El sol, aparte de dar luz y hacer posible la vida de nuestro planeta, nos está bombardeando constantemente con partículas energéticas: el viento solar. Las partículas solares, al entrar a la alta atmósfera, producen preciosas auroras, pero pueden tener otros efectos nocivos:
- Las tormentas solares afectan a la ionosfera de la Tierra y provocan cortes en las radiocomunicaciones de onda corta, en los sistemas de navegación de buques y aviones y en los sistemas de radar.
- Posibilidad de sobretensiones en líneas largas de transporte de electricidad, provocando cortes de servicio y apagones.
- Puede dañar microchips en los satélites o provocar descargas eléctricas dejando fuera de servicio a los satélites. Esto puede afectar a las comunicaciones y a los satélites de televisión.
- El nivel de radiación puede suponer un riesgo para los astronautas y las tripulaciones de los aviones de altitud.
- Las partículas de alta energía que afectan a la alta atmósfera terrestre pueden dañar la capa de ozono.