1959 C.P. Snow sorprendió a los intelectuales de la época a las declaraciones de la cultura Bi de Cambridge. Para Snow, la cultura occidental se puede dividir en dos polos contrapuestos: intelectuales literarios y científicos. La falta de comunicación entre ambos polos está provocando una trinchera cada vez más profunda.
En palabras de Snow esta reflexión se centra en: "Sin embargo, creo que un polo que no entiende la ciencia en absoluto afecta a todo lo demás. Esta incomprensión total dota a toda la cultura "tradicional" de un cierto tono acientífico, más profundo de lo que percibimos, y ese tono acientífico es mayor de lo que aceptamos para convertirse en anti-científico. Los sentimientos de un polo se convierten en el anti-sentimiento del otro. Si los científicos son dueños del futuro, la cultura tradicional responde a que no quieren futuro. Es una cultura tradicional, a la que la aparición de la cultura científica le ha hecho una pequeña sombra destacable en parte, que gobierna el oeste!"
Aunque en su actuación se refiere principalmente a la sociedad inglesa y a las consecuencias de su peculiar personalidad, su reflexión, como señala el propio Snow, puede trasladarse a las sociedades occidentales avanzadas. Un ejemplo de ello es la polémica y el orgullo generado por la idea de Snow en ambientes literarios y científicos.
Esta obra de Snow es un clásico entre los trabajos relacionados con la ciencia y la sociedad. Aplicando el filtro de tiempo y distancia esta preocupación puede trasladarse al actual País Vasco. En un prólogo empinado, Inaki Irazabalbeitia, con las ideas de Snow como exageradas, XXI. A principios del siglo XX la ciencia reflexiona sobre el papel que juega en la sociedad vasca.