Las reacciones alérgicas más violentas son los llamados shock anafilácticos: cuesta respirar, baja la presión sanguínea... y el paciente puede llegar a perder el conocimiento. En el tratamiento se opone a estos síntomas, pero no se trata la causa del shock porque no se conoce. Según un último estudio, el óxido nítrico es el principal responsable (se multiplica enormemente) y está estrechamente ligado a una proteína denominada eNOS. Esta investigación se está llevando a cabo con los ratones, pero puede que algún día se encuentre un tratamiento eficaz para el ser humano con medicamentos para bloquear la proteína responsable.