Divulgación científica

La importancia de la ciencia en la actualidad no es cuestionada por nadie. Antiguamente los avances de la ciencia se basaban en el apoyo y trabajo de personas concretas. En general, los resultados de estos trabajos difícilmente llegaban a la sociedad. Ahora, por el contrario, los equipos de trabajo y los laboratorios bien dotados de herramientas son la expresión más actual de la ciencia.

Todo ello no puede mantenerse sin una subvención amplia y, en la mayoría de los casos, detrás de esta ayuda se encuentran las instituciones públicas. Si esto es así, la sociedad tiene otro derecho a conocer las noticias que surgen en torno a la ciencia, y los científicos e investigadores no han negado esa realidad. Para poder recibir la subvención, el científico debe comunicar a la sociedad (y por tanto a los políticos) la importancia y necesidad de su trabajo de investigación. Por tanto, lo que se hace a nivel científico más que nunca debe ser transmitido a la sociedad.

El mejor sistema para difundir los últimos descubrimientos de la ciencia es el de las revistas científicas. En este tipo de revistas, en casi todos los casos el idioma es inglés y los temas son muy específicos y superiores. Por lo tanto, la información se difunde entre científicos e investigadores y prácticamente nunca llega al resto de la sociedad. En consecuencia, hay que buscar otras vías para difundir las noticias de la ciencia “a la calle”, teniendo en cuenta dos características: el grado de dificultad del tema y el idioma.

En nuestro caso, la lengua a utilizar (o la que deberíamos utilizar) es el euskera, que sería la lengua propia de otros pueblos. Sin embargo, la situación en la que vive nuestra lengua hace que las dificultades sean mayores que en los casos habituales, como el español, el francés y el alemán. En consecuencia, para hacer frente a estas dificultades es necesario buscar y adaptar vías específicas para que las noticias científicas lleguen a la sociedad vasca. En el caso de los vascos, al igual que en otras sociedades, se cumplen dos condiciones: la satisfacción del hambre y el conocimiento de cómo se ha utilizado el dinero recaudado mediante impuestos en proyectos científicos y tecnológicos.

Hace unos meses, casi en uno se abrieron dos nuevos caminos. Uno de ellos es “Premios de divulgación científica CAF-Elhuyar” y el otro “Premio de investigación Karlos Santamaría”. En el primer caso, los premios se entregaron el pasado mes de diciembre y se ha dado a conocer en esta revista. En cuanto al premio Karlos Santamaría, la organización es el Patronato Municipal de Euskera de Donostia y la entrega de premios se realizará a finales de año.

Como se ha dicho antes, además del lenguaje, otro rasgo a tener en cuenta para difundir las innovaciones científicas es la dificultad de los temas. Desde este punto de vista, ambos premios son totalmente complementarios. En el caso de los premios CAF-Elhuyar, el objetivo ha sido la difusión divulgativa de la ciencia y la tecnología. En el caso del premio Karlos Santamaría, los trabajos escritos en euskera en el ámbito de la ciencia, la ciencia o la tecnología humana tendrán la oportunidad de ser premiados, es decir, en los escritos se analizarán los temas de investigación desde una perspectiva profunda.

Estas dos nuevas vías permitirán aumentar considerablemente las posibilidades de difundir en euskera los resultados y avances logrados en la investigación científica en este momento. Si estos galardones se repiten año tras año, sin duda en nuestra sociedad vasca, tanto en la investigación como en la divulgación, se van a dar importantes avances en el uso del euskera como herramienta de comunicación.

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