La ciencia del día a día
El premio Nobel de Física de 1999 fue para el inglés Len Fisher. Con estos premios se premian las investigaciones reales, publicadas en revistas especializadas, pero cuando son investigaciones muy curiosas. Fisher investigó la mejor manera de mojar una galleta.
Los organizadores de los premios IgNobel aseguran que las investigaciones que premian, al principio, provocan risas, pero luego son temas propicios para reflexionar. La investigación de Fisher sirve para reflexionar largamente; mojar una galleta tiene que ver con la capilaridad, es decir, con la tendencia de los líquidos a penetrar por pequeños tubos. Los problemas de humedad de una casa, la sudoración de los árboles o el flujo de sangre en las arterias son ejemplos del mismo fenómeno. Su aplicación a una galleta puede provocar risa, pero puede ser una investigación importante.
En este libro, Fisher quiere explicar en qué medida el día a día ha contribuido a la ciencia. El análisis científico de los objetos habituales es muy útil. Fisher no es el primero en subrayar y utilizar este camino; Michael Faraday es el famoso ejemplo del XIX. En el siglo XX dio su conferencia The Chemical History of a Candle (Historia química de una vela).
Siguiendo con esta idea, Fisher describe en el primer capítulo del libro la investigación del proceso de impregnación de una galleta, utilizando ejemplos similares en posteriores ocasiones. Utiliza el modo de cocer un huevo para explicar la transmisión del calor (como decía un amigo de Fisher, sabemos mejor cómo está distribuida la temperatura en Venus que en un soufflé). Utiliza la herramienta más adecuada para profundizar en la ley de palanca. Y, partiendo de la vida cotidiana, analiza otros fenómenos de la física. La última es la física del sexo; desde que el hombre se prepara para eyacular hasta que el espermatozoide entra en el óvulo. Fisher pronunció una conferencia sobre este tema en una escuela en la que tuvo más audiencia que cualquier otra conferencia que allí ofreció, además de contar con un mayor número de profesores entre el público que de alumnos.
Fisher relaciona cada tema con muchos otros que dependen de un mismo fenómeno físico. Y eso es lo que hace entretener el libro. El objetivo final es mostrar la relación entre la física y el mundo real que tenemos cerca.
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