Investigadores de la Universidad Aarhus de Dinamarca han descubierto que una comunidad de microorganismos que lleva enterrados 86 millones de años en el fondo del Pacífico inhalan. Viven 30 metros bajo sedimentos, sin alimentos nuevos desde la época de los dinosaurios.
En el fondo marino, en general, las bacterias agotan el oxígeno de los primeros 10 cm de los sedimentos. Pero en la zona analizada por los daneses, en el Remolino del Pacífico Norte, a 1000 km al norte de Hawai, se ha encontrado oxígeno a 30 m. De hecho, la comunidad de microorganismos allí presentes es demasiado escasa para agotar todo el oxígeno. Se trata de una zona conocida como “desierto marino”, por ser la zona con menos alimento en el mar. Sus corrientes marinas provocan que prácticamente nada caiga sobre el fondo; se necesitan 1000 años para acumular 1 mm de sedimentos. La mayor parte de la materia orgánica baja que cae es consumida en superficie por los microorganismos y muy lentamente durante cientos o miles de años. Sin embargo, algo queda finalmente enterrado, lo que alimenta a los microorganismos que viven bajo los sedimentos.
Los investigadores concluyen que tienen un metabolismo muy lento, por lo que no agotan el oxígeno que ha quedado enterrado. Así, siguen vivos, casi sin nada. De hecho, los investigadores han medido la respiración de microorganismos a 30 m y han comprobado que consumen muy poco oxígeno (0,001 micromol por litro de sedimento y año). Los resultados han sido publicados en la revista Science.