Aunque las empresas cementeras están reciclando en los últimos años productos que no son de su propiedad, su objetivo principal es la producción de cemento, de ahí el mayor ingreso. En la Comunidad Autónoma del País Vasco existen dos cementeras: Cementos Rezola Financiera y Minera S.A. y Cementos Lemona S.A. Ambos siguen el mismo procedimiento de fabricación de cemento.
La materia prima se desprende de dos canteras diferentes: por un lado, se extrae la piedra caliza y por otro, la arcilla. Estas materias primas se componen de cuatro componentes (óxido de hierro (III), óxido de aluminio, silicio y carbonato cálcico) y sus proporciones se miden cuidadosamente hasta obtener una composición homogénea.
En función de la humedad de las materias primas, se necesitarán entre 1.600 y 1.800 kg de materiales de cantera para obtener 1.000 kg de clinker Portland. Se trata de una mezcla de caliza Clinker Portland (carbonato cálcico – Ca CO 3) y arcilla (silicato de aluminio). Estas dos materias primas se introducen en un horno de 1500ºC. En el proceso de combustión crean especies mineralógicas y la nueva composición se denomina clinker Portland. La molienda de este último compuesto da lugar a la obtención de cemento.
Pero en este proceso, ¿cuál es el elemento más contaminante de nuestro medio ambiente? El proceso de obtención del Clinker Portland consiste en la descarbonatación del cáliz cuando los componentes están en el horno a 550-900 ºC, momento en el que se produce la cal viva (CaO) y el gas carbónico (CO 2) debido al efecto invernadero. El CO 2 a es sobre todo nocivo y lo peor es que tienen que usar gran cantidad: para conseguir un kilo de clinker Portland se emite medio kilo de CO 2.
Para evitar el daño causado por el carbonato cálcico, Cementos Rezola está tratando de sustituir algunos combustibles. Estos combustibles no pueden quemarse en hornos de cualquier tipo y si se siguiera el mismo proceso de combustión que se ha seguido hasta ahora, los residuos generarían CO 2 sin sacar ningún beneficio a su energía.
Las dos cementeras vascas, con el objetivo de cambiar la imagen de sus empresas y mejorar su comportamiento medioambiental, se han sumado a otros trabajos. Cementos Rezola ha dedicado el 22% de sus inversiones, más de 18 millones de euros, al cambio de imagen y a proyectos que contribuyen al respeto del medio ambiente. En el año 2000 se obtuvo la certificación ISO 14001 para todos sus talleres, siendo ellos los primeros en obtenerla a nivel estatal.
Cementos Rezola Financiera y Minera S.A. ha instalado nuevos filtros en sus cementeras y ha modernizado los existentes. Por otro lado, la optimización de los procesos productivos ha permitido reducir el consumo energético.
Además, las cementeras vascas han tratado de dar solución a combustibles y otros productos contaminantes. Se sabe que los residuos son un gran problema, porque no sabemos qué hacer con ellos. Ejemplo de ello es el convenio firmado en marzo de 2001 en la Comunidad Autónoma del País Vasco para erradicar la encefalopatía espongiforme bovina, más conocida como ‘mal de las vacas locas’. El acuerdo fue suscrito por ganaderos, responsables de mataderos, fabricantes de harinas y fabricantes de cemento. Fruto de este acuerdo, Cementos Rezola trabaja actualmente en la quema de harinas de origen animal en hornos de clinker.
Además, se valorizan en sus hornos para el aprovechamiento de combustibles alternativos y evitar el vertido a vertedero de productos como yeso químico, arena de fundición, residuos de petróleo, cascarilla de laminación, escorias de acería y cenizas de centrales térmicas, entre otros.
Cementos Rezola y otros muchos españoles, con el objetivo de mejorar su imagen y mantener el reto de proteger el medio ambiente, quieren a partir de ahora utilizar sus hornos para quemar o valorizar grasas animales, aceites, maíz, plásticos y disolventes.