Conocimiento del pasado
Los principales objetivos de la investigación son tres. Por un lado, conocer la biodiversidad del pasado de estos grupos. Es decir, conocer su paleobiodiversidad. En concreto, investigadores de la UPV han podido comprobar que los yacimientos de Zambrana (Álava) y Laño (Condado de Treviño), por ejemplo, aportan gran cantidad de información sobre la vida del pasado. En segundo lugar, este grupo de trabajo pretende considerar también el patrimonio geológico y paleontológico. Y, en tercer lugar, quieren determinar la edad de diversas formaciones geológicas. De hecho, las microfósiles de algunos mamíferos son un buen elemento de datación.
Para ello, primero realizan excavaciones paleontológicas en los yacimientos. Los fósiles son extraídos con ayuda de varios instrumentos de mano y posteriormente limpiados, restaurados y separados de forma general en el laboratorio. Para hacer el camino seguro al laboratorio, protegen los fósiles de huesos grandes y frágiles con yeso mojado. Además, introducen en sacos el sedimento acumulado en las excavaciones y con la ayuda de tamices especiales se procede a su limpieza en el laboratorio para separar las microfósiles de los granos de sedimento.
A continuación se realiza la investigación paleontológica convencional, es decir, se estudia la especie o género al que pertenecen estos fósiles, o se realiza un estudio geoquímico según se quiera. Los estudios geoquímicos sirven para conocer si los fósiles recogidos proceden del lugar en el que se han sedimentado o se han producido en otro lugar. Asimismo, la relación entre los isótopos de carbono proporciona información sobre la alimentación de estos vertebrados fósiles. La relación entre los isótopos de oxígeno, por su parte, da cuenta de las temperaturas de los palotenos. No obstante, hay que tener mucho cuidado. De hecho, los procesos de fosilización alteran las relaciones isotópicas y, a menudo, si la relación entre los isótopos está alterada, los paleontólogos deben analizar la causa de esta alteración.
En definitiva, con todos estos datos, tanto de estudios paleontológicos como geoquímicos, se puede conocer la evolución de los fósiles desde su sedimentación hasta su recogida.
Laño y Zambrana, tesoros preciados
Reuniendo todos los datos, los paleontólogos de la UPV han obtenido interesantes resultados. Por ejemplo, Laño Cretácico es uno de los yacimientos de vertebrados fósiles más ricos de Europa, como lo demuestra su diversidad taxonómica. Se han encontrado cerca de 40 vertebrados fósiles, de los cuales 9 son nuevas especies: Serpientes Madtsoia laurasiae y Herensugea caristiorum, Tortuga vasconica , Tortugas Polysternon atlanticum y Solemys vermiculata, Musturzabalsuchus buffetauti y cococodrilos Acynodon iberoccitanus, Lirainosaurus astibidinosaurus dinosauroaurun y Etxebarriesaurio. Sólo Lañón, Dragón, Lirainosaurus y Lainodon han encontrado varios géneros.
Además, este yacimiento tiene la particularidad de haber encontrado tantos microfósiles como macrofósiles. Y eso es realmente curioso. De hecho, en la mayoría de los yacimientos de dinosaurios mesozoicos sólo se encuentran fósiles de gran tamaño.
En Zambrana se han encontrado anfibios, reptiles y mamíferos fósiles de hace 37 millones de años. Entre estos últimos, además, se han descrito 21 taxones, algunos de ellos nuevos.
Tras años de trabajo, estos importantes yacimientos y otros muchos aún guardan muchos secretos. Los investigadores de la UPV creen que se resolverán con futuras investigaciones.
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