Meses antes de la Asamblea comenzaron a negociar políticos e instituciones de toda la Tierra. Por lo tanto, para cuando se celebraron las reuniones de Río casi todo estaba decidido.
Lo más justo es repasar la situación de los temas principales en lugar de recoger todo lo hablado en estas negociaciones.
Relación Norte-Sur. En el norte vive el 18% de la población terrestre, pero esta cantidad consume el 80% de la energía que se produce en el mundo, el 79% del acero, el 85% del papel y el 86% de los metales no férreos. Los efectos de este consumo se producen en diferentes niveles. Por un lado, la explotación de materias primas en países del tercer mundo, y por otro lado, la suciedad y la contaminación ambiental son los problemas más evidentes.
Cambio climático. Los países industrializados tienen una responsabilidad directa en el efecto invernadero. Si se mantiene el nivel actual de emisión de gases, se predice que la temperatura puede aumentar durante el próximo siglo.
Agujero de ozono. La presencia de sustancias CFC con un uso tan diferente ha ido disminuyendo en los últimos años. Si bien hasta ahora el agujero de ozono ha estado geográficamente en el hemisferio sur, en los últimos años se han presentado las primeras señales de vulnerabilidad de la capa de ozono del hemisferio norte.
Diversidad biológica. Por la necesidad de materias primas y por la explotación de los recursos naturales, miles de especies están a punto de desaparecer. En general, la mayor diversidad de especies se da en los países del tercer mundo. Estos municipios tienen la obligación de explotar sus recursos naturales para su desarrollo. Por otro lado, en el campo de la manipulación genética se están realizando cada vez más ensayos. Estos ensayos se realizan de forma secreta y también manipulan los genes humanos.
Desarme y desmilitarización. Tras la guerra fría, esta década puede ser un buen momento para reducir los gastos militares. Este ahorro puede ser suficiente para solucionar los problemas de pobreza. Según los datos, en la Tierra viven casi 800 millones de personas totalmente pobres.
Residuos y productos tóxicos. Uno de los problemas más graves de las sociedades industrializadas es la eliminación de los residuos producidos. Además, algunos residuos químicos y nucleares no pueden ser eliminados y deben ser acumulados; los almacenes para productos tóxicos están cada vez más en el tercer mundo.
Multinacionales. Las multinacionales son en cierta medida responsables de los cambios que se están produciendo en el medio ambiente terrestre, ya que no existe una norma internacional que controle su actividad.
Bosques. Los bosques situados entre los trópicos son los pulmones de la Tierra, pero el desarrollo hace que cada año salgan más bosques. En los países ricos, sin embargo, muchos bosques están enfermos por la lluvia ácida.
Transportes. El transporte por carretera o por aire implica el consumo de grandes cantidades de energía, por lo que son un factor a tener en cuenta en la contaminación ambiental. En lugar de mejorar la calidad de vida, se puede decir que al menos en parte se agrava. Ejemplo de ello son los muertos o heridos por accidente y los problemas de ruido.
Residencias humanas. En los países en desarrollo, sobre todo, la gente abandona las tierras para poder trasladarse a las ciudades. Pero lo más adecuado es la miseria de definir la situación de muchos de los que han acudido a las ciudades, para los que se construyen barrios sin infraestructuras ni servicios.
Agricultura y alimentación. El uso de fertilizantes y pesticidas en la agricultura es cada vez mayor. Estos pasan al cuerpo humano consumiendo productos agrícolas.
Desertización. La deforestación, el pastoreo y algunas actividades agrícolas son los responsables de la desertificación.
Mares y aguas. Los vertidos a los mares son ilimitados y continuos, siendo los residuos radiactivos entre ellos, especialmente los que presentan un mayor riesgo. Por otro lado, en el hemisferio sur hay más de 2.000 millones de personas sin agua potable.
Bajo estas cuestiones subyacen la carrera de desarrollo y la diferencia entre estados pobres y ricos. En los países ricos del hemisferio norte la producción no tiene límites, por lo que se desconoce la contaminación atmosférica y los residuos. Al mismo tiempo, el consumismo ha supuesto un aprovechamiento masivo de las materias primas, con lo que los recursos del tercer mundo han sufrido un gran sacudido.
El objetivo de la cumbre de Río no era solucionar todos estos problemas, sino mucho más humilde, “concienciar a los diferentes sectores de la sociedad sobre los problemas”. No hubo, por tanto, un acuerdo espectacular. Y así ha sucedido. Veamos, pues, cómo han quedado los temas más importantes tras la cumbre del Río.
Biodiversidad. Mientras 150 Estados miembros se posicionan a favor de tomar las medidas necesarias para proteger la biodiversidad en virtud del acuerdo firmado, los EEUU no quisieron firmar el acuerdo. Teniendo en cuenta el peso que tienen los EEUU, se puede decir que el acuerdo se ha quedado patoso.
Cambio climático. Se pretendía que la emisión de CO 2 fuera la misma que la de 1990 en el año 2000, pero aquí también se ha tenido que tener en cuenta la opinión de los EEUU y se ha alargado el límite del año 2000 “sine die”.
Agenda 21. Esta agenda es un orden del día lleno de buenas intenciones. Se desarrollará a lo largo del próximo siglo y para ello se asignarán cantidades. Si los estados ricos gastan actualmente el 0,35% del Producto Interior Bruto para la protección del medio ambiente, han tomado la decisión de duplicar esta cantidad en el próximo siglo.
Bosques. Se han adelantado y regulado los derechos de los Estados que tradicionalmente tenían comercio de madera.
Como se ve, más que acuerdos han sido declaraciones con buena intención.
Cada uno de los comisionados del mundo tuvo siete minutos para hablar ante otras delegaciones. Durante siete minutos soñaron. El paso del sueño a la realidad no sabemos si será posible, pero nosotros seguiremos soñando.
BIODIVERSIDAD
La biodiversidad es un término utilizado hasta hace poco por especialistas. Recientemente, por el contrario, con motivo de la cumbre de Río, el “Acuerdo sobre la Biodiversidad”, repetido por los medios de comunicación, lo ha hecho conocido para todos. Sí, pero sin saber qué significa el concepto en profundidad. No nos apretemos por eso, porque no somos los únicos que estamos rodeados de conceptos que no dominamos bien. En la cumbre de Río 152 líderes mundiales han establecido su firma bajo un tema que no tiene definiciones absolutamente limitadas ni estrictas.
Los expertos, además de definir la biodiversidad, han enfocado sus esfuerzos a conocer cómo se puede medir y por tanto qué se debería hacer para “conservarla”, ya que medir la biodiversidad es algo más que elaborar listas de especies. Mientras se inscriben las especies y se elaboran las listas formales, muchas especies están desapareciendo, por lo que estas listas formales ofrecen al conservacionista una ayuda limitada. Lo que requiere, aunque se trata de una lista no muy formalizada, además de información taxonómica, es una lista con datos sobre hábitats, áreas de distribución, estado de conservación y relaciones filogenéticas.
La biodiversidad es, por tanto, epifenomeno, es decir, la expresión de la interacción de los diferentes factores bióticos y abióticos. Por lo tanto, la biodiversidad va más allá de la taxonomía, si bien las colecciones biológicas y los expertos en taxonomía siguen siendo el pilar principal. Esta diversidad de factores se refleja en los diferentes planteamientos utilizados actualmente para medir la biodiversidad, como son la red de relaciones filogenéticas, la extensión de hábitats y distribuciones biogeográficas, la abundancia de especies indicadoras, la identificación de determinadas interacciones ecológicas o las combinaciones de estos planteamientos. El tratamiento de los indicadores mencionados implica la utilización de modelos matemáticos complejos.
El significado de la biodiversidad irá acompañado de referentes culturales; es evidente que sólo tendrán éxito si las políticas de conservación, por su sólida base científica, son “comprensibles” en los diferentes contextos culturales que deben cumplir y promover.
A pesar de todo ello, ahora tenemos que tratar de responder a la pregunta que es el centro. ¿Y por qué conservar la biodiversidad? Es difícil encontrar argumentos a favor de la conservación, entendiendo la biodiversidad como una mera lista de especies. Por supuesto, siempre se pueden encontrar argumentos morales o estéticos para la conservación de determinadas especies, pero éstas pueden cambiar de cultura a cultura. En cuanto a la pesca de ballenas, son testigos de los enfrentamientos anuales entre los pueblos que son y no pescadores. De la misma manera, la convulsión que generan los habitantes de los pueblos desarrollados por el deterioro de ciertos hábitats es un argumento banal para quien tiene la vida económica a corto plazo bajo su explotación.
La desaparición del elefante africano y de la ballena azul puede provocar tristeza, pero no es fácil encontrar otras razones para salvarlos si sólo hay dos especies por millón. Por otra parte, argumentar la necesidad de conservar todos esos millones de especies en un futuro potencial, que pueden ser útiles en la agricultura o en la medicina, no parece muy razonable. Estos son sólo algunos aspectos de toda la imagen y no tienen un peso suficiente para conservar la biodiversidad en general.
Para encontrar argumentos de mayor peso, más que una lista de especies, hay que entender la biodiversidad como una suma de interacciones entre especies. La biodiversidad, por tanto, hace referencia al sistema y no a los componentes, si bien la duración y flexibilidad del sistema sólo se puede asegurar la protección y conservación de los componentes. De este modo, quedan aseguradas e incluidas la futura investigación y explotación económica.
Dando el último paso, relacionaremos la biodiversidad con el bienestar social. ¿Y cómo es posible? De hecho, pocos tendrían en su vida la valentía de determinar y, mucho menos, cuantificar el daño que puede suponer la desaparición de estas o estas especies. Sin embargo, las condiciones físicas que nos permiten vivir y respirar en la Tierra son consecuencia directa de esta biodiversidad. La atmósfera respirable, los suelos fértiles y el agua potable son el resultado de millones de años de interacción
Los expertos viajan por estos caminos para descubrir qué es la biodiversidad y cómo afecta su conservación. ¡Qué significan los firmantes!