Un estudio de la revista Nature Ecology & Evolution compara la situación de riesgo y la pérdida global de la biodiversidad en muchas lenguas del mundo. Denuncian que si la emergencia de la biodiversidad no era suficientemente crítica, la de las lenguas es aún mayor: casi el 50% de las 7.000 lenguas existentes en el mundo se encuentran en peligro frente al 40% de los anfibios, el 25% de los mamíferos y el 14% de las aves.La UNESCO ha declarado el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas a este recién iniciado año 2022.
Si no se toman medidas efectivas, los científicos consideran que 1.500 lenguas perdidas para finales de siglo. Las previsiones más pesimistas, el 90% de las lenguas. La pérdida de diversidad lingüística está principalmente asociada a la colonización y globalización, pero otros factores actuales han querido saber cómo afecta. Científicos de varios centros de investigación australianos y del instituto alemán Max Planck han analizado cómo afectan las políticas de lenguaje, las características de la población, los cambios sociales y económicos, las condiciones ambientales y el nivel de documentación lingüística.
Conectividad
Australia, Sudamérica y EE.UU. son los países que históricamente han sufrido una mayor pérdida de perfil, pero en la actualidad son los que más lenguas están en peligro de extinción: Nueva Guinea, Centroamérica, Himalaya y centro-oeste de África.
Al analizar las razones, han visto que, en contra de la percepción general, el contacto estrecho con otras lenguas no es un factor que pone en peligro una lengua. Siempre y cuando haya una política lingüística fuerte detrás. En caso contrario, el riesgo potencial se convierte en función de la investigación. Lo mismo ocurre con las redes y el nivel educativo: cuanto mayor sea la densidad educativa, mayor es el riesgo que tiene la lengua por el gran movimiento de la población; y lo mismo sucede cuando más alto es el nivel de educación formal, mayor es la pérdida de la lengua original. Pero, según los investigadores, no tiene que ver directamente con las carreteras y con el propio nivel educativo, sino con políticas lingüísticas erróneas.
Por ejemplo, en EEUU se diseñó la Ley de Educación Bilingüe para que los habitantes de las comunidades indígenas tuvieran derecho a la educación general. Pero con un único fin les daban facilidad para utilizar la lengua materna: hacer puentes al inglés, no aprender la lengua materna. Por lo tanto, las políticas educativas no protegen la diversidad lingüística si no garantizan y fomentan el derecho al aprendizaje de la lengua materna.
En general, los investigadores han visto que la clave para comprender la conectividad entre las lenguas es si los hablantes cambian a otra lengua distinta de la suya o si incorporan otra lengua en sus capacidades lingüísticas, cuidando siempre la suya.
Emergencia Climática
Además de los riesgos globales, se han identificado los riesgos más locales: En África, por ejemplo, el riesgo tiene que ver en gran medida con el uso y la supervivencia de la tierra, puesto que la lengua de origen se pone en peligro por parte de las sociedades colectivas-recolectoras en la adquisición de una mayor lengua de los grupos campesinos de la zona; en Europa tiene que ver con el clima, que se refleja en la pérdida de la lengua de las zonas árticas, como en Assa; y la disminución de la densidad en Oceanía es el principal peligro. Los científicos han reconocido que, más allá de los factores globales, existe una gran labor de investigación sobre los factores locales, pero han advertido que muchos de ellos pueden ser problemas derivados de la emergencia climática.
Documentación y gramática trabajada del idioma
Por otro lado, se ha identificado otra variable que tiene gran influencia: para fortalecer las lenguas son imprescindibles textos escritos, diccionarios y gramáticas. De hecho, las lenguas que primero desaparecerán no tienen apenas documentación ni gramática escrita. La documentación ha sido citada por los investigadores antes de tarde, al igual que en el caso de la biodiversidad, ya que la investigación y el conocimiento son las claves para la conservación de las lenguas.
Triple pérdida
Según los investigadores de Max Planck, el cambio constante en la evolución cultural es habitual, pero esta pérdida masiva y grave de diversidad lingüística actual se debe a la colonización y a una globalización no cuidada.Ahora, cada tres meses se pierde una lengua en el mundo y calculan que si se mantiene este escaso nivel de intervención, dentro de 40 años se perderá una lengua cada mes. Si no se quiere perder 1.500 idiomas para finales de siglo, han visto la necesidad de una inversión global urgente en la documentación lingüística y en programas educativos eficaces para el aprendizaje de toda la educación en la lengua materna.
Por otro lado, los científicos también han llamado a comprender la pérdida de lenguas en el contexto de la emergencia. Es más, sugieren que los propios modelos de cambio climático pueden contribuir a prever la pérdida de diversidad lingüística.
2022-2032: Década Internacional de las Lenguas Indígenas
Consciente del problema, la UNESCO ha declarado el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas a este recién iniciado año 2022. El objetivo es visibilizar la emergencia de la diversidad lingüística. Y es que cada lengua es una expresión única y única de la cultura humana, según la UNESCO. Riqueza irrenunciable.