Los objetos de tamaño inferior a un milímetro pueden ser sometidos a lebitación por ultrasonidos, así como a movimiento de subida y bajada, de lado a lado y de vuelta, según un trabajo publicado por la revista Nature Communications. Sin tocar y a distancia.
Su principal investigador es Asier Marzo, que está realizando una tesis doctoral en la Universidad Pública de Navarra. El ingeniero informático Marzo y sus compañeros de las Universidades de Bristol y Sussex han conseguido levitar y mover con gran precisión las partículas. Para ello han creado un dispositivo que emite ondas sonoras sincronizadas a través de varios altavoces.
Han construido un rayo de tracción sónico que, mediante ondas sonoras de alta intensidad, genera hologramas acústicos, es decir, zonas acústicas tridimensionales. A estos hologramas se les han dado diferentes formas, como pinzas, tornados o botellas, y por primera vez han conseguido atrapar y mover las partículas.
Los investigadores recibieron con satisfacción su logro, ya que ha sido una oportunidad que ha fascinado desde hace tiempo a las comunidades de ciencia e ingeniería. Esta idea ya se mencionaba en las películas Star Wars y Star Trek, que últimamente tanto están escuchando.
Hasta el momento, la levitación acústica sólo se ha conseguido mediante altavoces que rodean los objetos por todos los lados, lo que limitaba la expansión del movimiento. En esta ocasión, la principal novedad de esta investigación es la emisión unilateral de ultrasonidos, que puede abrir nuevas vías de investigación y aplicaciones.
Los investigadores observan interesantes aplicaciones tecnológicas y médicas para el futuro, como la creación de cadenas industriales de producción para el transporte y montaje de objetos delicados que no requieren contacto físico. Por otro lado, estos ultrasonidos pueden ser utilizados tanto en el aire como en el agua y en los tejidos biológicos, por lo que pueden permitir manipular partículas en el cuerpo humano y transportar medicamentos específicos con gran precisión.