El origen del universo

Kortabitarte Egiguren, Irati

Elhuyar Zientzia

La Agencia Espacial Europea ESA lanzará a finales de julio las naves espaciales Planck y Herschel. Serán lanzados desde la Guyana Francesa con el cohete Ariane 5. Después, cada uno hará su recorrido.
El origen del universo
01/07/2008 | Kortabitarte Egiguren, Irati | Elhuyar Zientzia Komunikazioa
(Foto: ESA- Guarniero)

El objetivo de la nave espacial Planck será encontrar indicios del origen del universo y analizar su evolución desde entonces hasta la actualidad. De hecho, el origen del universo sigue siendo un campo de conocimiento aún difuso. Para responder a ello, analizará las radiaciones cósmicas de fondo en forma de microondas.

En especial John C. Mather y George F. Esta misión pretende contribuir a completar la labor de los físicos Smoot. Estos científicos recibieron el Premio Nobel de Física 2006 por su trabajo en radiación cósmica de fondo microondas con el satélite COBE.

Estudio de la temperatura

La radiación cósmica de fondo microondas no es emitida por un objeto determinado, sino que está dispersa por todo el universo. La nave espacial Planck ha sido diseñada para medir esta radiación y realizar todas las medidas necesarias. El satélite medirá los cambios de temperatura que se producen principalmente en la radiación cósmica de fondo microondas. Y es que la temperatura es una variable imprescindible para aclarar el origen y evolución del universo. La compacidad del universo se puede medir en parte mediante la temperatura y, en función de su compacidad, la cualidad del cosmos. Y es que las galaxias nacieron precisamente en las partes más compactas del universo.

Pruebas al satélite Planck.
ESA

La temperatura de esta radiación cósmica de fondo microondas es conocida y muy fría, de aproximadamente 2,7 K (-270 ºC). Sin embargo, los expertos buscan obtener datos más precisos. Y es que esa temperatura no es la misma en todas partes del universo, hay zonas más calientes y más frías. Estas diferencias de temperatura no son muy altas, pero podrían ser suficientes, entre otras cosas, para recibir información sobre la formación de galaxias.

Al fin y al cabo quieren conseguir la "foto" del cielo, pero en esa foto no van a aparecer los planetas y las estrellas, sino sólo las temperaturas. De hecho, el enfriamiento de los instrumentos de esta nave espacial a temperaturas alrededor del cero absoluto permite medir con una precisión enorme las variaciones de temperatura más diminutas de la radiación cósmica de fondo microondas. La investigación de esta radiación cósmica de fondo se lleva a cabo desde su origen, desde la explosión del Big Bang hasta la actualidad.

La nave espacial Planck, de 1.900 kilogramos de peso, tiene una altura y un diámetro aproximados de 4,2 metros. La radiación cósmica de fondo en microondas será recibida con un telescopio de un espejo primario de 1,5 metros de longitud. La radiación recibida se centrará en dos detectores de alta sensibilidad: LFI (Low Frecuency Institute) y HFI (High Frecuency Technology).

El primero utilizará varios receptores de radio para amplificar la señal recibida y convertirla en señal eléctrica. Es decir, el receptor amplificará la señal recibida del telescopio y ésta se convertirá en una señal eléctrica. En las radios convencionales, la señal recibida se enviaría a un altavoz. En la nave espacial Planck, esta señal será conducida a un ordenador para mediciones o revisiones.

La segunda convertirá la radiación en calor. Posteriormente se medirá este calor con un pequeño termómetro eléctrico. Estas señales serán suministradas por un ordenador en datos de temperatura.

El satélite Herschel nos revela el universo oculto.
(Foto: ESA (Image by AOES Medialab))

Los técnicos de la ESA colocarán todos los aparatos protegidos de la influencia del Sol y la Luna para evitar cualquier tipo de interferencia.

La parte oculta del universo

La nave espacial Planck tendrá como destino la nave espacial Herschel durante las dos o tres primeras horas de viaje. A continuación, el propio Herschel actuará por su cuenta. En menos de seis meses, la nave espacial Herschel se encuentra a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra en torno al punto Lagrange L2. La nave espacial ha sido diseñada para tres años.

Ayudará a ver el universo oculto hasta ahora. Para ello, el satélite Herschel, de 7,5 metros de longitud y 4 metros de anchura, de 3,3 toneladas de peso, contempla su telescopio hacia el universo evitando, entre otras cosas, la radiación infrarroja emitida por la Tierra. Puede causar interferencias en la recogida de datos.

De hecho, Herschel trabajará en una longitud de onda que el ser humano no puede ver --infrarrojo- porque el universo emite principalmente este tipo de radiación. Trabajando en el infrarrojo, ¿qué nos contará la nave espacial Herschel? Es decir, ¿qué nos va a comunicar? Tratará de desentrañar la composición de la Vía Láctea, nuestra galaxia y otros objetos del sistema solar como planetas, satélites o cometas. También se encargará de conocer cómo se formaron y evolucionaron las galaxias y las estrellas.

G. El Premio Nobel de Física Smoot analiza los espejos del satélite Planck.
S. Corvaja/ESA

Para interpretar la información recogida por el telescopio, la nave espacial se compone de tres herramientas: PACS (Photodetector Array Camera and Spectrometer), SPIRE (Spectral and Photometric Imaging Receiver) y HIFI (Heterodyne Technology for the Far Infrared). Las cámaras PACS y SPIRE y los espectrómetros recogerán imágenes a seis colores en el infrarrojo remoto. El HIFI, por su parte, es un espectrómetro de alta resolución que podría utilizarse para obtener información sobre la composición química, la cinemática y el medio ambiente físico de las fuentes de infrarrojos.

Como habréis podido comprobar, ambas misiones han tomado el nombre de dos prestigiosos científicos, Max Planck y William Herschel. Sin duda, estos científicos también conocerían a gusto los nuevos avances tecnológicos actuales, desgraciadamente no tendrán oportunidad de hacerlo. Nosotros, si todo va bien, pronto tendremos la oportunidad de conocer mejor los indicios ocultos del universo.

Proyecto COBE
En 1974 nació el proyecto COBE (Cosmic Background Explorer) en Estados Unidos. Se trataba de investigar la creación del universo desde un espacio amplio, sin que la atmósfera pudiera molestar. Según la hipótesis más aceptada, el universo fue creado por la explosión de Big Bang, cuya huella permanece en el espacio. Esta huella es una radiación de fondo que actualmente es de tipo microondas. La COBE es el proyecto del primer satélite que estudió la radiación de fondo.
Tres imágenes infrarrojas de todo el cielo.
(Foto: ANDÉN)
El espectro de la radiación de fondo fue construido anteriormente. Sin embargo, la atmósfera era un obstáculo y para poder recibir un espectro limpio había que evitar la influencia de la atmósfera terrestre. Obtuvo un cohete para lanzar el satélite COBE y fue lanzado en 1989. A los nueve minutos de la puesta en el espacio de la COBE lo buscaban, el espectro de la radiación de fondo. Este espectro provocó una enorme expectación, ya que era igual a lo que emite un cuerpo negro y se correspondía con la teoría del Big Bang.
Tras el Big Bang, la temperatura del universo ha ido disminuyendo. La longitud de onda de la radiación de fondo está relacionada con esta temperatura. Sin embargo, esta temperatura no es la misma en todas partes del universo. Por ello, midieron la radiación de fondo en todas las direcciones y formaron una imagen del universo en función de la temperatura. Este estudio también aportó información sobre la creación de galaxias y estrellas.
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