En diciembre de 2015 se celebró en Washington la Cumbre de la Edición Genética Humana, en la que se debatió la nueva técnica que se escucha últimamente tantas veces: CRISPR. Los polvos se están volcando, ya que, a pesar de que anteriormente se han desarrollado otras técnicas para modificar nuestras características genéticas, el CRISPR introduce una importante novedad: editar los genes es más fácil que nunca y es muy económico. Pone a disposición de cualquier laboratorio la edición de los genes.
Ya existe un país que ha regulado el uso de esta técnica: Gran Bretaña ha aprobado la edición genética de embriones humanos, sólo para la investigación, eso sí.
La técnica puede aportar nuevas oportunidades para el futuro y preocupaciones. Al tratarse de un tema candente, hemos querido traerlo al escritorio.
Por otro lado, hemos querido mirar hacia atrás, mirando el pasado de nuestra especie. Homo sapiens apareció hace unos 200.000 años, en una época en la que vivían varias especies humanas. Salió de su ciudad natal, África, hace 70.000 años, y empezó a extenderse a todos los continentes. Todavía hace apenas 30.000 años vivía en la Tierra junto con al menos tres homínidos: los neandertales, en Europa y en el oeste asiático; los denisoveses, en Asia; y los humanos de la isla de Flores, en Indonesia. Pero todos fueron desapareciendo y ahora somos la única especie humana que sobrevive en la Tierra. ¿Por qué solo? ¿Por qué desaparecieron todos los demás?
¿Ha sido alguna característica de nuestra especie la que nos ha llevado a imponernos? Se ha hablado de imaginación y creatividad, de mayor capacidad cognitiva, de nuestro carácter social y cooperativo… Pero hay otra opción: ser una casualidad.
Hemos querido dar cabida a uno de los episodios más interesantes de la evolución humana y para ello hemos contado con la presencia de cuatro expertos. Cuatro expertos y cuatro puntos de vista. María Martinón Torres, investigadora de la Universidad de Londres; Carmen Manzano Basabe, profesora de antropología de la UPV; Joseba Ríos Garaizar, investigador del Centro de Investigación en Evolución Humana CENIEH; y Diego Garate Maidagan, investigador de la Universidad de Tolosa. Esperamos que disfrutéis tanto como nosotros de sus reflexiones.