Por primera vez los astrofísicos han detectado una molécula orgánica ramificada en el espacio interestelar, el isobutironitrilo. El descubrimiento es fruto de la colaboración entre tres grupos: Equipo de radioastronomía del instituto Max Planck, de la Universidad de Colonia y de la Universidad de Cornell. El resultado ha sido publicado en la revista Science.
Los astrofísicos han buscado moléculas en el espacio durante cinco décadas, ya han descubierto cerca de 180 moléculas y el isobutironitrilo es el primero que no tiene estructura lineal.
"Es un pequeño paso", ha afirmado Xabier López en una entrevista realizada por el químico teórico de la UPV en el programa Norteko Ferrokarrilla. "Nadie pensaba que en el espacio interestelar habría moléculas, porque es un entorno muy violento para ser moléculas, porque está lleno de rayos ultravioleta y radiación. Creían que la formación de una molécula iba a destruirse rápidamente. Y hace unos años comenzaron a ver lo contrario. Pero entonces pensábamos que la presencia de moléculas orgánicas complejas en el espacio sería bastante difícil. Y ahora se ha visto que una pequeña complejidad es posible: moléculas ramificadas, por ejemplo".
El isobutironitrilo es una molécula pequeña, de 12 átomos, pero su estructura ramificada es importante para los investigadores, ya que los aminoácidos también son moléculas orgánicas ramificadas; en definitiva, la detección de aminoácidos en el espacio interestelar sería un gran hito en la investigación del origen de la vida.
Sin embargo, no todos los científicos comparten este argumento. "Está admitido que gran parte de la materia orgánica presente en la Tierra procede del espacio a través de los meteoritos. En ellos también se han encontrado aminoácidos", explica López. Pero la clave del origen de la vida no es la procedencia de los ladrillos básicos, sino la forma en que éstos se unen en un sistema autorreplicativo, y creo que esto ocurrió en la Tierra.
Además de buscar el origen de la vida, existen otras muchas razones para que la química espacial sea importante. "El espacio no es un potente reactor químico como la Tierra", explica López. "Pero en el espacio interestelar hay moléculas inestables en la Tierra y frecuentes en el espacio. Creo que merece la pena investigarlas".