Al igual que la datación de los fósiles da información a los paleontólogos, la datación de las prendas da información a los historiadores. Sin embargo, existe una diferencia entre ambas: existen técnicas fiables de fechado de fósiles, como la basada en el isótopo del carbono 14, pero hasta ahora no existía una técnica fiable de fechado de tejidos sin utilizar cantidades muy elevadas. Ahora, un químico del Instituto de Conservación del Museo Smithsonian de Maryland ha mejorado una antigua técnica para datar pequeñas muestras de seda. Esto le permite datar las prendas de los museos sin apenas dañar la pieza.
Básicamente es una técnica similar a la empleada en la datación de los fósiles, pero en lugar de medir la desintegración de un isótopo, mide una variación de los aminoácidos de las proteínas de la seda. Todos los aminoácidos naturales tienen la misma distribución atómica asimétrica, denominada L isómero, pero con el tiempo algunos aminoácidos cambian. Los químicos de Maryland han medido la velocidad a la que se produce este proceso para calibrar con el tiempo esta degradación de la seda. Con estos datos, la muestra microscópica de una prenda es suficiente para fechar con una precisión de 50-100 años.
Este trabajo no sólo es de interés para los historiadores, sino también para los biólogos por las posibles aplicaciones de la seda natural. Por ejemplo, para su aplicación en medicina, es importante conocer cómo y a qué velocidad se degrada la seda.