Manu Ortega: "La clave es dibujar algo que no duele en el ojo"

Roa Zubia, Guillermo

Elhuyar Zientzia

Estudió Bellas Artes en Salamanca y Kassel, Alemania. Desde 1997 trabaja como ilustrador. Ha ilustrado numerosos libros de texto y libros infantiles y ha trabajado en el ámbito multimedia. En Euskal Herria, por ejemplo, ha trabajado para las editoriales ELKAR y Erein. Los lectores de la revista Elhuyar también conocerán su obra, ya que en todos los números de la revista hace ilustraciones de la sección "Historias".
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Manu Ortega. Bilbao, 1971. www.manu-ortega.com.
¿Es difícil ilustrar la ciencia?

Mi trabajo para la revista Elhuyar es especial. Más que de ciencia, está dedicado a las personas de la ciencia. Son personajes, por lo que la documentación a recopilar es sobre todo histórica. Por ejemplo, cuando se ha introducido documentación de la ciencia se han producido imprevistos. Por ejemplo, para ilustrar un artículo sobre Mendeleev, dibuje el personaje y detrás la tabla periódica de los elementos químicos. Luego tuvimos que corregir la ilustración porque algunos de los elementos introducidos inicialmente en la tabla no eran aún conocidos en aquella época en la que vivió Mendeleev.

Si tu trabajo es ilustrar escenas y situaciones que no se pueden ver porque se perdieron en el tiempo. ¿Cómo afronta este trabajo?
Ilustración para un artículo sobre Mendeleev. Ed. Manu Ortega

La clave es crear algo coherente, algo que no duele en el ojo. En ocasiones es necesario filtrar la información de las ilustraciones anteriores existentes sobre el tema. Si son personajes ilustrados habrá muchas ilustraciones falsas.Pero sólo hasta cierto punto. Debe ser coherente. Y las cosas que no se pueden documentar son un reto, porque no se pueden quitar de la ilustración, y al mismo tiempo deben ser, al menos en parte, correctas.

Cuando ilustraste el artículo sobre Antoni van Leeuvenhoek, en el número de enero de 2011 de la revista Elhuyar, homenajeó al pintor Vermeer haciendo una ilustración que imita sus cuadros.

Sí. A veces me pierdo en la documentación; me empieza a leer, me engancha la lectura y me olvida que tengo que hacer ilustración (risas). Lo cierto es que a lo largo de todo esto, hay una hipótesis que dice que Leeuvenhoe fue el modelo de Vermeer. Y por tanto, aunque en el artículo no se menciona a Vermeer, decidí que imitaría su cuadro en la ilustración.

Ilustración para un artículo sobre Antoni van Leeuvenhoek, que imita un cuadro de Vermeer. Ed. Manu Ortega

A veces ofrezco más datos de lo que se recoge en la primera lectura y mejor para quien lo captura; las obras tienen infinitas lecturas. Las ilustraciones no están tan definidas como las ecuaciones matemáticas, sugieren muchas características y abren posibilidades.

¿Por qué crees que necesitamos ilustraciones para imaginar lo que no se puede ver, aunque sabemos que en muchos casos no serán correctas?

Por muchas razones. Por la didáctica, por ejemplo, para comprender bien una cuestión necesitamos más de un tipo de explicación, y una de ellas es la ilustración. Por otro lado, vivimos en el imperio de la imagen y si no tenemos imagen echamos en falta. Lo hace más atractivo y nos sentimos más cómodos cuando hay una imagen. Muchas veces es un elemento que está allí, como la música de fondo de un bar, que no siempre le hacemos caso, pero que está allí. Y además, disponer de espacio para la interpretación del ilustrador le añade un plus que también es información. Si la ilustración está realizada con gran precisión, será la información que podemos utilizar. En algún caso puede ocurrir que la ilustración abra nuevas puertas de investigación. En definitiva, son datos, no está tan lejos del concepto de investigación.

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