El vidrio y los metales se rompen de forma totalmente diferente. Los metales se deforman antes de romperse. Sin embargo, el vidrio se rompe bruscamente, por eso se dice que es un material frágil. Sin embargo, según los investigadores de la Universidad de Montpellier y del laboratorio CEA, la fractura que se produce en ambos casos es muy parecida a la de la escala nanoscópica.
La fisuración se realiza generalmente mediante la unión de huecos defectuosos en los metales. En consecuencia, las superficies separadas por la fisuración son rugosas a escala micrométrica. A la misma escala, las superficies de fisuración del vidrio roto son lisas, pero bajando a la escala nanométrica se observan arrugas en la superficie de fisuración como en los metales.
Para demostrar que las arrugas aparecidas en el vidrio también son debidas a huecos defectuosos, se ha utilizado el análisis topográfico de la superficie de fisuración. Parece que esta investigación contribuirá a mejorar el diseño de la estructura del vidrio y a conocer los mecanismos básicos de la ruptura.