, Italia, Noruega, Suecia y Suiza, que forman parte de la Unión Soviética desaparecida, junto con sus dos Potencias finlandesas, han sentado después bases de colaboración.

Durante veinte años ESA ha lanzado diez satélites con fines científicos. Mención especial merecen los satélites COS-B y EXOSAT.

Este año se cumple el vigésimo aniversario de la decisión de crear ESA el 31 de julio. El último convenio que dotó a ESA de estructura legal se firmó el 30 de octubre de 1980. Los objetivos del trabajo que en estas reuniones se encomendó a la Agencia son plenamente pacíficos: por un lado, la investigación del espacio, el desarrollo de la tecnología espacial y el estudio de sus aplicaciones con fines científicos, y por otro, el diseño de sistemas operacionales de investigación espacial. En esta última reunión celebrada en Bruselas se aprobaron los programas Ariane, Spacelab y Marots.

Con el fin de cumplir estos objetivos, ELA ha organizado una particular planificación europea tocando una amplia gama de campos, como son las ciencias puras, las investigaciones sobre microgravedad, la observación de la Tierra, las telecomunicaciones, las plataformas de puesta en órbita, los medios de transporte hacia ella y las infraestructuras terrestres.

Durante veinte años ESA ha lanzado diez satélites con fines científicos (en concreto, para conocer mejor el universo). Mención especial merecen los satélites COS-B y EXOSAT. Por otro lado, son cuatro los satélites que actualmente siguen trabajando: Telescopio espacial IVE, Giotto, Ulysses y Hubble.

Asimismo, ha sido de gran importancia la participación de ESA en las misiones del laboratorio espacial Spacelab y en los experimentos sobre microgravedad realizados en el mismo, o el trabajo del satélite Eureka. Esta última plataforma, lanzada el 31 de julio del año pasado, es el vehículo espacial más grande construido y puesto en órbita por ESA. En él se realizaron setenta y un experimentos diseñados por científicos de ocho estados europeos. Este satélite fue recuperado el 24 de junio por el reemplazo de Endeavour. Otro satélite que ha dado muy buenos resultados ha sido Hipparcos. La comunicación se cortó el pasado mes de agosto tras tres años de trabajo (medio año más de lo previsto).

Sin duda, uno de los retos más importantes para lograr una política espacial autónoma es el de los vuelos equipados con personas. En este ámbito también se han producido avances significativos. El pasado mes de noviembre se cumplen diez años desde que el primer astronauta europeo recorriera el espacio, en la Spacelab, que también fue el primer viaje para este laboratorio. Este año, el 26 de abril se ha lanzado el laboratorio Spacelab D-2 dentro de la cuña espacial Columbia. Este ha sido el segundo vuelo, dotado de personas, que el DLR, la Organización Germánica para la Investigación del Espacio, ha asumido totalmente con éxito.

En cuanto a los lanzadores, los del 1 al 4 de la serie Ariane han tenido un gran éxito económico. La mitad de los satélites comerciales en órbita son los orbitados por algún Ariane.

De cara al futuro, pretenden realizar misiones cada vez más completas y difíciles. Entre ellos se encuentra la misión Spacelab D-3, con un programa de investigación en condiciones de ausencia de peso. Meteosat y los satélites ERS para la observación de la Tierra y el Medio Ambiente se están diseñando, son muchos los lanzamientos para telecomunicaciones: OTS, MARECS, ECS, DRS, ARTEMIS, etc.

Son muchos los objetivos científicos que se pondrán en órbita en los próximos diez años: ISO, para estudiar el Universo en el campo de los infrarrojos; las cuatro sondas de los programas SOHO y CLUSTER analizarán el viento solar y su influencia en la magnetosfera de la Tierra; se enviará junto con el andén Cassini-Huygens hasta Saturno para que nos envíe datos sobre la mayor luna de este planeta (el Titanio).

Sin embargo, los más llamativos de todos los proyectos y que se convertirán en indicadores de la madurez de la ESA son los correspondientes a la serie de estaciones Columbus y al transporte formado por lanzadores Ariane 5 y cuñas Hermes. El primero prevé la construcción de tres estaciones. El primero es Columbus Attached Laboratory, o en resumen CAL. Este laboratorio es una contribución europea a la estación espacial internacional FREEDOM y se diseñará para que tenga una vida de treinta años. Se utilizará sobre todo para investigar el comportamiento del fluido, algunos materiales y cuerpos humanos en condiciones de ausencia de peso.

Este año se cumple el vigésimo aniversario de la decisión de crear ESA el 31 de julio. Los objetivos del trabajo asignado a la Agencia son totalmente pacíficos.

Por otro lado, se lanzará el Columbus Polar Platform (plataforma polar Columbuz) o el satélite CPP para investigar la Tierra. Trabajará sobre una órbita de 800 km de altura e irá provisto de instrumentos para realizar diversas mediciones de la atmósfera, continentes, mares y hielo.

Por último, Columbus Free Flight Laboratory (Laboratorio de Vuelo Libre Columbus, CFFL) será como el FREEDOM o la estación rusa MIR que lleva trabajando desde hace tiempo.

El transporte que necesitan estos proyectos, como decíamos anteriormente, está formado por Ariane 5 y Hermes. Ariane 5 no se parece mucho a 4 y lo superará en todos los aspectos. Tendrá un único motor principal y dos apoyos laterales. Uno de los distintivos más importantes será su fiabilidad, ya que al ser lanzador de Hermes se debe garantizar la seguridad de sus astronautas. También se ha diseñado para el transporte de satélites comerciales, no sólo uno sino dos. Con esta particularidad, el coste reducido y la fiabilidad que hemos mencionado, hacen que el éxito económico esté plenamente garantizado.

La cubeta Hermes está pensada para tres astronautas, no puede transportar más de 3 toneladas cada vez y no tendrá puertos que permitan recuperar los satélites, pero, a cambio, la mitad de Space Shuttl de la NASA será más moderada y económica. Además será muy adaptable y seguro. La duración de las misiones ordinarias que va a cumplir es de diez días, y aunque la planificación de IDA contempla dos vuelos al año, se podrían realizar hasta tres. Piensan que tiene una vida de treinta años.

Debido a la actual situación de crisis, no es posible establecer una fecha fija para los proyectos mencionados. Hermes ha sido uno de los programas con mayor restricción presupuestaria. Por lo tanto, habrá que modificar el año al que se refiere al inicio, 2003, para que se organice una misión plenamente europea, dotada de personas.

Efemérides

SOL: el 21 de diciembre comienza el invierno. 20 h a 26 min (UT).

LUNA:

CUARTO MENGUANTE LUNA NUEVA CUARTO CRECIENTE LUNA LLENA

Fecha Hora (UT)

615 h 49 min. 139 h 27 min 2022 h 26 min 2823h 5min

PLANETAS

MERCURIO: si no es de madrugada la primera semana del mes no podremos verla. ARTIZARRA: como va hacia la conjunción tampoco podremos ver a Venus. MARTITZ: está en conjunción el día 27 de diciembre, por lo que tampoco veremos. Una hora antes de los primeros rayos del Sol a principios de mes. Al final, incluso tres horas antes. Júpiter estará cada vez mejor para verlo. Por su parte, Saturno va en el camino inverso. Sin embargo, en diciembre todavía podremos verla bien nada más oscurecernos. Al principio del mes lo podremos ver unas cuatro horas y al final sólo dos.

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