Tanto Internet como la web, ideada por Tim Berners-Lee, se crearon para disponer de redes distribuidas en las que las herramientas de información y comunicación se distribuirían entre los nodos de dicha red. Y así fue en un principio: las páginas web, los servicios web y la información estaban divididos en múltiples servidores, siendo la principal herramienta de comunicación, el correo electrónico, un servicio distribuido entre muchos proveedores de correo. Pero poco a poco, a medida que la red cobra importancia y aumenta el número de usuarios, la tela se convirtió en el objetivo de las grandes compañías con ánimo de lucro. Y, como es habitual, estas compañías han conseguido su objetivo: hoy en día, esos pocos gigantes dominan la red y se han convertido en una red centralizada. Berners-Lee lo tiene claro: “Lo que en su día era una gran variedad de blogs y webs ha quedado comprimido bajo el poderoso peso de unas pocas plataformas dominantes”. Va más allá: “La Web se ha convertido en un agente de injusticia y de distribución que está bajo el control de las poderosas fuerzas que utilizan en beneficio de sus propias agendas”. ¿Pero es para tanto? ¿Está tan centralizada la web?
Pensemos por un momento en el sistema de comunicación que más se utiliza actualmente en lugar del correo electrónico anterior. La mayoría utiliza programas de IM (Instant Messaging o Mensajería Instantánea) (Whatsapp, Facebook Messenger, Telegram...), entre los que posiblemente Whatsapp sea la más utilizada. Tanto Whatsapp como el resto tienen detrás una empresa (en el caso de Whatsapp, Facebook está detrás) en la que todas las comunicaciones están centralizadas y sólo sirven para comunicarse con otros usuarios del mismo servicio. La videoconferencia también es muy utilizada; el sistema dominante, Skype, es un servicio centralizado, controlado por Microsoft, que sólo sirve para comunicarse con otros usuarios de Skype. Por otro lado, el uso del correo electrónico sigue siendo muy alto, ya que antes había multitud de proveedores de correo y hoy en día se pueden contar con los dedos de la mano proveedores de servicios que gestionan los e-mails de casi todo el mundo, liderados por Gmail. Y es que Google, propietario de Gmail, es el líder de los sistemas operativos de los teléfonos móviles, y él, Android, nos obliga a hacer todo lo que no nos obligue a abrir una cuenta Gmail. Asimismo, muchos de los correos corporativos de las empresas, aunque con nombre de dominio propio, son los ofrecidos por estos pocos proveedores.
En cuanto a las redes sociales, todas las interacciones sociales tanto de Facebook, Twitter, Instagram como de cualquier otra red se ubican en los servidores de estas empresas y no sirven para comunicarse con usuarios de otras redes sociales. Para compartir o consumir contenidos de vídeo, todo el mundo utiliza el conocido servicio Youtube de Google.
Y lo mismo con todo lo demás: Amazon se está convirtiendo en el nodo central de todas las compras de todo el mundo; AirKbB y TripAdvisor, del turismo; los contenidos audiovisuales se consumen desde Netflix; cada vez se hacen más sitios web en Wordpress y se sirven a través de él; las colaboraciones en grupo se realizan en Google Docs en las escuelas... Y además, muchos de los sitios web y servicios web existentes fuera de ellos están disponibles en el servicio de albergue web que ofrece Amazon.
Hace ya un tiempo que están surgiendo iniciativas y alternativas para cambiar esto. Para coordinarlos, impulsarlos y darlos a conocer se celebró por primera vez en 2016 el congreso Decentralized Web Summit, que volvió a celebrarse en 2018. La web del Congreso es un buen lugar para conocer estas iniciativas. La Fundación Mozilla también ha colgado en su página web una selección de los artículos más interesantes.
Una de las iniciativas más conocidas y exitosas es el Activ\Pub: Se trata de un estándar definido y recomendado por el W3C o World Wide Web Consortium (organización que define los estándares de la web y promueve la web abierta, creada y dirigida por Tim Berners-Lee), que define el protocolo para una red social descentralizada. De ahí el nombre de Activ\Pub: protocolo para publicar la actividad (activity) (pub), que es lo que hacemos en las redes sociales, hacer pública nuestra actividad. Con el formato de datos abierto Activity Streams 2.0, el usuario ofrece una API de creación y actualización de contenido en un servidor y define otra API para compartir notificaciones y suscripciones entre servidores.
Tal vez no nos sea conocido el Activ\Pub, pero seguramente hemos oído hablar del servicio Mastodón que se ha construido sobre él. El microblogging es un servicio para compartir, paralelo a Twitter, pero diferente: Se pueden hacer toots de hasta 500 caracteres (equivalentes a los tweets) y sobre todo es descentralizado. Esto significa que existen varios proveedores que ofrecen el servicio de microblogging Mastodon, pero que la inscripción en cualquiera de ellos permite la continuidad de usuarios ajenos. Cada servicio tiene sus propias normas, algunos servicios se construyen alrededor de las comunidades... Así, no hay una sola empresa que decida qué publicar y qué no, o a quién tiene que cerrar la cuenta; en la mayoría de los proveedores no hay publicidad; no están pensados para que podamos pasar el mayor tiempo posible; quien quiera puede abrir un nuevo servidor alrededor de la comunidad que quiera, con el objetivo que quiera, etc.
Hay muchos servidores de este tipo en el mundo, de los que quizá el más conocido sea Mastodon.social. En la comunidad vasca también hay más de un servidor, el más conocido es Mastodon.eus. Ahí encontraremos microblogaris vascos, pero también podemos ser seguidores de cualquier persona del mundo.
Sin embargo, el microblogging no es lo único que se puede hacer con Activ\Pub, sino que está pensado para publicar y compartir todo tipo de actividades. Por ejemplo, también se ha construido el servicio PixelFed para compartir imágenes, similar al de Instagram, y otro para vídeos, como el de PeerTube, el de Youtube. Pero a diferencia del resto, PixelFed y PeerTube están distribuidos y son varios los proveedores que ofrecen este servicio a nivel mundial. A la hora de redactar este artículo todavía no hay proveedores de estos servicios en la comunidad vasca, pero seguro que también vendrá. También está en marcha el servicio de blogs distribuido basado en Activ\Pub para compartir artículos largos, Plume.
Otra importante y conocida iniciativa de descentralización es Nextcloud (o OwnCloud), una plataforma de software libre para alojar y compartir ficheros. A través de ella podemos guardar y compartir nuestros archivos, contactos, calendarios, tareas, marcadores, notas, etc. y editarlos conjuntamente. También está distribuido y podemos compartir nuestras cosas con los usuarios de otros servidores, ya sea en un proveedor online o en un servidor propio. Así, Google Calendar, Google Contacts, Google Drive, Google Docs, Dropbox, Delicious, Evernote, Google Tasks, etc. es una alternativa y, además, distribuida. Este servicio se está viendo cada vez en más empresas.
Para realizar de forma distribuida comunicaciones privadas (mensajería instantánea, videoconferencias…) distintas del correo electrónico, existe un protocolo: Matrix. Define un estándar HTTP API para publicar mensajes en un formato estándar, en tiempo real y en diferentes canales, en un servidor y suscribirse a ellos. En definitiva, esto permite hacer cosas como las que se pueden hacer en Whatsapp (comunicar y compartir cosas en tiempo real con una persona o grupo) y hacer videoconferencias con Skype. Pero, por supuesto, de forma distribuida. Nosotros podemos utilizar un proveedor o servicio (uno de los que se ofrecen online o un servidor Matrix instalado en nuestro ordenador) y comunicarnos con cualquiera que esté en cualquier otro. Este servicio se está extendiendo y utilizando cada vez más.
Cabe destacar el proyecto Solid, que Tim Berners-Lee, creador de la web, está impulsando en los últimos años. La palabra Solid proviene del Social Linked Data. Su objetivo es que los usuarios recuperen la propiedad y el control de sus datos e información, que últimamente está en manos de grandes empresas. Para ello, pretende crear una plataforma distribuida para aplicaciones que funcionen sobre datos estructurados, la fecha linked, en la que los datos están bajo el control del propietario y éste decide a qué aplicaciones se autoriza su acceso, a diferencia de lo que ocurre ahora, ya que ahora los datos se ceden directamente a una aplicación y a la empresa que está detrás, con todos los permisos y derechos de propiedad. También ha creado una empresa para impulsar el proyecto Solid, Inrupt. Se trata de un proyecto aún en fase de desarrollo, pero como Berners-Lee está detrás, seguro que habrá que seguir.
Además, existen otros muchos proyectos e iniciativas. Por ejemplo, el navegador Beaker permite navegar por las webs y alojar y servir las webs en modo P2P. Por otro lado, el IPFS sirve para hacer lo mismo (alojar páginas web en modo P2P en lugar de alojarlas en servidores) a través del software instalado en el ordenador de los usuarios. Indie Auth es un protocolo de logeo descentralizado que sirve para autenticar en otros servicios con el único usuario creado en un servicio. La lista es infinita.
Algunos de los proyectos y servicios de descentralización web pueden estar en fase de desarrollo y/o inmaduros, pero la mayoría de ellos ya están maduros, extendidos y bastante probados. ¿Qué necesitan, pues, para ofrecer un servicio tan bueno como los servicios centralizados y que sean su verdadera alternativa? Sólo tener más usuarios. ¿Para qué necesitamos una red social si no es para compartir cosas con la gente? ¿Y para qué sirve si tiene muy pocos usuarios? ¿O qué sentido tiene un sistema de comunicación excelente si no nos sirve para comunicarse con nadie porque casi nadie lo utiliza? Sin embargo, si poco a poco la gente va uniendo, una vez alcanzada una masa crítica mínima, todo se pone en marcha de forma espontánea, y la disponibilidad de la red y la masivización de la misma vendrá dada. Si probamos y empezamos a utilizar todos estos servicios, tal vez consigamos que la web vuelva a ser la primera vez que nunca tuvo que dejarla.