Recientemente hemos visto a los estudiantes de medicina en las calles de nuestros pueblos con más frecuencia de lo habitual. Vestidos con una bata blanca, han estado tomando tensión, corriendo o buscando firmas, estos jóvenes que hasta ahora mostraban la otra imagen.
El cambio de imagen se debe al conflicto entre el Ministerio de Sanidad y los estudiantes de medicina. No es fácil explicar en profundidad este problema, analizar los modelos de salud y universidad de nuestra sociedad, y quizás cuestionarlo porque sería necesario. Por otro lado, Einstein explicó en sus teorías que cada observador realiza una medición de los hechos diferente en función de su posición (e intereses). No obstante, trataré de dar algunas aclaraciones al respecto, sabiendo que no voy a analizar totalmente el problema.
El origen del conflicto no es de hoy por la mañana. La normativa aprobada por la Unión Europea en 1987 obliga a todos los licenciados en medicina a realizar prácticas de dos años como médico general en la sanidad pública. Las prácticas deben realizarse en centros hospitalarios o sanitarios y serán necesarias en el Estado español desde 1995. Este punto es la primera clave del conflicto, la falta de previsión que ha tenido el Gobierno por no haber afrontado en tiempo debido al problema que venía de hace tiempo.
Por otro lado, hasta la fecha, el ministerio sólo ha ofrecido la vía MIR para realizar las prácticas. Para continuar con este camino, es necesario obtener un examen que supere el 25% de los presentados. En consecuencia, los 6 cursos académicos de la mayoría de los licenciados (excepto los que han superado el examen MIR) que en adelante terminarán la carrera, si la situación no cambia, no servirán nada. Ante esto, los estudiantes de medicina de todo el Estado se han despedido pidiendo al Gobierno que ofrezca dos años prácticos. Asimismo, el alumnado desea que este curso sea de calidad para todos los licenciados.
Tras las últimas movilizaciones, el Gobierno se ha mostrado dispuesto a ofrecer dos años de formación y ampliar las plazas MIR. Sin embargo, esto no ha satisfecho las expectativas de los estudiantes, ya que dicho curso se desarrollará en la universidad y no en hospitales o centros de salud, e incluso el Ministro ha declarado que será de mala calidad. Esto puede generar médicos generales de dos niveles: Personas que hayan realizado la Medicina Familiar a través de la MIR (exclusiva en el Estado español en la Comunidad Europea) y hayan realizado el citado curso de formación. Por otro lado, creo que esta forma de educación no estaría, al menos, en la mejora de la calidad de la salud que todos demandamos.
Sin embargo, la solución del problema no será en absoluto del agrado de todos. Varias asociaciones médicas, para actuar como médicos generales, se muestran partidarias de mantener el camino MIR como el único que, a su juicio, asegura la calidad de la salud.
Para terminar, y con el fin de analizar el problema desde otros puntos de vista, quisiera plantear algunas preguntas, concretando que yo tampoco tengo respuestas claras: ¿Debe educar no sólo a los médicos que necesita el Estado, sino a todos?, Ofrecer un curso a todos los licenciados en medicina, ¿no es una gran ventaja para los desempleados que han cursado otros estudios?, ¿Cuándo hay que hacer la selección de gente para cualquier profesión?, etc.