Y el estadounidense Robert Gallo no ha sido premiado. Sin embargo, muchos lo consideran un descubridor del VIH junto con Montaigner, por lo que no les parece justo que la Fundación Nobel no le conceda el premio. El propio Montaigner, cuando le comunicaron que ganó la Novela, se sorprendió. La revista Science expresó su "pena" por Robert Gallo.
A pesar de que estas declaraciones hacen pensar en otra cosa, estos dos hombres han pasado años enfrentándose uno contra otro, discutiendo quién fue el primer descubridor del VIH. Tras el debate había dinero: el beneficio que obtenía la patente del test de diagnóstico del sida.
Finalmente, en 1987, Ronald Reagan y Jacques Chirac callaron el debate indicando que los descubridores del virus fueron por igual y que los beneficios de la patente se repartirían a partes iguales entre ambos países. Y en 2002 dos investigadores redactaron un ensayo en la revista Science, donde escribieron que el trabajo de ambos para encontrar el virus fue imprescindible.
Sin embargo, la Fundación Nobel ha decidido otorgar el premio en función de quién publicó su primer artículo sobre el descubrimiento del virus, y ahí no cabe duda de que el primer artículo firmado por dos investigadores, uno es Luc Montaigner y el otro, una mujer que hasta ahora ha estado oculta. Se llama Françoise Barré-Sinoussi y en breve recibirá el premio junto a Montaigner. Todo mérito.
Harald zur Hausen, y Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montaigner
A la primera por "descubrir los tipos de papilomabirus humanos causantes del cáncer de cuello de útero" y a las otras dos por "descubrir el virus de la inmunodeficiencia humana"
La Novela de Fisiología o Medicina será entregada a partes iguales a quienes identificaron a los causantes de dos enfermedades graves. La mitad está dirigida al investigador Harald zur Hausen por identificar el papilomavirus humano y demostrar que es el causante del cáncer de cuello de útero. La otra mitad, a partes iguales, es para los investigadores Françoise Barré-Sinoussi y Luc Montaigner por identificar el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH).
Tras años de trabajo, consiguió identificar el papilomabirus humano en las células cancerígenas del cuello de útero y se dio cuenta de que hay varios tipos: unos producen cáncer y otros no. Diferenció entre unos y otros y demostró qué les da a los primeros la capacidad de causar cáncer.
Gracias al trabajo realizado por Hausen, se ha avanzado mucho en la detección y prevención del cáncer de cuello de útero, como en la actualidad ya existen vacunas que protegen de los dos tipos más malignos (genotipos 16 y 18).
En 1981 se describe una nueva enfermedad en Estados Unidos. Se le llamó SIDA y por diversas características (grupos de pacientes, pérdida de linfocitos, transmisión sanguínea) se sospechaba que el agente tenía que tener un retrovirus, y algunos grupos de investigadores se pusieron en su búsqueda.
En 1983 se inicia el estudio de los linfocitos extirpados a los enfermos de Barré-Sinoussi y Montaigner, se hacen culturas y se buscan restos del retrovirus. Los linfocitos cultivados en las culturas vieron una transcriptasa inversa, una enzima que utilizan los retrovirus para reproducirse. Además, demostraron que los linfocitos culturales liberaban partículas de virus que contaminaban linfocitos sanos. Este virus fue aislado y conocido como LAV (linfadenopathy associated virus o virus relacionado con la linfadenopatía). Después se asoció el virus al sida y se le denominó VIH, el virus de la inmunodeficiencia humana.
Yoichiro Nambu, Makoto Kobayashi y Toshihide Maskawa
A la primera por "explicar la ruptura de simetría propia de la física subatómica", y a las otras dos por "descubrir la explicación de la ruptura de simetría que predicaba al menos tres familias de quarks"
El Modelo Estándar de Física describe el mundo de las partículas básicas. Según él, las partículas elementales se dividen en tres familias. Pero no siempre ha sido así, para llegar a este modelo los físicos han tenido que superar una serie de obstáculos.
Uno de los problemas era que suponían que las partículas elementales cumplían las leyes de simetría. Pero poco a poco los experimentos demostraron que en algunos casos la simetría se rompía, lo que puso en cuestión el modelo de la época. Nadie sabía por qué ocurría eso. Y, en 1972, los jóvenes investigadores Makoto Kobayashi y Toshihide Maskawa --ambos en los cálculos de la física cuántico- encontraron la solución: para comprender la ruptura de simetría era necesario que existieran tres familias de quarks.
Desde entonces, el Modelo Estándar divide las partículas básicas en tres familias. La partícula más pesada del modelo (top quark) es 300.000 veces más pesada que la más ligera (electrón). ¿Por qué este tipo de diferencias?
La mayoría de los físicos consideran que la causa es otra ruptura de simetría: Mecanismo Higgs. Según esta teoría, en las primeras fases del universo, el mecanismo Higgs rompió la simetría entre fuerzas, dando diferentes masas a las partículas.
La primera piedra de esta teoría la puso Yoichiro Nambu en 1960, cuando creó la idea de ruptura de simetría propia. Nambu trabajó en los cálculos teóricos de la superconductividad. Y posteriormente aplicó la ruptura natural de simetría que se produce en este fenómeno al mundo de las partículas elementales. Sus herramientas matemáticas han sido fundamentales para comprender el actual Modelo Estándar. Por eso a Namburu le han dado la otra mitad del premio.
Osamu Shimomura, Martin Chalfie y Roger Y. Tsien
"Por el descubrimiento y desarrollo de la proteína verde fluorescente (GFP)"
La proteína verde fluorescente (GFP) fue vista por primera vez en la medusa victoria en 1962. Desde entonces, la proteína es muy interesante para los científicos, ya que es muy útil para muchos ensayos. Por ejemplo, permite observar el crecimiento de los tumores y el desarrollo cerebral de la enfermedad de Alzheimer. En concreto, esta proteína puede utilizarse para conocer las reacciones químicas que se producen en las células. Para ello, la proteína se adhiere a la molécula que interesa al científico y emite fluorescencia al absorber la luz procedente del exterior. Así, la molécula que quiere ver queda a la vista del científico.
Osamu Shimomura aisló la proteína fluorescente GFP de la medusa Aequorea victoria.
Tras todas estas investigaciones, el estadounidense Chalfie propuso la aplicación de la proteína GFP al gen activador de un proceso completo para observar los procesos iniciados por esta proteína activadora. La luz verde clarificaría todos estos procesos.
Por último, Roger. Y Tsien estudió el mecanismo de reacción y comprobó que la sustitución de estos tres aminoácidos esenciales absorbía y emitía la luz de otras zonas del espectro. Tras varias uniones de aminoácidos, el investigador estadounidense descubrió que el GFP emitía cian, azul y amarillo. Gracias a ello, en la actualidad, los investigadores pueden marcar proteínas con diferentes colores para analizar, entre otras cosas, sus interacciones.