El 5 de julio se cumple el centenario de la muerte de Léopold de Folin. Seguramente con el nombre de Léopold de Folin, para casi nadie será conocido, aunque merece un lugar de honor en la historia de las investigaciones de la fauna en Euskal Herria y en los anales de la biología marina, que fue pionero y dinamizador de ambos.
Folin es un marqués francés que destacó en el avance de la biología marina (Tournus, Saòne-et-Loire, 1817 - Biarritz, 1896).
Estudió en la Academia de la Marina de Brest y después trabajó como oficial en las embarcaciones francesas hasta 1847. Abandonado el servicio activo, fue nombrado principal del puerto de Saint-Nazaire en 1857, transferido a Pauillac (cerca de Burdeos) en 1861 con el mismo nivel y finalmente a Baiona en 1868, donde permaneció hasta su retirada en 1880. Después y durante la muerte vivió en Biarritz.
Sin embargo, la importancia de Folin, lejos de su actividad profesional, proviene del trabajo realizado en el campo de las ciencias naturales: Folin fue uno de los precursores de las exploraciones submarinas para investigaciones zoológicas. Por su iniciativa el Gobierno francés habilitó el buque de investigación Travailleur, sobre todo durante tres campañas de exploración de taludes profundos del Golfo de Bizkaia (1880, 1881, y 1882); otra campaña del Talismán en 1883.
Los datos obtenidos fueron la esencia de un gran número de artículos científicos: Nominó y describió unas 300 nuevas especies de moluscos, sin mencionar crustáceos y foraminíferos. Además, describió ocho nuevos géneros. Con el tema de la investigación marina y la navegación, realizó varios libros como Sous les mers -1887- y Bateaux et navires. Progrès de la construction navale à tous les âges et dans tous les Pays - 1882) y en la misma línea gestionó la revista Les Fonds de la Mer (1867 1887).
Un escritor e investigador próspero, en nuestra opinión, Pêches et Chasses Zoologiques es es su libro más global, ya que, además de resumir y acumular en él todo el saber que fue acumulándose a lo largo de la vida, puso de manifiesto su pensamiento sobre la naturaleza. De hecho, es una guía naturalística del País Vasco Norte, aunque bastante desequilibrada. Casi la mitad del libro está dedicado a los invertebrados marinos, sobre todo a los moluscos (incluidos los de aguas dulces y terrestres), aunque hay capítulos dedicados a plantas, insectos, peces, aves y mamíferos. Junto con las indicaciones sobre los diferentes grupos taxonómicos, en cada capítulo se ofrecen una serie de consideraciones metodológicas para el correcto tratamiento del material biológico. Por otro lado, y con el fin de facilitar la observación de las especies mencionadas en la naturaleza, Folin dotó al libro de una serie de itinerarios naturalísticos con sugerentes propuestas al lector. Así, nos lleva por las playas de Iparralde, de Biarritz a Sara, de Donibane Lohizune a Bera, de Kanbo a Behenafarroa, etc.
Fue uno de los fundadores de la Société des Sciences et Arts de Bayonne y su primer presidente (1873-78). De la misma manera, la idea de museo oceanográfico propuesta por Folin tuvo una influencia decisiva para romper el camino del acuario de Biarritz Musée de la Mer (1935), que se constituiría posteriormente. De hecho, en su primera planta podemos ver la sala dedicada a Folin.
Por todo ello, en 1894 la Academia de Ciencias de París otorgó el premio Delalande-Guérineau a Folin por su conjunto de obras. Asimismo, una calle de Biarritz lleva su nombre.