Nueva guerra de sistemas operativos

Leturia Azkarate, Igor

Informatikaria eta ikertzailea

Elhuyar Hizkuntza eta Teknologia

Los ordenadores necesitan sistemas operativos para poder funcionar. Por ello, son un factor muy importante en la competencia por el dominio o control del mercado. Los sistemas operativos han permitido alcanzar y romper monopolios en el pasado, los sistemas operativos han permitido la difusión de la informática personal... Hemos conocido en el mundo de los ordenadores las guerras entre Unix, DOS, Windows, MacOS, Linux, etc. Ahora, en nuevos dispositivos como smartphone y tablet, estamos viviendo una nueva guerra entre sistemas operativos, en este caso entre iOS y Android.
Nueva guerra de sistemas operativos
01/10/2010 | Leturia Azkarate, Igor | Informática e Investigación

Monopolio de Windows en ordenadores personales

(Foto: Laihiu/Creative Commons/confesar y compartir bajo la misma autorización)

En su día, MS-DOS rompió la hegemonía de los ordenadores de los grandes productores y de los costosos sistemas operativos, provocando la popularización de los ordenadores personales. Los ordenadores de los años 80 eran demasiado caros para estar en casa. Pocos productores dominaban el mercado (IBM, DEC, Xerox...) y cada uno tenía su propio sistema operativo (Vax, Unix...). Y aunque ellos también intentaron llevar los ordenadores a las casas, no tuvieron éxito real por el precio. Menos aún los pequeños productores: la necesidad de desarrollar también el sistema operativo hacía imposible la entrada en el mercado.

Entonces, IBM hizo un nuevo intento con los ordenadores personales para el hogar, una nueva máquina y un nuevo sistema operativo. La máquina fue el PC ( Personal Computer ) y encargó el sistema operativo a la nueva empresa Microsoft. Esta empresa le hizo MS-DOS ( MicroSoft Disk Operating System ), pero obtuvo de IBM un trato clave para que nuestro mundo sea como es: Microsoft tenía autorización para licenciar o vender también MS-DOS a otros productores. La historia es la siguiente: muchos pequeños productores, utilizando la ingeniería inversa que hicieron los ordenadores compatibles con el PC, les dotaron de un sistema operativo MS-DOS, a través de los cuales los ordenadores personales entraron en sus hogares.

Sin embargo, con el tiempo su sucesor, Windows, se ha convertido en hegemónico, casi monopolio. Y como aprovecha esta situación para imponer otros productos suyos (navegador de Internet, producto ofimático…) ha conseguido un control absoluto del mercado con todos los efectos negativos que ello conlleva.

Windows sólo tiene dos competidores destacados. Uno es el ordenador Macintosh de Apple con su sistema operativo MacOS y otro el sistema operativo libre Linux para PC. Pero es difícil enfrentarse a Microsoft, ya que romper monopolios suele ser muy difícil. La cuota de mercado de Apple es muy baja respecto a la de los PCs. Además, se puede decir que si prevaleciera el modelo de Apple, la situación sería aún peor que con Microsoft, un sistema totalmente cerrado y controlado con un hardware muy caro. Con Linux, sin embargo, tenemos una buena y económica alternativa a los PCs, que ofrece una verdadera libertad, pero desgraciadamente su cuota de mercado es aún menor. Y así está la situación en el mundo de los ordenadores personales en una guerra inútil que parece prolongarse ad eternum...

Apple e iOS principales en nuevos dispositivos

En los últimos años han aparecido en el mercado dos nuevos tipos de dispositivos que se están expandiendo muy rápidamente y que en un futuro próximo van a estar casi tan extendidos como los ordenadores personales: smartphones (dispositivos móviles con conexión a Internet, WiFi, GPS, pantalla táctil, etc.) y tablets (ordenadores en forma de tabla). A pesar de que este tipo de aparatos no han sido inventados por Apple, al ser un gran generador de tendencias y acertar en diseños atractivos, él ha sido el primero en triunfar a través del iPhone y el iPad.

Ambas incluyen un sistema operativo iOS, un sistema hipercontrolado y cerrado, en el que las aplicaciones que se pueden instalar y cuáles no son decididas por Apple, las aplicaciones para ella se pueden escribir en un único lenguaje de programación... Un mercado dominado por este tipo de sistemas es muy perjudicial para todos.

Pero el iPhone se vendió muy bien desde su lanzamiento en 2007, hasta el casi monopolio de los smartphones personales (RIM también tiene un amplio mercado con su Blackberry, pero sobre todo para usos empresariales). Y los otros competidores eran muy difíciles de enfrentar, sobre todo por su falta de aplicación a sus sistemas operativos. De hecho, para el iPhone surgió rápidamente un rico ecosistema de un montón de aplicaciones. Sin embargo, si los contrincantes inicialmente no tienen muchas aplicaciones, no es fácil convencer a los compradores; tampoco es fácil que los desarrolladores hagan aplicaciones para un sistema operativo con baja cuota de mercado. ¿Cómo salir de esa rueda loca?

Alternativa: Sistema operativo libre Android

Google respondió a finales de 2008: Basándose en Linux, desarrolló un sistema operativo para smartphones y una serie de aplicaciones básicas, libres, que cualquier fabricante de móvil podía utilizar. En muy poco tiempo muchos fabricantes integraron Android en sus smartphones, convirtiéndose en una plataforma atractiva para los desarrolladores, que pronto tuvo miles de aplicaciones. El sistema operativo Android es hoy una alternativa con muchas y buenas aplicaciones y gran libertad.

Así, en el último año la venta de Android ha crecido un 886%, y actualmente los móviles con Android se venden más que los iPhones, se estima que en uno o dos años habrá más Android que los iPhones. La reacción con el iPad se ha producido antes porque Android ya estaba desarrollado: el iPad salió con gran éxito a principios de 2010, pero pocos meses después había tablets con Android y cada vez hay más. Todo ello permite prever en este nuevo tipo de dispositivos un panorama mejor y más libre que en los ordenadores personales.

Sin embargo, no todo es oro... Si compramos un smartphone libre con Android podemos hacer lo que queramos con él, pero los smartphones son caros. Por el contrario, en los subvencionados por un operador de telefonía, el operador aplica restricciones en función de sus intereses: no se pueden utilizar programas como Skype o compartir la conexión a internet del móvil con un PC o actualizar el sistema operativo... Se pueden saltar las restricciones reinstalando el sistema operativo, pero no son cambios que puedan ser realizados por cualquier persona y además se puede perder la garantía del teléfono. Aunque parezca contradictorio, los operadores de telefonía utilizan la libertad de Android para reducir sus libertades. Como hemos visto anteriormente, en este caso, las compañías siempre utilizan los sistemas operativos para controlar el mercado de dispositivos...

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