Sin embargo, un estudio publicado en la revista Current Biology ha puesto de manifiesto que la reducción de calorías en la dieta es la forma más eficaz para alargar la vida y retrasar las enfermedades relacionadas con la edad. Parece que está condicionada por sus características genéticas.
Analizando 50.000 moscas de 160 cepas, el consumo de una dieta hipocalórica no necesariamente mejora ambas variables: Al 97% se les ha alargado la vida o se ha mejorado la salud, pero sólo el 50% ha mejorado en ambos parámetros, el otro 13% estaban más sanos y fuertes, pero han fallecido antes, y al 5% se ha alargado la vida y ha pasado más tiempo con peor salud. Los resultados sugieren que los distintos factores genéticos modulan estas características de forma independiente y que el genotipo determina en parte la respuesta a la dieta.
A la vista de los resultados de las moscas, los autores del estudio han afirmado que esperan algo parecido en los seres humanos, y han subrayado que aunque comer menos es beneficioso, hay que tener en cuenta que cada ser humano es diferente y que su patrimonio genético puede influir de manera importante en la recuperación de la salud a través de una dieta hipocalórica.El estudio destaca que el alargamiento de la vida no tiene por qué suponer una mejor salud. Por tanto, se ha subrayado la necesidad de conocer mejor la genética de las enfermedades que conlleva la edad, ya que se pueden desarrollar parámetros que permitan predecir cómo responderá cada individuo.