Aunque la dispepsia funcional es típica, no se conoce bien qué es lo que provoca y qué mecanismos intervienen. Un equipo de investigadores de Europa y EEUU ha estudiado la base genética de esta perturbación en 361.360 personas y ha publicado sus resultados en la revista Neurogastroenterology & Motility. La investigación ha permitido abrir nuevas vías para conocer mejor la dispepsia funcional.
Koldo García Etxebarria, investigador de Biodonostia y primer autor del trabajo, ha explicado que aunque los factores de la dispepsia funcional son desconocidos, se ha propuesto la participación del medio ambiente y la genética. Así que se decidió estudiar la base genética. Y es que, según él, “la genética puede ayudar a definir estos mecanismos y así conocer mejor este síndrome. Además, la base génica de la dispepsia funcional no es tan estudiada como la del resto de enfermedades gastrointestinales, quizás porque la propia definición de la enfermedad es complicada. Pero alguien tenía que ser el primero."
El artículo concluye que la dispepsia funcional tiene un componente hereditario débil y está relacionada con un amplio espectro de campos fisiopatológicos. De hecho, García ha destacado que las personas con dispepsia funcional también padecen otras enfermedades y trastornos, sobre todo gastrointestinales, psiquiátricos y cardiovasculares. “Los resultados muestran que esta vinculación puede ser de alguna manera genética compartiendo mecanismos biológicos”.
Reconoce que no han detectado señales génicas claras, “lo que no es de extrañar ante el reto que teníamos antes”. Sin embargo, se han encontrado genes que pueden ser interesantes de analizar, como el NXPH1 y el GID8. “El resultado más importante es que hemos abierto nuevas vías para entender mejor la dispesia funcional”, ha concluido.