Investigadores de la UPV investigan señales erróneas en el sistema nervioso central, concretamente en el cerebro y en la médula espinal. Es decir, investigan las señales que provocan la muerte de las células del sistema nervioso central.
En el sistema nervioso central existen principalmente dos tipos de células: las neuronas y las células gliales. Ambos tipos de células son muy sensibles a cualquier fallo en el sistema nervioso central y pueden morir. En el caso de la enfermedad de Alzheimer, por ejemplo, se produce la muerte de las neuronas. En el caso de la esclerosis múltiple fallecen algunos tipos de células gliales, los oligodendrocitos.
Investigadores del laboratorio neurobiológico analizan las neuronas, los oligodendrocitos u otras células del sistema nervioso en las culturas. En las culturas se trata de simular hechos o condiciones relevantes en estas enfermedades. De este modo, provocan la muerte de estas células, identificando las moléculas que intervienen en este proceso, desde el momento en que se emite la señal letal hasta la muerte de las células. Además, tratan de encontrar fármacos que puedan mejorar el tratamiento de estas enfermedades.
Además de trabajar in vitro, también trabajan con animales experimentales. Estos animales simulan de alguna manera los elementos más representativos de estas enfermedades, provocando síntomas sensoriales, motores, etc. Las sustancias que han despertado cierto interés in vitro observan a continuación si tienen o no la misma influencia en estos modelos experimentales.
Además, en los últimos años han tenido la oportunidad de analizar muestras cerebrales de personas que han muerto por enfermedades neurodegenerativas como la esclerosis múltiple. A pesar del punto final, estas enfermedades dejan huella en estas muestras. Los investigadores observan si existe alguna alteración en las moléculas estudiadas en células o animales (o similares). Así, comprueban si las metas moleculares encontradas experimentalmente son importantes o no para procesos neurodegenerativos. En caso afirmativo, tratan de desarrollar fármacos que ayuden a frenar la muerte celular.
En colaboración con varios neurólogos, también pueden analizar otras muestras biológicas, como la sangre, siempre y cuando los pacientes den su consentimiento para que la muestra sea estudiada. De hecho, ciertas alteraciones que pueden observarse en el plasma sanguíneo son indicadores de que ocurre algo en el cerebro.
Todos estos experimentos constituyen un proceso dinámico que ayuda a los investigadores a encontrar pistas para medicamentos que puedan contribuir a interrumpir o al menos ralentizar la evolución de enfermedades neurodegenerativas. Por un lado, buscan los destinos moleculares de los fármacos y, por otro, buscan sustancias que faciliten la supervivencia de neuronas y oligodendrocitos como los antioxidantes. En muchas enfermedades neurodegenerativas, las células mueren por estrés oxidativo.
En los últimos años, los investigadores del laboratorio de Neurobiología han descubierto una serie de antioxidantes que ralentizan o mitigan el proceso de muerte y que además son capaces de proteger las neuronas. Son antioxidantes de origen natural que pueden encontrarse en la dieta, en frutas, verduras, etc. Parece que mitigan los daños que causan estas enfermedades.
En definitiva, el objetivo de los investigadores de la UPV/EHU es conocer mejor las bases moleculares de estas patologías, definir las metas terapéuticas y, finalmente, encontrar medicamentos que puedan ayudar a mejorar su tratamiento.