Cuando empecé a trabajar, el campo de la inteligencia artificial estaba en plena ebullición. El término inteligencia artificial fue creado por el investigador John MacCarthy en 1958. Entre las aplicaciones de inteligencia artificial se encuentran sistemas expertos que simulan ser expertos en un tema. El mundo de los robots es también conocido en este campo: los robots son agentes físicos que pueden manipular el mundo, además de un programa capaz de manipular el mundo físico, los robots tienen también capacidad de visión.
El que más interés suscitó fue el subcampo de la comprensión de la lengua, tanto oral como textual; en pocas palabras, se trata de entender el lenguaje común a través de la computadora. ¿Cómo indicar al ordenador las peculiaridades del lenguaje? ¿Cómo expresar información fonológica, morfológica, sintáctica, semántica y pragmática? Y esto nos lleva a otra pregunta: cómo expresamos los seres humanos la información lingüística en nuestro cerebro. Intentar comprender lo que decimos o escribimos a través de los ordenadores es un objetivo muy ambicioso y además no se va a conseguir del todo, pero se pueden dar pequeños pasos que nos ayuden en nuestras actividades diarias, laborales y de ocio.
Ejemplos habituales de aplicaciones en el ámbito de la comprensión lingüística son la traducción automática, los sistemas de pregunta/respuesta, los sistemas de extracción de información y búsqueda de información, el resumen automático y las ayudas a la docencia.
Desde su nacimiento, muchos investigadores han trabajado en el campo de la inteligencia artificial, conociendo diferentes etapas: desde la euforia inicial (1952 a 1969), pasando por los desarrollos de sistemas basados en el conocimiento (1969-1979), en la década de los 90 las cosas comenzaron a cambiar tomando como base las conocidas teorías de aprendizaje automático, redes neuronales y técnicas de probabilidad. Estas teorías tienen como objetivo extraer modelos de datos reales y desarrollar aplicaciones a medida real.
Los lenguajes de expresión de información o conocimiento utilizados actualmente en otras áreas, la programación lógica y funcional, las técnicas de diseño, etc. proceden de la inteligencia artificial.
Me gustaría ver cómo la tecnología del euskera se ha desarrollado correctamente para futuras necesidades. Es decir, quiero ser testigo de que con el lenguaje, y en concreto en euskera, se facilita la comunicación con las máquinas y eso nos ayuda en nuestra actividad diaria.