Los investigadores del Instituto Sueco de Karolinska han estudiado el ADN de los músculos del muslo de 14 hombres y mujeres sanas haciendo circular fuerte en el gimnasio. Los estudios han demostrado que la situación epigenética de ciertos genes relacionados con el metabolismo de la energía ha cambiado debido al deporte. De hecho, la región encargada del inicio de la expresión génica ha perdido metilación en estos genes --el metilado del ADN es un mecanismo epigenético habitual de silenciamiento génico-. Se ha medido que la demetización también depende de la intensidad del ejercicio, ya que en los músculos de ocho personas que han trabajado más intensamente el grado de demetización medido ha sido mayor. En los genes ajenos al metabolismo, sin embargo, no han observado cambios.
Según los investigadores, de los resultados no se puede deducir que el deporte active los genes del metabolismo, ya que no saben si la demetización medida es necesaria para activar estos genes. El mayor interés de los investigadores se encuentra en el campo de los posibles mecanismos de demetización tan rápida, ya que se trata de un campo bastante desconocido. El responsable de la investigación, Juleen Zierath, tiene la hipótesis de que en los estudios de laboratorio realizados con células musculares de roedores, se ha comprobado que la misma demetización se produce cuando se contrae la célula, por lo que consideran que la contracción muscular es una de las causas. También se ha observado que una vez administrada una dosis masiva de cafeína a las células de los roedores, se obtiene el mismo resultado, ya que se activa un mecanismo que imita la contracción muscular. En cualquier caso, Zierbena ha señalado claramente que el café no sustituye al deporte. "Se deberían tomar unas 50 tazas de café al día, casi una dosis mortal para que los efectos que se han visto en las células se produzcan en los músculos", ha dicho a la revista Nature. Los resultados del estudio han sido publicados en la revista Cell Metabolism.