Dentro de la técnica de trasplante de embriones
Elh. : Hola Karlos. ¿Nos presentas?
U.E. : Soy de Agurain. Terminé la veterinaria en 1985 y con una beca concedida por el Gobierno Vasco en el INIA de Madrid (Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias) trabajé en genética cuantitativa hasta febrero de 1986. De allí me dirigí a un centro de inseminación artificial en Canadá y participé en un programa de demostración de sementales. Empecé en el trasplante de embriones. Vine para cinco o seis meses para iniciar un programa de demostración de vaca. Luego volví a Canadá y estuve en la Universidad de McGill. Allí trabajé en el campo de la genética cuantitativa y después estuve dos meses en el centro de inseminación artificial de Québec dedicado a la trasplante de embriones. Por último, en agosto de 1988 entré en la plantilla de ABEREKIN.
Elh. : ¿Qué es el trasplante de embriones y qué relación tiene con la planificación de la mejora genética?
U.E. : Normalmente, una vaca puede dar un hijo cada año. Si esa vaca es apta para la leche, por ejemplo si es genéticamente buena, conviene ampliar al máximo sus buenas características. Pero, como he dicho antes, porque sólo puede dar un niño cada año, no parece que se pueda conseguir una gran difusión a partir del camino natural. Sin embargo, si el embrión de esta buena vaca se trasplanta a otras vacas y la generación nacida de aquí consiguiese estas buenas características, nos encontraríamos en la vía adecuada. Esto es lo que estamos haciendo o lo que queremos hacer. En otras palabras, queremos mejorar la raza de vaca lechera de Euskal Herria para conseguir más y mejor leche. En este proceso las vacas donantes son vacas con buenas propiedades genéticas y son las que darán embriones.
Las vacas receptoras cumplen la función de madres arrendadas. En ellos se integran los embriones extraídos de la madre original. Por lo tanto, estas vacas ponen su útero para poder desarrollar el embrión.
Elh. : ¿Podrías indicarnos los pasos a seguir en el trasplante de embriones?
U.E. : En primer lugar, la madre donante se somete al tratamiento de superovulación. Si una vaca da normalmente un óculo periódico, tras un tratamiento de superovulación tiene entre 10 y 20 unidades. A los siete días de la inseminación artificial de estos óvulos se recogen los embriones. Estos embriones se integran en las madres receptoras, sobre las que discurrirá toda la gestación. La ternera así nacida será genéticamente la misma que la madre donante y, por supuesto, la misma que el padre que dio la semilla.
Para ser madre receptora, en principio cualquier vaca vale. Sin embargo, algunos (franceses por ejemplo), en su afán de hacer propaganda de sus vacas, dan la razón de que unos receptores son mejores que otros.
Elh. : ¿Existen diferentes técnicas de trasplante de embriones?
U.E. : Sí. Existen dos técnicas diferentes, la quirúrgica y la no quirúrgica. Los primeros trasplantes se realizaron mediante técnicas quirúrgicas. Los resultados eran mejores por el momento con técnicas quirúrgicas que con técnicas no quirúrgicas. Pero de cara a largo plazo la vaca perdía su capacidad sexual y tras tener la ternera había que llevarla al matadero. Por tanto, en la actualidad se utilizan principalmente técnicas no quirúrgicas.
Elh. : ¿Cómo se realiza técnicamente el trasplante de embriones utilizando formas no quirúrgicas?
U.E. : La vaca se une a un sopino. No porque vaya a hacer daño, sino para que no se mueva nada. Las patas delanteras se alzan entre 10 y 20 cm. Por la vagina se introduce un catéter y se lleva hasta las ramas atravesando el cuello y el útero. Entonces se limpian las ramas del útero. Para ello se utiliza un líquido especial. Este proceso tiene una duración de 15-30 minutos y consiste en la administración de anestesia epidural (es decir, de la parte genital) para evitar que la vaca se fortalezca. Por supuesto, la persona que utiliza el catéter debe tener una buena mano para evitar heridas.
El siguiente paso es buscar embriones en el líquido recibido. Basta con mirar sólo al fondo del líquido, ya que los embriones caen al fondo por gravedad. Una vez iniciada la búsqueda, los embriones se separan bien de los óvulos no fecundados, pero también es necesario diferenciar entre los embriones.
Sólo se toman embriones de 7 días, ya que han pasado siete días desde la fecundación. Los embriones de dos o tres días se han descartado porque están muertos. Se obtienen una media de 10 embriones por turno. Uno de estos embriones es muy bueno, cuatro o cinco buenos y el otro regular o malo. El embrión muy bueno se congela y los buenos se utilizan para el trasplante de embriones simultáneamente sin congelar. La calidad de un embrión depende de características físicas como la formación de la membrana externa, el espacio intercelular, etc.
Elh. : ¿Has congelado el embrión? ¿Hasta qué temperatura la congeláis y cuál es su duración?
U.E. : Los embriones se congelan en diferentes fases y finalmente se almacenan en nitrógeno líquido a -196ºC. Si se congelan bien, teóricamente permanecen para siempre.
Elh. : Sabemos cómo salen los embriones, pero ¿cómo se integran?
U.E. : Si el embrión está helado, habrá que templarlo.
La vaca receptora deberá haber pasado la recuperación con siete días de antelación. Por medio del catéter se introduce un embrión como una inseminación profunda. A los diez días este embrión envía varios mensajes al cerebro de la vaca y queda fecundado.
Elh. : ¿Se conoce la genealogía de las vacas de Euskal Herria?
U.E. : Si no hemos empezado antes en el trasplante de embriones, es porque no conocíamos el índice genético de las vacas de aquí. En este momento conocemos el índice genético de casi todas las vacas, por lo que sabemos cuáles son las madres donantes posibles.
Ahora estamos detectando toros buenos. Desde su Canadá se han traído y estamos probando algunos buenos toros. Este año, a finales de año, conoceremos el balance de estas pruebas. Un toro tiene una extensión genética mayor que una vaca, ya que no se mueven desde el lugar donde están las vacas y, por el contrario, la semilla del toro se puede llevar hasta cualquier lugar.
Elh. : Inseminación artificial, trasplante de embriones, ... ¿Podría indicarnos cuándo se utiliza cada una de estas técnicas y cuál es la diferencia?
U.E. : Está claro que la inseminación artificial tiene ventajas notables frente al recubrimiento natural. De cada eyaculación se pueden preparar entre 400 y 500 dosis. Así que cada semana entre 800 y 1000 dosis. El factor de multiplicación es enorme.
En trasplantes embrionarios cada dos meses se pueden obtener aproximadamente 10 embriones por vaca. Por tanto, según los números expuestos, la inseminación artificial es más económica que el trasplante de embriones. Sin embargo, el trasplante de embriones presenta grandes diferencias de precio. Mientras que un embrión sin genética puede costar 30.000 pesetas, un embrión de buena genética 1.000.000 de pesetas. puede servir.
A partir del año 1992 no se podrá traer vacuno de EEUU ni de Canadá. Por lo tanto, las vías para introducir aquí un buen material genético son la de la semilla y el embrión.
Compraremos embriones de muy buena calidad y los incorporaremos a nuestras vacas. Los machos así nacidos serán destinados al centro de inseminación artificial, con el fin de crear un banco de semillas y poder iniciar la expansión genética.
Elh. : Por lo tanto, ¿queréis convertir a Euskal Herria en un foco de expansión genética?
U.E. : Sí, para ello hemos estudiado el índice genético de todas las vacas. En el programa de mejora genética utilizaremos únicamente las mejores vacas probadas.
Elh. : ¿Cuál es vuestro objetivo con el programa de mejora genética?
U.E. : Todos los programas de mejora tienen como objetivo mejorar la rentabilidad económica de una explotación. Nosotros trataremos de mejorar la cantidad y calidad de la leche. Para ello es necesario mejorar las características físicas de la vaca y alargar la vida de la vaca. Para poder pagar lo que come una vaca, tiene que vivir al menos cuatro años. A partir de ahí comienzan los beneficios. En Euskal Herria la vaca se envía al matadero a los siete años aproximadamente. En Canadá las vacas de 14 a 15 años se ven en muy buen estado. Queremos llegar a esta situación.
Hay que decir que inicialmente el trasplante de embriones tenía como objetivo la obtención de carne. Sin embargo, los resultados obtenidos no han sido los esperados y en este momento la tendencia es mejorar la vaca lechera. De hecho, el 80% de las explotaciones de la Comunidad Europea se dedican a la leche.
El trasplante de embriones no es una técnica completamente nueva. Hace unos años fue utilizado en muchos lugares de Europa. Sin embargo, dado que los pasos a seguir para obtener buenos resultados de esta técnica deben ser bien dados, para que todo el proceso fracase basta con dar un paso mal. Es lo que ha ocurrido en muchos lugares. Por lo tanto, en este momento sólo quedan unos pocos centros en todo el mundo y normalmente están adosados a centros de inseminación artificial.
Elh. : ¿Cuáles son los pasos que habéis dado hasta ahora en ABEREKIN?
U.E. : En material estamos bien equipados. Hemos adquirido un laboratorio itinerante para realizar el trasplante de embriones en cualquier lugar. Este laboratorio incluye microscopios, neveras, catéteres, etc. los tiene. Hasta ahora hemos estado experimentando, pero en estos momentos estamos dispuestos a pasar al mercado. Para ello hemos contratado a dos veterinarios.
Elh. : ¿Prevéis mercados?
U.E. : Aunque inicialmente nuestro trabajo se va a realizar principalmente en Euskadi, estamos dispuestos a prestarlo si nos solicitan nuestros servicios fuera de Euskadi. Podremos ofrecer principalmente dos servicios: inseminación artificial y trasplante de embriones. Del trasplante de embriones apenas se obtienen beneficios, pero se considera que es un servicio a ofrecer.
Elh. : ¿Y para el futuro qué?
U.E. : Si se prevé cualquier posibilidad en materia genética, la realidad se hace muy rápida. Si en la actualidad, por ejemplo, se trasplantan embriones enteros, los investigadores han conseguido dividir estos embriones en 2, 4 u 8 fracciones. Por tanto, la extensión genética será mucho mayor.
La selección sexual también es posible. La manipulación genética se realizará en embriones, etc.
Elh. : Para terminar Carlos, ¿qué semejanza hay entre lo que trabajas y lo humano?
U.E. : Como pensaréis, somos vacas y mamíferos. Por tanto, casi todo lo que se puede hacer con las vacas se puede hacer con el hombre. Si se quiere conseguir un chico rubio, con ojos azules y 1,85 m de altura, no hay problema. También se puede conseguir una persona que piensa poco pero que tiene mucha fuerza para trabajar. Se puede hacer lo que se quiera y no diría que no se haya hecho. Las únicas limitaciones son éticas, pero como hay muchas éticas…
Elh. : Gracias.
Los últimos comentarios de esta entrevista giraron en torno a la genética y al hombre. Carlos nos dijo claramente que en este campo no hay límites técnicos, sino límites éticos. En este artículo se da cuenta de una técnica impulsada tanto por la mejora en el consumo como en la producción, con el único límite económico. Aunque estas técnicas son aplicables al ser humano, la mayoría de los científicos mencionan la frontera ética, pero ¿la frontera ética no se convierte en la mayoría de las veces en económica? O dicho de otro modo, ¿dónde está el límite para el uso de la genética humana? |
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