Detrás de los mapas GPS hay cientos de personas que recorren miles de kilómetros al año. Las compañías multinacionales, Tele Atlas y Navteq, que trabajan en la producción y comercialización de mapas, disponen de vehículos adaptados para poder analizar el entorno. Se denominan Mobile Mapping Van o vehículos de cartografía móvil.
Cada uno de estos vehículos dispone de seis cámaras digitales capaces de sacar tres fotos por segundo. Dos de estas cámaras están alineadas para poder ofrecer imágenes estereoscópicas, es decir, permiten obtener imágenes tridimensionales y calcular distancias en diferentes direcciones. Junto a los sensores de posicionamiento, las cámaras recogen datos reales mientras el vehículo avanza con la velocidad habitual en la red de carreteras.
El vehículo lleva incluida la unidad de procesamiento que permite visualizar la información recopilada, convertir los objetos en imágenes digitales y comparar la información identificada con la base de datos cartográfica.
Los primeros estudios comenzaron hace más de 15 años, pero los primeros prototipos de vehículos para cartografía móvil, muy similares a los actuales, quedaron suspendidos por problemas técnicos. De hecho, a finales de los 80 la tecnología no estaba preparada para acumular tantos datos. El volumen de información era tan grande que era imposible guardar todos estos gigas. Esta tecnología ha evolucionado mucho con el tiempo y actualmente los dispositivos de recogida de información son mucho más eficientes.
Tele Atlas, por ejemplo, cuenta con 22 vehículos de recogida de datos ininterrumpida por toda Europa que cartografian 100.000 kilómetros de carreteras al mes. Porque el trabajo nunca acaba. Es necesaria una actualización constante de la información, ya que cada año el 15% de los datos cambian: se crean nuevos nombres, se abren nuevas vías, se cambian las direcciones de las calles... Por ello, para garantizar la verificación ordinaria de la red viaria principal y el repaso de las carreteras secundarias, todos los vehículos siguen un programa cuidadoso.
Según el director de operaciones de Tele Atlas, José María Zolle, el mayor problema es tener actualizado el mapa y no crear el mapa, tal y como mucha gente puede pensar. Crear es, en definitiva, un proceso caro pero bastante sencillo. Sin embargo, mantenerlo actualizado es muy complejo, porque hay que saber qué ha cambiado en todo momento y actuar con rapidez.
Una vez recogidos todos los datos, se envían hasta la India, el edificio de Tele Atlas, donde se procesan los datos recogidos. A continuación se realiza la verificación, adaptación, localización y control de calidad de los datos en la oficina central de Madrid, así como en otras oficinas territoriales como la oficina de Vitoria-Gasteiz.
Toda la información recogida por los vehículos de cartografía móvil se almacena en discos y se archiva para posteriores usos. Estos discos forman un archivo de imágenes siempre disponible, lo que supone una gran ventaja, de manera que se pueden revisar los discos siempre que se quiera sin tener que enviar vehículos a una zona concreta.
El mercado de aparatos GPS seguirá creciendo en el futuro. Mientras los vehículos de cartografía móvil realizan kilómetros por carretera, los mapas GPS tendrán cada vez más información, más calidad y nuevos servicios de seguridad para el volante.