Los grandes cambios ecológicos se han producido en muchas ocasiones en la historia de nuestro planeta. La paleontología nos ha dado cuenta de cinco destrucciones masivas, y muchos argumentan que hoy en día estamos en el centro de la sexta, por culpa de los seres humanos. Sin embargo, no son exactamente lo mismo los hechos capaces de provocar destrucciones masivas que los seres vivos capaces de transformar el propio planeta. Así lo explica el paleontólogo Xabier Murelaga, en el tema central de este número. De hecho, la lista de transformadores biológicos del planeta es muy corta: hay cianobacterias y después nosotros.
Las cianobacterias cambiaron el mundo hace 2.000 millones de años con la emisión de oxígeno a la atmósfera. A estas bacterias fotosintéticas debemos la atmósfera con oxígeno y la capa de ozono. Las cianobacterias modificaron la composición de la atmósfera, transformando así el mundo para siempre. Para siempre, hasta nosotros, hace unos 150.000 años, en África. Según Murelaga, hasta que llegamos nosotros no se ha producido un cambio en la Tierra similar al provocado por las cianobacterias.
Los seres humanos hemos adquirido la capacidad de transformar el mundo a través de la tecnología desde que nacimos. Y es que si la herramienta transformadora de las cianobacterias fue el oxígeno, sin duda la nuestra es la tecnología. Desde la agricultura hasta las sondas que aterrizan en los cometas, la tecnología nos ha permitido dispersarnos por todo el planeta y a medida que nos hemos ido dispersando, hemos ido modelando nuestro entorno: hemos explotado la superficie y el subsuelo, vivimos rodeados de compuestos que no existen en la naturaleza, e incluso hemos influido en la atmósfera y los océanos.
Somos muchos y eficaces, tanto que más de uno ha anunciado que seremos víctimas de nuestra capacidad para transformar el mundo. Para que esto no ocurra, hay quien tiene la esperanza puesta en la tecnología, otros que plantean que hay que hacer frente a la superpoblación y hay quienes reclaman la necesidad de un decrecimiento, como el economista Alejandro Arizkun. Todos ellos recogidos en la colección de artículos “Transformadores del planeta”.