Gracias a este problema, Elcano y la tripulación del Victoria completaron la primera vuelta alrededor del mundo. Magallanes, jefe de la expedición, no quería ir de Filipinas al oeste para volver a Europa. Hacia atrás, quería navegar hacia América y hacer un viaje hacia el Este para volver a casa. Pero entonces era imposible cruzar el Pacífico hacia el Este y tuvieron que continuar hacia el Oeste hasta completar la primera gira alrededor del mundo. El primer navegante que superó la barrera del Pacífico en su viaje hacia el Este fue Andrés de Urdaneta, 40 años después aproximadamente.
Los polineses navegaron por el Pacífico Oriental mucho antes que Urdaneta. Colonizaron la isla de Pascua y Hawai desde Oceanía. Este viaje fue supuestamente desde el sur y en barcos pequeños. Es muy difícil conocerlos, pero es muy posible que los indígenas que viven en el Pacífico sepan cómo hacer el viaje al Este. Los historiadores creen que el propio Urdaneta tuvo relación con los indígenas de Filipinas y que hablaron sobre la navegación en la expedición de Loaysa.
El 24 de julio de 1525, Carlos I envió una expedición a las islas Molucas bajo el mando del Comendor Fray García Jofré de Loaysa. Salieron siete barcos, uno de ellos bajo la responsabilidad de Elcano, Sancti Spiritus, que fue en el barco Urdaneta. No está muy claro cuál era el papel de Urdaneta. Algunos dicen que fue criado de Elcano, pero no parece que eso sea cierto. En aquella expedición murió Elkano y su última voluntad fue recogida y firmada por Urdaneta, un criado que difícilmente lo podía hacer.
Curiosamente, en aquella expedición murieron Elkano y navegantes de alto nivel, incluido el propio Loaysa, y no los simples marineros. La razón se explica en los escritos de Urdaneta. Viajaban en seis barcos y, en un momento del viaje, todos los capitanes y oficiales se reunieron y celebraron una comida; se comieron unos peces especiales y se intoxicaron. Los síntomas de la intoxicación fueron anotados por Urdaneta, lo que permite a algunos escritores afirmar que la enfermedad era un síndrome de la averiguación. Urdaneta estudiaba bien la enfermedad desde un punto de vista científico y lo dejó todo muy claro.
Urdaneta y los supervivientes pasaron mucho tiempo en las islas Molucas. El propio Urdaneta pasó nueve años allí y conoció bien la zona, sus corrientes, etc. Estuvo con gente de allí y fue recibiendo toda la información. Además, tenía una gran facilidad para las lenguas, por lo que los historiadores creen que sus relaciones con los indígenas fueron a través de ella. Volvieron a Europa dando la vuelta al mundo, pero es posible que Urdaneta, mientras estaba en Moluca, haya conseguido experiencia e información para navegar en el Pacífico una vez más.
Parecía que la siguiente oportunidad iba a venir de la mano del conquistador Pedro de Alvarado, que invitó a Urdaneta a una expedición por el Pacífico. Mientras Urdaneta estaba en México, Alvarado murió y Urdaneta vivió allí durante los treinta años siguientes. Para los historiadores son años oscuros, porque no hay mucha información sobre la vida de Urdaneta en aquella época. No obstante, cabe destacar que en 1553 entró fraile.
Años después Urdaneta tuvo la siguiente oportunidad de volver al mar. Felipe II le llamó para una expedición a Filipinas. La preocupación del rey era investigar dónde estaba el antimeridiano: Según el tratado de Tordesillas, la recién descubierta tierra situada al Oeste de un meridiano sería para Castilla y la que está al Este para Portugal. De esta manera, Castilla absorbería la mayor parte de los territorios de América. Pero el meridiano también distribuía las tierras al otro lado del mundo. Felipe II pidió con esta excusa la propiedad de Filipinas (y la adquirió, por eso las islas tienen ese nombre). Sin embargo, no les era posible determinar dónde estaba aquel antimeridiano.
El historiador Artetxe escribió que Urdaneta le dijo al rey que según sus cálculos Filipinas pertenecían a los portugueses. Que necesitaba alguna excusa para ir a Filipinas, porque en realidad esas islas están en la zona de Portugal.
El viaje de vuelta no era fácil. Cinco expediciones intentaron hacer el viaje antes de Urdaneta. Pero ante tormentas, corrientes, viento, enfermedades… todas las expediciones anteriores fracasaron.
Urdaneta consiguió hacer aquel viaje tomando un camino muy raro desde el punto de vista de los de aquella época. Se alejó del ecuador hacia el norte para evitar vientos y corrientes adversas y regresó a América desde el círculo máximo, el camino más corto. El historiador José Ramón de Miguel dice que seguramente quería ir de la misma latitud de Toledo y lo consiguió con unas mediciones astronómicas. Cuando se hallaba a una latitud de unos 39 grados, Urdaneta realizó maniobras raras (recorrido en el mapa en forma de M), supuestamente sin sentido, pero muy comprensibles teniendo en cuenta la necesidad de una navegación transversal. Gracias a ello, atrapó a la corriente Kuro-Shivo y pudo viajar hacia el este. Llegó a la costa de la zona de California y de allí regresó a Acapulco en octubre de 1565. Viaje de vuelta XIX. Hasta el siglo XX fue la principal referencia para cruzar el Pacífico hacia el Este. Posteriormente, la tecnología de la navegación permitió otras vías.
Andrés Urdaneta murió en México en 1568 (de eso están convencidos los historiadores). La historia de la navegación recuerda por su viaje de vuelta, pero la historia de la ciencia debería recordarse también por otras muchas cosas. Entre otros, por los documentos escritos que recibió. Realizó calendarios detallados y descripciones fiables, documentación imprescindible para quien quiera conocer la ciencia de antaño.
Agradecimientos especiales a Goyo Lekuona y a José María Abedul. Lo recogido en el artículo y otras tantas informaciones sobre Urdaneta se pueden encontrar en la página web del programa de radio Norteko Ferrokarrilla: www.elhuyar.org/norteko_ferrokarrila/