Es la segunda vez que un grupo chino utiliza la tecnología CRISPR para transformar embriones humanos. El objetivo era evitar la enfermedad beta-talasemia. Ahora han tratado de transformar el gen CCR5 de las células T. De hecho, algunas personas tienen una mutación en este gen que impide el acceso a la célula del VIH. Gracias a ello, el equipo chino ha buscado la resistencia natural al sida.
La investigación se ha realizado en el Instituto de Medicina de la Universidad de Guangzhou. Como en el caso anterior, se han utilizado embriones humanos desechados en fecundación asistida, que no podían desarrollarse si se aplicaban en el útero. Se han utilizado 26 embriones, de los cuales cuatro han conseguido meter la mutación.
Los investigadores han llegado a la conclusión de que el trabajo realizado es útil para avanzar en la transformación genética, pero todavía hay problemas técnicos a superar. Hasta que no se solucionen estos problemas y se demuestre que la técnica es eficaz y segura, se recomienda que no se aplique a los embriones humanos.