Los niños del Paleolítico Superior participaban en el pintado de las manos de los acantilados

Galarraga Aiestaran, Ana

Elhuyar Zientzia

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Para relacionar las pinturas con la edad de los autores se han basado en experimentos y en el análisis de las huellas. Ed. Verónica Fernández Navarro et al.

Uno de los ejemplos más numerosos y extendidos del arte rupestre del Paleolítico Superior son las pinturas de manos. Se colocaba la mano en el acantilado y se soplaba la pintura alrededor de ella, dejando el aspecto de la mano en las paredes de las cuevas. A lo largo de los años se ha dado un significado sagrado y se ha asignado un rol especial a los autores. Ahora, los arqueólogos de la Universidad de Cantabria han demostrado que el pintado de manos era un acto colectivo en el que participaban niños y niñas.

La investigación ha sido publicada en la revista Journal of Archaeological Science y su primer autor es Verónica Fernández Navarro. Explica que este trabajo se ha realizado dentro del proyecto (Before Art) que dirige Diego Garate Maidagan: “Una de las manifestaciones más significativas del Paleolítico Superior es el arte rupestre. Nuestro objetivo es conocer el contexto de estas declaraciones: quiénes eran los autores, cómo se organizaban, cómo accedían a las cuevas, qué paredes elegían, qué tecnologías y materiales utilizaban… Es decir, qué sociedades y qué importancia tenía para ellos este tipo de reconocimientos”.

En este sentido, en el estudio ahora publicado se han analizado las pinturas de las manos de las cuevas cántabras de Castillo, Garma,Fuente del Salín, Maltravieso (Cáceres) y Fuente del Trucho (Huesca). De hecho, estas cuevas poseen un gran número de imágenes que se encuentran en un lugar propicio para su estudio y bien conservadas. Para el cálculo de la edad de los autores se han utilizado modelos fotogramétricos de 3d, comparando los resultados con los ejemplos actuales. Las personas de todas las edades participaron en el experimento y han llegado a la conclusión de que aproximadamente la cuarta parte de las pinturas han sido elaboradas por niños y niñas.

Los niños, parte del grupo

“El resultado nos ha sorprendido bastante”, confiesa Fernández. “En Francia, por ejemplo, hay alguno muy pequeño, en Maltravieso… Pero hay que tener en cuenta que estas pinturas las producían soplando alrededor de la mano, por lo que son bastante más grandes que la propia mano. Por lo tanto, no es tan fácil pensar que son los de su pareja”.

Sin embargo, fueron tenidos en cuenta en el experimento. De hecho, en los últimos años otros estudios han analizado el rol de los niños, por ejemplo, en la fabricación de utensilios de piedra, e incluso han sugerido que algunos objetos podían ser juguetes. Por otro lado, aunque los huesos se deshacen más fácilmente que los de los adultos, también se han encontrado restos de niños en las tumbas. Se deduce, por tanto, que los niños eran una parte importante de la comunidad. En cualquier caso, en el artículo se advierte que la separación entre niños y adultos no es rígida, sino que además de los aspectos biológicos, también influyen los aspectos sociológicos y culturales.

“Está claro, eso sí, que todo el grupo participaba en la pintura de las manos. Así que parece que podría ser un elemento integrador, una actividad de consolidación del grupo”, subraya Fernández. Por otro lado, destaca el valor de la metodología que han creado: “Hay que tener en cuenta que este tipo de pinturas están presentes en todos los continentes y han sido realizadas durante miles de años. Ahora, gracias a esta investigación, tenemos una metodología para conocer mejor a sus autores”.

 
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