Un estudio realizado en nueve países europeos, entre ellos Francia y España, revela que las mujeres que viven cerca de las zonas verdes tienen menopausia 1,4 años después de las que viven lejos (51,7 y 50,3 años de media, respectivamente).
El estudio recoge datos de 1.955 mujeres durante más de 20 años. Durante estos años, además de cumplimentar los cuestionarios de hábitos de vida y estado de salud, se realizaron análisis de sangre y se midieron las zonas verdes de sus lugares de residencia.
Según los investigadores, en la edad de inicio de la menopausia influyen la genética y los hábitos de vida, como el tabaco, la obesidad, la actividad física y los anticonceptivos orales. Consideran que las zonas verdes pueden actuar de varias maneras, una de ellas ligada al cortisol.
De hecho, el estrés aumenta la concentración de cortisol en sangre y las zonas verdes baja. El bajo nivel de cortisol está relacionado con el alto nivel de estradiol y una alta concentración de estradiol retrasa el inicio de la menopausia.
Paralelamente, las zonas verdes reducen el riesgo de depresión y otras patologías mentales, lo que también contribuye a retrasar la menopausia.
Los investigadores esperan que el estudio contribuya a planificar ciudades saludables.