Angula, el tesoro de las noches oscuras
El año pasado se capturó poco la angula. Además, en la época de la angula llegaron a la costa del País Vasco las manchas de fuel derramadas por el petrolero Prestige y la gente temía que el fuel dañara la angula. Afortunadamente, el que entró en las cuencas estaba sano. Condena.
Al igual que en el resto de capturas, se cuestionó si las angulas cumplían con los parámetros de calidad del mercado. Como consecuencia de ello, la temporada de angulas de este año se retrasó. Aunque legalmente iba a comenzar el quince de octubre, hasta un mes después no se autorizó la pesca de la angula.
Reconocimiento médico de angulas
Durante este mes se estudió la captación de hidrocarburos procedentes del vertido de fuel por las angulas. Y al no tener indicios de los hidrocarburos más estables se autorizó el inicio de la temporada de angulas. Desde entonces, la calidad de las angulas se analiza mensualmente en la Fundación Azti.
El primer paso para la realización del estudio de salud de las angulas es el muestreo, que los investigadores reciben con la ayuda de los pescadores de angulas. Salen a pescar en las noches cercanas al cementerio. Operan en las cuencas fluviales con mayor tradición de pesca de angulas en Bizkaia y Gipuzkoa. Y una parte de la captura, unos 20 gramos, se lleva al laboratorio, siempre que la captura haya dado suficiente.
En laboratorio, una vez medidos, pesados y liofilizados, utilizan cromatógrafo de gases para la extracción. Introducen el extracto en el espectrómetro de masas y analizan la presencia de hidrocarburos en la muestra. Mediante espectrometría de masas, son capaces de detectar veinticuatro hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), incluidos los más importantes vertidos por el Prestige.
Lamentablemente no existe un criterio claro para relacionar la concentración máxima de HAP con el consumo de la angula. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria tiene en cuenta la suma de las concentraciones de seis HAPs a la hora de decidir si el pescado es apto para el consumo, mientras que la de Francia tiene en cuenta la suma de diez más. En Azti se calculan ambos valores.
Un tiempo de angulas lleno de innovación
La temporada de angulas ha tenido más novedades. Se ha implantado por primera vez el sistema de licencias y esta pesca tradicional tiene su propia ley (Decreto 41/2003, de 18 de febrero, sobre pesca de la angula). Así, poco a poco la pesca de la angula se ha ido equiparando al resto de los sistemas pesqueros.
Las licencias pretenden investigar el estado de las angulas. Para ello, los licenciados rellenan una hoja de capturas. En esta hoja se anota la captura realizada por cada pescador, el diámetro de la bayeta utilizada y el tiempo de actuación, así como si ha trabajado desde tierra o en barco a motor. Todo ello permite conocer la cantidad de angulas que entran a los ríos.
Los investigadores compaginan estos datos con los que ellos mismos han recogido y, de este modo, hacen un recuento. Mediante un cálculo aproximado se calcula el índice de abundancia. Este índice es la unidad utilizada para el resto de cálculos y comparación.
En este sentido, se estima que a corto plazo se determinará el stock de anguila, es decir, la cantidad de angula y anguila que se puede pescar para no poner en peligro la población de anguila.
Dado que hasta el momento no se ha realizado esta recogida de datos, no se dispone de datos comparativos, por lo que será difícil obtener conclusiones a corto plazo, pero a largo plazo se seguirá la evolución de la población de angulas.
Sin embargo, la preocupación por la angula no es exclusiva de Euskal Herria. La Unión Europea quiere promover investigaciones sobre la angula y la anguila. Bajo esta decisión se encuentra la importante disminución de la población de anguila. Al no existir un conocimiento exhaustivo de la vida de este pescado, es difícil hacer frente a la disminución de la población, por lo que es necesario reforzar la investigación. Para ello se ha incluido la anguila europea ( Anguilla anguilla ) en la lista de peces de especial relevancia. En consecuencia, todos los países de la Unión Europea están obligados a suministrar datos de capturas para la investigación.
Empeoramiento de los hábitats
Los investigadores no saben con certeza qué ha provocado la disminución de la angula y, inevitablemente, de la anguila. Seguramente no hay una sola razón, sino un conjunto. Entre otras cosas, hay que tener en cuenta que la anguila es un pescado que vive mucho tiempo y que por lo tanto, en los casos en los que vive en aguas contaminadas, acumula contaminantes en el organismo durante muchos años. Por ello, se considera que la contaminación de los ríos es una de las causas del declive de la población de anguila, aunque sea indirectamente.
De hecho, la anguila puede vivir en aguas muy contaminadas; por decirlo de alguna manera, no mira demasiado a la calidad química del agua a la hora de elegir su residencia. Por ello, es difícil valorar el impacto de los contaminantes en la población de anguila. La contaminación puede afectar a la reproducción, pero los científicos no disponen de datos que lo avalen.
En Bélgica, por ejemplo, en 2002 se prohibió la pesca de la anguila debido a los contaminantes. Se descubrió que tenía PCB y otros compuestos organoclorados y que no era adecuado para el consumo humano. Sin embargo, la propia anguila no parecía estar enferma.
Por otro lado, no tenemos más que mirar a las cuencas fluviales para darnos cuenta de que están completamente alteradas, que son artificiales. Embalses, canalizaciones y demás obras dificultan los desplazamientos necesarios de la anguila. Se sabe que a veces la anguila sale del agua y, yendo de tierra a través de la angula-mangula, llega a lagunas no ligadas al río. Pero para reproducirse tiene que volver al mar y sólo tiene obstáculos en el camino.
Claro, empezando por las razones de la merma de la anguila, no se puede dejar de mencionar la pesca. Las angulas o anguilas pescadas nunca se reproducen. Por tanto, se interrumpe el ciclo de vida. Además, al tener un ciclo de vida tan especial, no se puede reproducir en vivero. Por ello, incluso para la cría de anguilas es necesario capturar angulas en alguna cuenca fluvial.
Una excusa perfecta para proteger los ríos
La complejidad del ciclo de vida es un obstáculo para los esfuerzos de recuperación de la anguila, pero también tiene sus ventajas. Habita en todo el cauce del río Anguila y en el mar, por lo que su hábitat es muy extenso. En los programas de protección de este pescado se debe cuidar toda la zona en la que se encuentra.
La anguila es la excusa perfecta para proteger los ecosistemas acuáticos. Esta ha sido una de las razones por las que se ha incluido en el listado de especies de peces a proteger. Si se quiere que sea apta para el consumo humano, hay que cuidar la composición química del agua. Pero no sólo eso, sino que la clave está en que la estructura física de los ríos también debe preservarse. Para ello, además de mantener cauces naturales, habrá que adaptar aquellos que son totalmente artificiales: evitar embalses, canalizaciones, etc. que dificultan el paso de las anguilas, recuperar los bosques de ribera, etc.
Hay mucho trabajo por hacer. Pero dado que el principal beneficio de este trabajo es el propio ser humano, se pueden alcanzar tantas fuerzas como se haya unido para proteger otras especies. En cuanto al valor económico, la anguila es robusta, no sólo cuando es angulosa, y desde el punto de vista ecológico es difícil encontrar una mejor excusa para proteger los medios acuáticos. De esta forma se mejorará la situación de todas las especies de estos ecosistemas, incluido el ser humano.
Con el paso de los años cada vez se pesca menos angulas. Aunque el declive comenzó en 1980, no se notó hasta 1993. Los investigadores desconocen cuál es el principal causante. Y la razón de tanta duda es simple: la vida de la anguila no se conoce exactamente.
La anguila nace o al menos en el Mar de los Sargazos. El Mar de los Sargazos está situado en el centro del Océano Atlántico y recibe el nombre del alga Sargassun vulgare o sargazo que cubre la superficie del agua. Los leptocéfalos o larvas de anguila más pequeñas se han encontrado allí, por lo que se cree que se reproduce en la zona. Los huevos puesta en profundidad contienen una bolsa de grasa que permite que el huevo suba. Al llegar a la superficie del agua nace el leptocéfalo.
La corriente del golfo conduce al leptocéfalo hacia el noreste. Así, llega a Marruecos, al oeste del Mediterráneo y a la costa atlántica europea. En la plataforma continental se metamorfiza: el leptocéfalo en forma de hoja adopta el aspecto cilíndrico de la angula tan conocida.
Esta metamorfosis es necesaria para que la angula pase de agua salada a agua dulce. Se accede al río atraída por el agua dulce de la angula acostumbrada a las aguas saladas del mar.
Allí empieza a pigmentar la espalda y pierde la transparencia natural. Poco a poco deja de ser una angula, que adopta un color amarillo-verde. Por ello se le llama anguila amarilla. En esta época se define el sexo de la anguila cuando tiene entre tres y cinco años.
La anguila amarilla lleva varios años en el río: de cinco a doce años los machos y de siete a dieciséis años las hembras. Pero no es capaz de reproducirse. Para ello, sufre otra metamorfosis: la piel se oscurece aún más y el vientre se torna plateado. La anguila es plata. Los órganos reproductores se desarrollan, los ojos crecen y, entre otras cosas, el ano se cierra.
Esta metamorfosis se llama catódromo porque, a pesar de vivir en aguas dulces, va a proliferar al mar, de manera que para adaptarse al agua salada se transforma el cuerpo de la anguila.
Abandona el río en el que ha residido durante tantos años y se dirige al mar. Se adentra en el fondo marino del Atlántico y se dirige al mar de los Sargazos. Llega a los seis meses, se encuentra con la pareja y muere tras reproducirse.
Zu idazle
Zientzia aldizkaria
