Investigadores de la Universidad de California han desarrollado una nueva metodología para la esterilización de insectos masculinos. Para la edición genética se ha utilizado la técnica CRISPR, que consiste en transformar con gran precisión los genes que condicionan el sexo y la fertilidad de los insectos. De este modo, sólo han conseguido crear insectos masculinos y además estériles. Los investigadores han afirmado que la difusión de este tipo de huevos en las zonas de plagas permitiría a los insectos masculinos estériles recién nacidos cubrir a las hembras salvajes. Esto podría suponer que las hembras salvajes sean descendientes, por lo que consideran que puede ser un recurso eficaz para eliminar las plagas de insectos que son vectores de enfermedades humanas.
La idea de propagar insectos estériles es antigua: los primeros insectos estériles se obtuvieron por irradiación y posteriormente se contaminaron con bacterias que provocaban la esterilidad o mediante técnicas genéticas sencillas. Sin embargo, la técnica de CRISPR es mucho más sencilla, económica y eficaz, según un estudio publicado en la revista Nature Communications.
Por el momento, Drosophila se ha utilizado con moscas de vinagre, pero dado que estos genes que condicionan el sexo y la fertilidad son comunes en muchos tipos de insectos, creen que la nueva técnica será útil también con mosquitos que extienden enfermedades humanas y otros insectos que producen plagas en la agricultura. Los autores afirman que es segura para el medio ambiente.